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Radiografía del empleo agropecuario: doble brecha de talento
16 de agosto de 2025
Un relevamiento de Adecco Argentina revela que, aunque el NOA, Cuyo y la zona núcleo siguen siendo polos activos de producción, la incorporación de maquinaria autónoma y la pérdida del legado productivo familiar reducen la mano de obra disponible y dificultan la cobertura de puestos clave.
El sector agropecuario argentino, motor histórico de la economía nacional y pilar de las economías regionales, atraviesa un momento de transformación en términos de empleo y demanda laboral. Según relevamientos de Adecco Argentina, la combinación de estacionalidad productiva, incorporación de tecnología y cambios culturales en las nuevas generaciones está redefiniendo los perfiles más buscados y la manera de contratar en el agro.
“Hace más de 20 años trabajamos junto al sector agroindustrial en todo el país, y hoy vemos un escenario donde conviven la necesidad de mano de obra calificada con la pérdida del legado laboral rural de las generaciones anteriores”, afirma Mario Eugenio Dupouy Rea, Gerente Comercial de Outsourcing Agro de Adecco Argentina.
Las regiones del NOA y Cuyo concentran gran parte de la demanda estacional, especialmente para actividades culturales vinculadas a la producción de frutas. También la zona núcleo, orientada a la producción de semillas, mantiene actividad aunque con menor requerimiento de personal.
Los perfiles más solicitados incluyen ingenieros y técnicos agrónomos, muchas veces con perfil comercial o experiencia en seguridad e higiene (HSE), así como mano de obra experimentada en cosecha manual de frutas y verduras.
Las posiciones más complejas son aquellas vinculadas a trabajadores rurales temporarios para tareas por productividad, como la cosecha a destajo. “A la dificultad de conseguir personal experimentado se suma la baja fidelización: muchos migran de un empleo a otro sin registro formal”, explican desde Adecco.
Si bien la tecnología lleva años en el sector y ha mejorado la eficiencia, también ha reducido la necesidad de mano de obra en ciertas etapas. Paradójicamente, las nuevas generaciones del ámbito rural no siempre cuentan con la capacitación para manejar estas herramientas, lo que genera una brecha adicional.
La contratación temporal es la modalidad predominante, y la estacionalidad marca el pulso de la gestión de recursos humanos: en picos de demanda, el personal disponible suele no contar con la experiencia necesaria. Esto impacta especialmente en economías regionales, donde el trabajo no registrado sigue siendo un desafío.
Brechas y desafíos
- Formación: la mayoría de los trabajadores rurales cuentan con primaria completa o secundaria incompleta, salvo en perfiles profesionales.
- Participación femenina: las mujeres se incorporan cada vez más en tareas culturales manuales.
- Jóvenes: existe demanda, pero se detecta baja ambición de aprendizaje y escaso compromiso de permanencia.
- Salarios: el sector suele estar por debajo de otras industrias productivas, con variaciones anuales según exportaciones y políticas de turno.
Gracias a una red de referentes locales en cada zona productiva, Adecco puede cubrir necesidades incluso en áreas remotas, asegurando procesos de selección eficientes y contratación formal. Además, promueve capacitaciones básicas en seguridad y beneficios asociados al trabajo registrado.
“El agro argentino tiene un enorme potencial para generar empleo, pero requiere un trabajo conjunto entre empresas, gobiernos y comunidades para formalizar, capacitar y retener al talento rural”, concluye Dupouy Rea.
Presente en el país desde hace más de 30 años, Adecco Argentina es líder absoluto en la contratación de personal y ofrece soluciones integrales en el área de Recursos Humanos. Cuenta con más de 40 sucursales ubicadas en las principales ciudades del país. Adecco Argentina dispone de una media semanal de 1.000 clientes activos en cuyas empresas prestan servicios más de 11.000 personas. Para más información, ingrese a: www.adecco.com.ar
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NI MUUU: ‘Qué culpa tenemos’
La provincia de Buenos Aires enfrenta múltiples desafíos en áreas como infraestructura y educación, pero un nuevo proyecto de ley que busca gravar las emisiones de gases de efecto invernadero ha generado controversia.
Según expresaron al unísono las entidades del sector productivo, la iniciativa carece de sustento y no aborda los verdaderos problemas que afectan a los productores locales. Así lo manifestó de forma contundente el presidente de la Confederación de Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) Ignacio Kovarsky a El Campo Hoy.
"Habiendo tantos temas para solucionar; desde infraestructura, educación, un montón de temas para la provincia de Buenos Aires y bueno, acá al parecer lo único que importa es agarrar cualquier tema para grabar con impuestos y recaudar más y soluciones cero".
El ruralista también afirmó que el concepto de emisión de gases utilizado en la iniciativa es obsoleto y que el enfoque actual debe ser sobre el equilibrio y el balance en lugar de solo la emisión.
Kovarsky destacó que el sistema ganadero argentino, basado en pastizales extensivos, no solo es neutro en términos de emisiones, sino que también contribuye positivamente al secuestro de carbono.
"Justamente el sistema ganadero de Argentina con pastizales extensivos y demás, y con muy pocos casos de animales en feedlot, ahí es donde vemos que es justamente no solo neutro, sino positivo la cantidad de captación, secuestro del carbono a través de la fotosíntesis de nuestros pastizales respecto de lo que se emite".
En cuanto a la situación del rodeo bovino en encierres a corral, el experto aclaró que "no es el porcentaje, sino el tiempo" que los animales pasan en pastizales antes de ser llevados a engorde en feedlot. "La vaca de cría eternamente está sobre pastizales, que es la mitad o más de la ganadería argentina". Este enfoque resalta la importancia de considerar el ciclo completo de producción en lugar de centrarse únicamente en las emisiones.
Buenos Aires bajo el agua
Sobre el plan de ayuda anunciado por el gobierno nacional, indicó que se está formando una mesa de trabajo que busca coordinar esfuerzos locales. "Sé que se bajó maquinaria; la Provincia hace un tiempo que había aportado, y Nación estaba bajando maquinaria tanto en 9 de julio, Casar es Bolívar y Bragado, por ejemplo". Sin embargo, subrayó la necesidad de acelerar los procesos y concretar las ayudas reales.
Finalmente, mencionó que se está trabajando en un presupuesto destinado al nodo Bragado, aunque se reconoce que "hace falta más: se deben licitar y ejecutar obras complementarias para mitigar inundaciones, que son un problema cíclico en la región. Hay que ejecutarlo con mayor velocidad. Entendemos que van a llegar más dragas ahora creo que en enero, pero hace falta acelerar eso".
El rechazo de CRA
Desde CRA rechazaron el intento de imponer una “tasa al metano bovino”. En una gacetilla dada a conocer ayer, expresaron que "una diputada impulse cobrar un impuesto por los gases que emiten las vacas no es una discusión ambiental: es otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que, lejos de comprender cómo se produce en Argentina, vuelven a atacar al sector que sostiene al país. Como señaló CARBAP, cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción.
La entidad expresó que la ganadería argentina alimenta al mundo, genera miles de empleos y moviliza economías regionales. "Inventar una Tasa Ambiental sobre el Metano (TAMBA) es simplemente seguir esquilmando al que produce, cargando más impuestos sobre quienes ya enfrentan una de las presiones fiscales más altas del planeta. Y, para colmo, sin aportar ninguna solución técnica seria o viable".
Finalmente sostuvieron que desde CRA van a seguir defendiendo la producción, el trabajo y la gente que todos los días sostiene al país, "frente a políticas que solo buscan frenar, castigar y asfixiar a quienes producen". radio Cadena3
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Hay productores que emiten menos GEI: ¿Quiénes son y cómo lo logran?
Un informe de la Red de Carbono de Aapresid revela los puntos en común entre los manejos de mayor eficiencia ambiental. Además: los cultivos que más emiten y las estrategias de mitigación.
La nueva edición del Informe de la Red de Carbono de Aapresid deja un mensaje contundente: los productores que integran la red generan sistemáticamente menos emisiones de gases de efecto invernadero que la media nacional construida en base a información de monitoreos en más de dos millones de hectáreas en todo el país.
En un escenario global donde la huella climática comienza a definir accesos a mercados, precios y exigencias de trazabilidad, contar con evidencia local que demuestre la performance de los sistemas agrícolas argentinos resulta estratégico.
El Informe 2025 de la Red sintetiza la cuantificación de emisiones GEI y balance de carbono de los suelos sobre más de 700 mil hectáreas distribuidas en 16 zonas agroecológicas. Se cuantificaron las emisiones directas e indirectas generadas tranqueras adentro asociadas al manejo agrícola: uso de combustibles fósiles, fertilización, descomposición de residuos, aplicación de insumos y consumo de energía.
EL dato: cuando se comparan las emisiones por hectárea y tonelada generadas los productores Aapresid y un índice nacional en base a 2 millones de hectáreas se observa una diferencia sistemática y favorable para los primeros en prácticamente todos los cultivos.
“Esta brecha se asocia a manejos más eficientes, fertilización ajustada al diagnóstico, menor cantidad de labores y decisiones agronómicas que permiten sostener mayores niveles de productividad con igual o menor uso de insumos”, explica el Informe.
Emisiones según cultivo: ranking y fuentes
En términos generales, las emisiones por tonelada de rinde varían según el cultivo: el trigo se lleva el primer puesto como el cultivo que más emite, seguido por la cebada.
En cuanto a las fuentes de emisión, también varían según el cultivo: en maíz, trigo y girasol están explicadas mayormente por el manejo de la fertilización nitrogenada, mientras que en soja y legumbres, por las labores y el uso de fitosanitarios.
A medida que el rinde aumenta la intensidad de emisiones disminuye. Así, los sistemas que logran convertir más biomasa con la misma inversión tecnológica emiten menos.
Sin embargo, el Informe aclara que “el incremento del rendimiento no constituye por sí mismo una estrategia de mitigación, sino que la mejora ambiental se logra con mayor eficiencia productiva: buenos diagnósticos, optimización del uso de insumos, manejo adaptado al ambiente, planificación de rotaciones, eficiencia en el manejo de plagas y estabilidad productiva en el tiempo”.
¿Qué pasa con el carbono del suelo?
El análisis se complementa con la evolución del carbono orgánico del suelo, un indicador clave de salud y resiliencia. Si bien los incrementos de carbono son modestos incluso en rotaciones intensificadas, gran parte de los sistemas evaluados muestran estabilidad en los niveles de carbono, lo que confirma la capacidad de la Siembra Directa y de las rotaciones diversas para sostener la fertilidad y la estructura de los suelos en el largo plazo. Las mayores pérdidas se registran en esquemas dominados por monocultivos o por secuencias exclusivamente gramíneas o leguminosas, mientras que los mejores resultados se observan en planteos que combinan cultivos de verano e invierno, incorporan cultivos de servicio y mantienen una cobertura continua del suelo.
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Ruralistas piden por las obras de la cuenca del Salado antes de 2030
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) lanzó un fuerte reclamo político hacia los gobiernos municipal, provincial y nacional, en medio de una inundación que ya lleva nueve meses y que afecta gravemente al corazón productivo bonaerense.
En un comunicado, CARBAP responsabilizó directamente a las autoridades por la falta de obras y advirtió que la situación evidencia “promesas incumplidas, demoras injustificadas y absoluta falta de voluntad política”.
Según un relevamiento realizado sobre imágenes satelitales del 11 al 13 de noviembre, en la cuenca del río Salado -que abarca unas 17 millones de hectáreas- 2 millones aparecen inundadas o anegadas y 3,8 millones están afectadas de manera tal que quedaron fuera de producción: sin piso, sin caminos transitables y sin posibilidad de ingreso de maquinaria.
La entidad ruralista fijó un objetivo tan claro como urgente: las obras del Plan Maestro del Río Salado deben completarse por completo antes de 2030. Y definió esa meta como “innegociable”.
“No es un slogan ni un deseo. Es una obligación moral, productiva y social”, afirmó CARBAP.
La organización recordó que el plan no exige tecnologías complejas ni obras extraordinarias: “Hablamos de canales, puentes y obras hidráulicas básicas, para las cuales Argentina tiene ingenieros, técnicos y maquinaria. La capacidad existe: lo que falta es decisión política”.
CARBAP también cuestionó el argumento oficial de la falta de recursos. “Frente a quienes repiten ‘no hay plata’, la respuesta es simple: en esta cuenca sí hay plata; la generan los productores y la recaudan los tres niveles del Estado todos los años”.
Por eso, la entidad exigió compromisos públicos y verificables tanto del Gobierno actual como de los futuros gobernantes para garantizar que el plan se ejecute íntegramente.
El comunicado concluye con una advertencia: “Las inundaciones no esperan. La producción no espera. La familia rural, la educación, la salud, la seguridad y el futuro del interior productivo tampoco pueden seguir esperando”.
FUENTE: Noticias Agropecuarias.

