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Eliminan retenciones para economías regionales

7 de septiembre de 2023

El Gobierno Nacional fijó hoy la eliminación de las retenciones para una serie de productos de las economías regionales como el maní, el arroz, la industria forestal y el vino, formalizando así el reciente anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa.

El titular del Palacio de Hacienda precisó hace dos semanas que se reducirán las retenciones a un 0% para economías regionales que tengan valor agregado industrial citando, como ejemplo, el vino, mosto, arroz, tabaco, producción forestal y cáscara de citrus.

«Todos los productos que tienen un proceso de industrialización para las exportaciones, van a tener retenciones cero a los efectos de aumentar nuestras exportaciones con valor agregado», enfatizó el ministro en un mensaje en la red social Instagram.

El Decreto 462/2023, publicado hoy en el Boletín Oficial, formaliza la eliminación de retenciones, destacando, en los considerandos, que continua un proceso de reducción de los mismos que comenzó en 2020.

«Si bien durante los años 2020 y 2021 la alícuota del Derecho de Explotación se ha reducido, e incluso se fijó en un 0% para distintas mercaderías, aún quedan pendientes algunas modificaciones, ya que siguen existiendo productos de las economías regionales y otros, con agregado de valor respecto de sus procesos de elaboración, que continúan pagando este derecho», señalan los considerandos.

La decisión apunta a «promover las ventas a mercados externos» y «mejorar el nivel de ingresos de los productores y elaboradores», además de «fortalecer el arraigo y permanencia de la población rural en cada región» y «propender a mejorar la calidad de los productos».

Entre los productos beneficiados por la eliminación de las retenciones se encuentran 348 posiciones arancelarias, entre ellas, las cascaras de cítricos, jugos y esencias cítricas; el sábalo, pescado seco, jugo de uva, vino, arroz sin cáscara parbolizado o procesado, arroz descarrillado, extracto de roble y de quebracho, tanino, papa, maní sin cascara y aceite de maní.

Los anexos del decreto aclaran que algunos productos dentro de las cadenas regionales seguirán pagando retenciones.

Entre ellos, se mantendrán derechos de exportación del 3% para el arroz con cáscara parbolizado y el arroz con cáscara común, un 2% para el arroz partido; y 3% para el pellet de maní.

Del mismo modo, el tabaco con rama o sin procesar pagará 5%, mientras que la leña abonará 4% y distintas maderas en bruto 3%.

La medida había sido anticipada por Massa el pasado 24 de julio, al participar de un encuentro organizado en el marco de la Exposición Rural, en el predio ferial de Palermo.

«Desde el primero de septiembre ninguna economía regional en Argentina va a pagar retenciones», dijo allí el ministro y candidato presidencial de Unión Por la Patria (UxP).

«Este es un gran logro para el sector, y por el que veníamos gestionando desde nuestra entidad, y gracias a Martín Hinojosa, presidente del INV (Instituto Nacional de

Vitivinicultura), y a Juan José Bahillo, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, hoy pudimos hacerlo realidad», afirmó en diálogo con Télam Walter Bressia, presidente de Bodegas de Argentina.

En el caso del sector vitivinícola, desde 2021 dejaron de pagar retenciones aquellas bodegas con exportaciones por valores de hasta US$ 500.000 al año, abarcando el 64% de las bodegas.

En tanto, las que exportaban entre US$ 500.000 y US$ 1 millón pasaron a pagar un 2,25% de alícuota en lugar del 4,5% previo, manteniéndose este último porcentaje para las que superen US$ 1 millón.

En lo que respecta al maní, el que posee cáscara pasará a pagar 4% de retenciones en lugar de 4,5%, mientras que se elimina el tributo para el que no posee cáscara, tanto en su variedad «blancheado» (sin piel) como el «confitería» (con piel).

La decisión también fue celebrada por la Cámara Argentina del Maní (AM) porque «ayuda a impulsar impulsar la competitividad de una de las economías regionales más importantes en Argentina, y una de las cadenas agroindustriales que porcentualmente más exporta».

Diego Yabes, presidente de la CAM, destacó en un comunicado que estos dos productos «son exportados a más de 80 países en el mundo», compitiendo con países como Estados Unidos o Brasil «donde no existen este tipo de impuestos distorsivos y, por el contrario, reciben subsidios y reintegros para poder producir más y crecer».

En ese marco, el dirigente empresario pidió que esta decisión se transforme en una política de Estado hacia el futuro, y que «ninguna economía regional vuelva a tener retenciones».

En contraparte, la Asociación Argentina del Girasol (Asagir) lamentó hoy que la oleaginosa no haya sido contemplada dentro de la medida.

La cámara sostuvo que el cultivo se «extiende principalmente en el Norte de nuestro país, en La Pampa y el Sur de Buenos Aires, y las industrias de transformación también tienen una distribución muy regionalizada y constituye un elemento clave para el empleo industrial en sus localidades».

En ese sentido, la Asagir cuestionó que, además de la retención del 7% para el grano, se mantengan las alícuotas en la industria del procesamiento con retenciones de entre el 5% y el 7% para el aceite y los pellets, lo cual provoca que se compita «con desventaja» en el mercado internacional.

«Esto va en desmedro de la agregación de valor industrial, e impide la mejora de los precios percibidos por los productores agrícolas, resultando en un desincentivo para ampliar la superficie de producción», sostuvieron.

Además de la quita de retenciones, en los últimos días el Gobierno puso en marcha un programa de aporte de nutrientes que pondrá a disposición hasta cinco toneladas de urea a alrededor de 77.000 pequeños y medianos productores de trigo y maíz, con una inversión de US$ 30 millones.

Por otro lado, reestableció el Programa de Incremento Exportador, el cual, en su nueva edición, no determina un tipo de cambio diferencial, sino que deja a los exportadores libre disponibilidad sobre el 25% de las divisas que liquiden.

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NI MUUU: ‘Qué culpa tenemos’

La provincia de Buenos Aires enfrenta múltiples desafíos en áreas como infraestructura y educación, pero un nuevo proyecto de ley que busca gravar las emisiones de gases de efecto invernadero ha generado controversia.

 Según expresaron al unísono las entidades del sector productivo, la iniciativa carece de sustento y no aborda los verdaderos problemas que afectan a los productores locales. Así lo manifestó de forma contundente el presidente de la Confederación de Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) Ignacio Kovarsky a El Campo Hoy. 

"Habiendo tantos temas para solucionar; desde infraestructura, educación, un montón de temas para la provincia de Buenos Aires y bueno, acá al parecer lo único que importa es agarrar cualquier tema para grabar con impuestos y recaudar más y soluciones cero". 

El ruralista también afirmó que el concepto de emisión de gases utilizado en la iniciativa es obsoleto y que el enfoque actual debe ser sobre el equilibrio y el balance en lugar de solo la emisión.

Kovarsky destacó que el sistema ganadero argentino, basado en pastizales extensivos, no solo es neutro en términos de emisiones, sino que también contribuye positivamente al secuestro de carbono. 

"Justamente el sistema ganadero de Argentina con pastizales extensivos y demás, y con muy pocos casos de animales en feedlot, ahí es donde vemos que es justamente no solo neutro, sino positivo la cantidad de captación, secuestro del carbono a través de la fotosíntesis de nuestros pastizales respecto de lo que se emite".

En cuanto a la situación del rodeo bovino en encierres a corral, el experto aclaró que "no es el porcentaje, sino el tiempo" que los animales pasan en pastizales antes de ser llevados a engorde en feedlot. "La vaca de cría eternamente está sobre pastizales, que es la mitad o más de la ganadería argentina". Este enfoque resalta la importancia de considerar el ciclo completo de producción en lugar de centrarse únicamente en las emisiones.

Buenos Aires bajo el agua

Sobre el plan de ayuda anunciado por el gobierno nacional, indicó que se está formando una mesa de trabajo que busca coordinar esfuerzos locales. "Sé que se bajó maquinaria; la Provincia hace un tiempo que había aportado, y Nación estaba bajando maquinaria tanto en 9 de julio, Casar es Bolívar y Bragado, por ejemplo". Sin embargo, subrayó la necesidad de acelerar los procesos y concretar las ayudas reales.

Finalmente, mencionó que se está trabajando en un presupuesto destinado al nodo Bragado, aunque se reconoce que "hace falta más: se deben licitar y ejecutar obras complementarias para mitigar inundaciones, que son un problema cíclico en la región. Hay que ejecutarlo con mayor velocidad. Entendemos que van a llegar más dragas ahora creo que en enero, pero hace falta acelerar eso".

El rechazo de CRA

Desde CRA rechazaron el intento de imponer una “tasa al metano bovino”. En una gacetilla dada a conocer ayer, expresaron que "una diputada impulse cobrar un impuesto por los gases que emiten las vacas no es una discusión ambiental: es otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que, lejos de comprender cómo se produce en Argentina, vuelven a atacar al sector que sostiene al país. Como señaló CARBAP, cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción.

La entidad expresó que la ganadería argentina alimenta al mundo, genera miles de empleos y moviliza economías regionales. "Inventar una Tasa Ambiental sobre el Metano (TAMBA) es simplemente seguir esquilmando al que produce, cargando más impuestos sobre quienes ya enfrentan una de las presiones fiscales más altas del planeta. Y, para colmo, sin aportar ninguna solución técnica seria o viable".

Finalmente sostuvieron que desde CRA van a seguir defendiendo la producción, el trabajo y la gente que todos los días sostiene al país, "frente a políticas que solo buscan frenar, castigar y asfixiar a quienes producen". radio Cadena3

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Hay productores que emiten menos GEI: ¿Quiénes son y cómo lo logran?

Un informe de la Red de Carbono de Aapresid revela los puntos en común entre los manejos de mayor eficiencia ambiental. Además: los cultivos que más emiten y las estrategias de mitigación.

La nueva edición del Informe de la Red de Carbono de Aapresid deja un mensaje contundente: los productores que integran la red generan sistemáticamente menos emisiones de gases de efecto invernadero que la media nacional construida en base a información de monitoreos en más de dos millones de hectáreas en todo el país.

En un escenario global donde la huella climática comienza a definir accesos a mercados, precios y exigencias de trazabilidad, contar con evidencia local que demuestre la performance de los sistemas agrícolas argentinos resulta estratégico.

El Informe 2025 de la Red sintetiza la cuantificación de emisiones GEI y balance de carbono de los suelos sobre más de 700 mil hectáreas distribuidas en 16 zonas agroecológicas. Se cuantificaron las emisiones directas e indirectas generadas tranqueras adentro asociadas al manejo agrícola: uso de combustibles fósiles, fertilización, descomposición de residuos, aplicación de insumos y consumo de energía.

EL dato: cuando se comparan las emisiones por hectárea y tonelada generadas los productores Aapresid y un índice nacional en base a 2 millones de hectáreas se observa una diferencia sistemática y favorable para los primeros en prácticamente todos los cultivos.

“Esta brecha se asocia a manejos más eficientes, fertilización ajustada al diagnóstico, menor cantidad de labores y decisiones agronómicas que permiten sostener mayores niveles de productividad con igual o menor uso de insumos”, explica el Informe.

Emisiones según cultivo: ranking y fuentes

En términos generales, las emisiones por tonelada de rinde varían según el cultivo: el trigo se lleva el primer puesto como el cultivo que más emite, seguido por la cebada.

En cuanto a las fuentes de emisión, también varían según el cultivo: en maíz, trigo y girasol están explicadas mayormente por el manejo de la fertilización nitrogenada, mientras que en soja y legumbres, por las labores y el uso de fitosanitarios.

A medida que el rinde aumenta la intensidad de emisiones disminuye. Así, los sistemas que logran convertir más biomasa con la misma inversión tecnológica emiten menos.

Sin embargo, el Informe aclara que “el incremento del rendimiento no constituye por sí mismo una estrategia de mitigación, sino que la mejora ambiental se logra con mayor eficiencia productiva: buenos diagnósticos, optimización del uso de insumos, manejo adaptado al ambiente, planificación de rotaciones, eficiencia en el manejo de plagas y estabilidad productiva en el tiempo”.

¿Qué pasa con el carbono del suelo?

El análisis se complementa con la evolución del carbono orgánico del suelo, un indicador clave de salud y resiliencia. Si bien los incrementos de carbono son modestos incluso en rotaciones intensificadas, gran parte de los sistemas evaluados muestran estabilidad en los niveles de carbono, lo que confirma la capacidad de la Siembra Directa y de las rotaciones diversas para sostener la fertilidad y la estructura de los suelos en el largo plazo. Las mayores pérdidas se registran en esquemas dominados por monocultivos o por secuencias exclusivamente gramíneas o leguminosas, mientras que los mejores resultados se observan en planteos que combinan cultivos de verano e invierno, incorporan cultivos de servicio y mantienen una cobertura continua del suelo.

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Ruralistas piden por las obras de la cuenca del Salado antes de 2030

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) lanzó un fuerte reclamo político hacia los gobiernos municipal, provincial y nacional, en medio de una inundación que ya lleva nueve meses y que afecta gravemente al corazón productivo bonaerense.

En un comunicado, CARBAP responsabilizó directamente a las autoridades por la falta de obras y advirtió que la situación evidencia “promesas incumplidas, demoras injustificadas y absoluta falta de voluntad política”.

Según un relevamiento realizado sobre imágenes satelitales del 11 al 13 de noviembre, en la cuenca del río Salado -que abarca unas 17 millones de hectáreas- 2 millones aparecen inundadas o anegadas y 3,8 millones están afectadas de manera tal que quedaron fuera de producción: sin piso, sin caminos transitables y sin posibilidad de ingreso de maquinaria.

La entidad ruralista fijó un objetivo tan claro como urgente: las obras del Plan Maestro del Río Salado deben completarse por completo antes de 2030. Y definió esa meta como “innegociable”.

“No es un slogan ni un deseo. Es una obligación moral, productiva y social”, afirmó CARBAP.

La organización recordó que el plan no exige tecnologías complejas ni obras extraordinarias: “Hablamos de canales, puentes y obras hidráulicas básicas, para las cuales Argentina tiene ingenieros, técnicos y maquinaria. La capacidad existe: lo que falta es decisión política”.

CARBAP también cuestionó el argumento oficial de la falta de recursos. “Frente a quienes repiten ‘no hay plata’, la respuesta es simple: en esta cuenca sí hay plata; la generan los productores y la recaudan los tres niveles del Estado todos los años”.

Por eso, la entidad exigió compromisos públicos y verificables tanto del Gobierno actual como de los futuros gobernantes para garantizar que el plan se ejecute íntegramente.

El comunicado concluye con una advertencia: “Las inundaciones no esperan. La producción no espera. La familia rural, la educación, la salud, la seguridad y el futuro del interior productivo tampoco pueden seguir esperando”.

FUENTE: Noticias Agropecuarias.

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