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Eliminan restricciones para la exportación e importación de alimentos

20 de enero de 2025

El Gobierno flexibilizó las importaciones de alimentos pata forzar una baja de precios internos, al tiempo que removió trámites para facilitar la exportación y apuntalar la producción local. Lo hizo a través del Decreto 35/24 publicado este lunes en el Boletín Oficial.

El principal objetivo de la resolución es facilitar los controles comerciales e incentivar el comercio y la industria, y deriva en la modificación del Código Alimentario Argentino (CAA). El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, calificó a la medida como una “revolucionaria desregulación”.

“Buscamos alimentos más baratos para los argentinos y más alimentos argentinos para el mundo”, resumió el funcionario en la red social X.

En lo que respecta a las importaciones, el decreto establece que los alimentos con certificación en países de alta vigilancia podrán atravesar las fronteras de Argentina sin restricciones y serán automáticamente incorporados al CAA. Así, se eliminan las obligaciones de registrar y autorizar muestras, productos, establecimientos, depósitos, utensilios y envases que, según Sturzenegger, eran “32 hojas de trámites”.

En el Anexo III del decreto se enumeró los países que cuentan con certificaciones emitidas para los productos que se venden y que, por ello, quedarán eximidos de las exigencias tradicionales: Australia, Canadá, Confederación Suiza, Estados Unidos de América, Nueva Zelanda, Estado De Israel, Japón, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte. También se incluyó a los integrantes de la Unión Europa.

El texto del decreto argumenta la medida busca evitar duplicar controles ya realizados en los países de origen, disminuir costos y agilizar los tiempos para los importadores.

“En los casos de importaciones desde países con los que rijan tratados de integración económica o acuerdos de reciprocidad, la Autoridad Sanitaria Nacional podrá también considerar satisfechas las exigencias de este Código, previa evaluación del sistema de control alimentario en cada país de origen”, se explica en uno de los enunciados del texto oficial.

Para el caso de las exportaciones, prosiguió el ministro en su explicación de la medida, se levantaron “todas las mochilas que le imponía el Estado argentino a los productores de alimentos”. Y agregó: “De ahora en más, no podrá pedirles nada, y solo estará para emitir los certificados que el productor le requiera por ser requerimientos del país importador. El Estado deja de molestar para ponerse al servicio del productor”.

Entre las medidas tomadas, el Gobierno destacó la inscripción en los Registros Nacionales de Productos Alimenticios (RNPA) y la declaración de sellos y advertencias nutricionales, en donde solo se debe completar una declaración jurada de importación.

“En estos meses, innumerables empresas nos comentaron las increíbles peripecias que tenían que sortear para satisfacer requerimientos locales que no eran solicitados por el mercado destino. A un productor que necesitaba certificar una muestra para ver si podía abrir el mercado de Estados Unidos le pedíamos que primero montara la fábrica. A vendedores de ajo que se iba a usar para hacer pasta en Asia les hacíamos medir el tamaño de cada cabeza (sic). En fin….El mandato de Milei es el de sacar al Estado del medio y facilitar la producción”, cerró Sturzenegger.

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Aportes de unos US$ 8.386 millones por retenciones en 2025

En medio de un reclamo cada vez más fuerte para encontrar soluciones a la crisis del sector, golpeado por sequía, la carga tributaria y los bajos precios internacionales, se espera que en 2025 las principales cadenas de granos aporten unos US$ 8.386 millones en concepto de retenciones o derechos de exportación (DEX).

Así lo estableció en un informe la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), quien destacó que en 2024 las seis principales cadenas de granos aportaron en US$ 5.350 millones por retenciones (tomando en cuenta soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo). Esta cifra se ubica un 75% por encima de 2023, y representó el 80% del total recaudado por ese impuesto el año pasado.

Si bien en 2024 la recaudación por DEX se recompuso con relación al año previo, el número quedó por debajo de lo registrado en los años 2021 y 2022. Este fenómeno se explica por una serie de motivos. En primer lugar, por la caída en los precios internacionales, que reducen directamente la base imponible. En segundo lugar, la dinámica comercial, puesto que en el 2024 ocurrieron dos factores determinantes: por un lado, buena parte de las DJVE de la actual campaña se declararon anticipadamente en 2023, por lo que tributaron DEX el año pasado a pesar de exportarse este año; y por el otro, este año el anote de DJVE anticipadas para la campaña próxima estuvo bastante por debajo del promedio de los últimos años, lo cual también redujo el aporte.

De este total, el complejo soja representó US$ 4.319 millones, incluyendo el pago de derechos de exportación por ventas externas de poroto, harina y aceite de soja, así como también el pago de DEX por las exportaciones de subproductos obtenidos de poroto importado. 

En segundo lugar, con un aporte de US$ 567 millones en DEX, se ubica el complejo maicero. El tercero es el complejo trigo, con un aporte estimado de US$ 243 millones. A continuación, se ubicaron los complejos de cebada, girasol y sorgo, con aportes que rondaron los 135, 60 y 25 millones de dólares, respectivamente.

Proyección para 2025

Para el año próximo, se anticipa un repunte en la recaudación en este ámbito. Bajo el esquema de alícuotas vigentes, los precios FOB actuales y las estimaciones de producción y exportaciones a la fecha, se estima que la recaudación por DEX en el nuevo año alcance US$ 8.386 millones. Esto significa un fuerte aumento de casi 50% respecto del monto recaudado en el año que cerró. 

Cabe mencionar que en el cálculo de DEX para el próximo año se supone que el registro de DJVE anticipadas vuelve a exhibir un patrón similar al de los años previos, cuando los exportadores comenzaban a registrar anticipadamente ventas al exterior varios meses antes de iniciadas las nuevas campañas. Si, por el contrario, el comportamiento que se vio este año en el cual los exportadores no realizan ventas externas con tanta anticipación, el aporte por DEX se vería reducido. (DIB)

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Ruralistas pedirán una audiencia con el Ministro de Economía

La decisión se tomó luego de la reunión de la Mesa de Enlace en CRA , en la cual participó el presidente de la entidad Lucas Magnano, acompañado por el Secretario Mario Raiteri y el Gerente Marcelo Espinosa; entre otras autoridades.

Se analizó la crítica situación que atraviesa el sector, debido a esto, los dirigentes de la Comisión de Enlace definieron solicitar una audiencia con el Ministro de Economía y el Secretario de Agricultura, con el fin de exponer la crítica situación del campo y solicitar un alivio fiscal inmediato, a través de la reducción de impuestos que permita a los productores hacer frente a los costos crecientes, mantener sus actividades y la eliminación de los derechos de exportación.

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Oruga de la espiga en maíz:¿Qué hacer ante daños en tecnologías Bt?

Ante el aumento de casos de fallas en el control de plagas en maíz Bt  con la proteína Vip3A, la Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM) acerca algunas recomendaciones para saber cómo actuar en esta campaña maicera 24/25.
Daño de Helicoverpa zea en espiga de maíz.
La oruga de la espiga (Helicoverpa zea) está ganando terreno en los lotes de maíz, generando inquietud entre los productores. La tecnología Bt en maíz es una herramienta clave para el control de esta plaga y otros lepidópteros, ya que permiten al cultivo producir proteínas (Cry y Vip) con efecto insecticida.  

Si bien estas biotecnologías siguen siendo fundamentales para el control de esta oruga, conocida por su daño en los granos superiores de la espiga, su presencia plantea preguntas sobre la efectividad de las proteínas disponibles y cómo manejarlas. Frente a esta situación, la Red de Manejo de Plagas (REM) de Aapresid tomó cartas en el asunto para conocer más sobre el comportamiento de este insecto en la última campaña y cómo actuar ante posibles fallas de control.

¿Qué está pasando a campo?

Según la reciente encuesta de la REM, el 36,8% de los productores con maíces tempranos y el 44,6% con maíces tardíos identificaron a la oruga de la espiga como la principal plaga en la campaña 2023/24. Aunque históricamente se consideró una plaga secundaria, su impacto ha crecido significativamente, especialmente en lotes con eventos Bt -como la proteína Vip3A- que representan casi el 60% de los maíces sembrados por productores socios de Aapresid, alcanzando el 82% en el NEA. 

La empresa desarrolladora del evento, realizó los estudios confirmatorios de cambio de susceptibilidad de H. zea a la proteína Vip3A y se reportó los resultados de control parcial a las agencias regulatorias. 

Los mapas de la REM también reflejan el crecimiento poblacional de esta oruga en la última campaña en prácticamente todo el territorio maicero nacional. En consulta con especialistas como Alejandro Vera, entomólogo de la EEAOC, destacó que además de su mayor presencia en el campo H. zea podría estar mostrando cambios en sus hábitos, como la puesta de huevos sobre las hojas además de los estigmas (la ‘barba de choclo’ de las espigas), aunque aún faltan más investigaciones para corroborar esto. “Es fundamental ajustar los monitoreos, principalmente en la etapa R1 que es cuando los estigmas se hacen visibles, y posicionar los productos adecuados en el momento justo para complementar a la tecnología Bt. Si trabajamos en este sentido, no tendríamos que fracasar”, subrayó.

¿Cómo actuar frente a una posible falla de control?

En cada campaña, algunos productores detectan daños inusuales en lotes con tecnología Bt que deberían haber sido controlados. La mayoría de las veces, estos casos resultan ser "falsas alarmas", y tienen que ver más bien con errores en el uso de híbridos o refugios, y posibles factores climáticos adversos. Por eso, ante sospechas es clave seguir los siguientes pasos:

1- Comunicación con el semillero: el productor o asesor debe informar cualquier daño sospechoso para activar un análisis detallado y notificar a las Agencias Reguladoras en el caso que se confirme la sospecha. 

2- Análisis a campo: técnicos del semillero visitan el lote para identificar la causa del daño. En esta etapa, se evalúan factores como la identificación de la plaga, niveles de consumo de proteína Bt, posibles migraciones de larvas grandes desde plantas cercanas, entre otros.

3- Investigación avanzada: si se confirma la sospecha de fallas en el control, la empresa desarrolladora del evento debe profundizar en la investigación a campo y laboratorio para determinar si realmente ha ocurrido un cambio en la susceptibilidad de las poblaciones a la proteína Bt. 

Tecnología Bt: aún una aliada clave

A pesar de los desafíos, la proteína Vip3A sigue ofreciendo un alto nivel de control sobre plagas como el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y el barrenador del tallo (Diatraea saccharalis), para las cuales no se han reportado fallas significativas.

El manejo adecuado de estas tecnologías es clave para retrasar la evolución de resistencia en las plagas objetivo. Dentro de las estrategias integradas más importantes están el monitoreo constante y la adopción de refugios y, de ser necesarios tratamientos químicos, el uso adecuado de insecticidas para un control en tiempo y forma, antes que la larva ingrese a la espiga.

Prolongar la utilidad de estas herramientas requiere el compromiso de todos los actores: productores, asesores y semilleros. Actuar a tiempo y con las estrategias adecuadas es el camino para proteger las tecnologías Bt y garantizar su efectividad en campañas futuras.
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