9 de junio de 2020

Si bien el servicio de limpieza comienza a normalizarse lentamente, el reclamo vecinal por la higiene urbana se hace sentir, como en el barrio Punta Mogotes que la recolección no volvió a la frecuencia previa al conflicto con los recicladores informales, que se extendió durante casi todo el mes de mayo.

En demanda volver a la actividad y de un subsidio para paliar los efectos del aislamiento, los recicladores bloquearon el predio, por lo que los camiones recolectores no podían ingresar a descargar los residuos.

La protesta fue levantada el 16 de mayo, luego de un compromiso formal del municipio de proveer indumentaria para trabajar, a construir un playón para cargar objetos reciclables en vehículos y a aportar generadores para carreros y cartoneros. Además, se prometió disponer galpones de acopio y consensuó con Ceamse la puesta en condiciones de la planta de la cooperativa Cura.

En la misma línea, el municipio volvió a fomentar la separación de residuos. Según informó, los martes y viernes deberán sacarse los residuos reciclables, aquellos que van en las bolsas verdes. El resto de los días deberá sacarse la bolsa negra, con los desechos no reciclables.