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Festival de surf con tablas largas
18 de enero de 2021
Ana, de 33 años, abraza a Daniel Gil, de 75, uno de los pioneros del surf en el país, y ambos saltan, abrazados, festejando el triunfo de la chica en categoría Damas del Ala Moana Log Fest. La pupila, efusiva, agradece al maestro pero, en este caso, no es una historia más entre alguien que inspiró y alguien que aprendió. El apellido de Ana es Chudnenko y nació en Moscú. “A los 9 años mis padres se vinieron desde Rusia para buscar una mejor vida en este país y cayeron en Mar del Plata. Yo conocí el mar por primera vez, amigos me metieron a surfear a los 12 y fue amor a primera vista. Aprendí en la academia de Daniel (Gil) y nunca más dejé. Gané el título argentino de longboard –tablas largas- en 2012 y hoy soy campeona rusa de tabla corta. Corro en ambas modalidades, pero el longboard es algo especial. Por eso, para este evento, me preparé de forma especial, hace días. Porque los logs son aún más grandes (minímo 2m75 metros) y tienen no sólo otro estilo de riding sino también una propia historia y formas, que a mí me atrapan. Es el pasado y volver a la esencia del surf”. Ana, por su castellano, locuacidad y pasión, parece una argentina más cuando habla de su historia y, puntualmente, de la segunda edición que cautivó en el balneario 3 de Chapadmalal (Escuela Chapatrapa).

La rusa Chudnenko enloqueció tras el triunfo en categoría Damas
“Nos gusta crear escenarios para darles lugar y reconocimiento a todas las distintas tribus del surf. Esta vez les tocó a los loggers y su arte arriba de las tablas”. Fernando Aguerre, el argentino que logró la inclusión del surf en los Juegos Olímpicos, está parado viendo cómo su esposa corre la final de Damas mientras cuenta cómo nació la idea de esta nueva movida del surf nacional, un festival que –auspiciado por Quiksilver, Roxy y Ford- tuvo la magistral musicalización de DJ Cofla, juntó alimentos no perecederos que fueron donados para un comedor de Chapadmalal y terminó con un emotivo homenaje a Hugo Pedernera, conocido como el “médico de los surfistas”,quien hace poco más de dos meses falleció –a los 58 años, por una falla cardíaca- en esta misma playa, mientras hacía lo que amaba, surfear. Aguerre ideó este reconocimiento que incluyó una placa que fue descubierta en el acceso a la playa en presencia de los familiares del querido integrante de la familia del surf argentino.

Martín Pérez camina sobre la tabla, llega a la punta y se para, dejando que sus diez dedos de los pies queden“colgando”, vuelve caminando hacia atrás, mete el cambio de dirección del tablón haciendo un cambio de pasos y sigue en la ola con estilo. Más que un surfista, parece un bailarín que danza sobre la tabla. Y sobre las olas. La gente, desde la playa, lo premia con aplausos y los jueces, con la victoria en la categoría Hombres. Es el triunfo que esperaba hace rato. “Espantamos algunos fantasmas que andaban por mi cabeza… Ganar este evento es especial. Por lo que significa para mí y sobre todo por el contexto, por compartir un torneo así, que siempre quisimos tener, con los mejores, con los legendarios… Es una forma de recoger los frutos luego de tantos años en tablas largas. Hoy nos dan nuestro lugar y nosotros, a la vez, no los ganamos”, explica. En su tabla está el 10 por Diego y también en su remera. Y, más allá del amor y la valoración por Maradona, el surfista de 33 años nacido en Miramar lo ve como una señal. “Un indicador de que tal vez pueda ser mi año para ganar el décimo campeonato nacional de longboard”, explica.
Como remarca Chudnenko, las tablas largas son otra cosa y requieren un estilo completamente distinto. “Mucha paciencia y una técnica depurada, casi invisible… Lo ves y van relajados pero haciendo presión en los lugares de la tabla que se requiere. El estilo, la fluidez y la elegancia tienen más importancia que en tabla corta, disciplina en la que se busca la velocidad, la explosión y las maniobras fuertes. Justamente, eso es lo mío. El log es lo opuesto a mi estilo, pero decidí participar para ponerme en un lugar incómodo y probar otra cosa, algo que me encanta. Yo había participado de un torneo de longboard como hace 20 años y hoy me di cuenta que me cuesta todo, aunque logré pasar una serie, que no es poco…”, relata Martín Passeri, el más ganador de la historia en tabla corta –seis títulos nacionales de Open-, quien sorprendió a todos con su participación en un evento que se corrió con tablas de más de 9 pies y una sola quilla, con criterios de juzgamiento que premiaron más el arte arriba de la tabla que las mejores maniobras. Lo único que se permitió fue el uso de leash (pita que une al surfista y la tabla). El tamaño de las olas hizo que, luego de una reunión entre los riders y la Asociación Argentina de Surf que fiscalizó el evento, se autorizara como excepción.

Jay Cianciarulo homenajeó a Diego entrando con una hermoso tablón ploteada en su honor.
“Siento emoción de estar en un torneo así. Porque antes no había y hoy incluso existen pocos en Latinoamérica. Porque esto es Log, más que longboard. Es un estilo clásico de los años 60 y 70 y esto es un volver a las raíces, a cómo comenzó todo… Tiene que ver con la onda de Ala Moana, un surfshop innovador en su época que nunca dejó que olvidáramos lo que pasó y hoy sigue en Mardel. Mi viejo, por caso, era uno de los pocos que corría en longboard hace décadas y hoy está acá, con nosotros, viendo este festival copado en el que corrimos dos de sus hijos”, cuenta Daniel Gil (36 años), nueve veces campeón argentino de longboard, quien salió tercero, un puesto atrás de Surfiel (23), el reciente rey nacional de la categoría.
“Es un sueño ver algo así. Es un premio a la vida. Los surfistas somos premiados por esta vida porque podemos hacer un deporte que nos forja como personas. Y, en mi caso, estar acá, con mis hijos, viendo el resurgir de los logs, siendo parte de esta renovación”, admite Daniel Sr, hijo del empresario que fuera presidente y vicepresidente de Boca Juniors en los años 40 y 50, quien justamente lo mandara a Perú con el equipo profesional para que surfeara por primera vez en 1963…
Otra época, la época de las tablas largas, que un día volvieron a ponerse de moda y a ser protagonistas de un hermoso torneo en Mar del Plata que demostró que las raíces del surf están más fuertes que nunca.
Colaboración Julio Mozo
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PSG se consagró campeón de la Copa Intercontinental 2025
PSG y Flamengo empataron 1-1 y en la tanda de penales se lució el arquero ruso Matvey Safonov atajando cuatro disparon para que su equipo se consagre campeón de la Copa Intercontinental 2025 por un escueto 2-1. El gol del conjunto parisino lo marcó Khvicha Kvaratskhelia y lo igualó Jorginho en el complemento.
Con una enorme convocatoria en en el Estadio Áhmad bin Ali en Qatar, los de Luis Enrique levantaron un nuevo trofeo y lograron el sextete en 2025.
El encuentro comenzó con ambos equipos estudiándose, pero sin lastimarse en lo más mínimo.Los dos mostraron su típica presión alta y constantes salidas jugando desde abajo, pero en esto el Mengao lo hacía de una forma más arriesgada.
Debido a esto y desde una mal posicionamiento, Fabián Ruíz había marcado el 1-0 a los 11 minutos, pero el VAR lo anuló.
PSG continuó creciendo con el correr de los minutos y una jugada aislada por derecha, culminó con un centro de Joan Neves que Agustín Rossi no pudo despejarla y Kvaratskhelia la mandó adentro para el 1-0 a los 38 minutos.
En el complemento el conjunto de Felipe Luis salió con otra actitud y empezó a inquietar a los campeones de la última Champions League.
En uno de sus embates, Marquinhos le cometió un infantil penal a Giorgian De Arrascaeta y Joginho lo cambió por gol a los 62 minutos.
El tramo final de los 90 minutos fue dominado, en parte, por Gonzalo Plata que empezó a ser un factor en ataque, pero su equipo no pudo culminar ninguna jugada.
En la última jugada del partido Marquinhos tuvo la victoria, pero su disparo no salió hacia el arco y le quedó a Rossi que estaba lejos de los tres palos.
El primer tiempo del alargue fue íntegro del PSG ante un Flamengo que se quedó sin pierdas, pero que encontró en su arquero las respuestas para mantenerse en partido.
El segundo tiempo extra continuó con la misma tónica con los de Luis Enrique siendo los amplios dominadores.
Las constantes fallas de los delanteros del equipo francés en el último tercio de la cancha hicieron que todo se definiera en los penales.
En los disparos desde los doce pasos Safonov se los atajó a Saúl Ñíguez, Pedro, Leo Pereira y Luiz Araújo. El único que le marcó fue Nicolás de la Cruz.
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Horacio Zeballos es campeón del mundo de dobles
Este miércoles, la Federación Internacional de Tenis (ITF) proclamó al marplatense Horacio Zeballos y el español nacido en Barcelona, Marcel Granollers Campeones del Mundo de dobles masculino. Nunca antes tenistas de Argentina y España habían recibido esta tan prestigiosa distinción.
Durante el 2025, Zeballos y Granollers ganaron sus dos primeros títulos de Grand Slam, triunfando en Roland Garros y el Abierto de los Estados Unidos. Además, la pareja obtuvo otros tres títulos en el ATP Tour (Bucarest, Madrid y Basilea) y alcanzó las semifinales de Wimbledon.

Este reconocimiento le llega a Zeballos -nacido en Mar del Plata- a los 40 años y con 22 como tenista profesional. El catalán Marcel Granollers no le va en saga, en abril cumplirá 40 y también es profesional desde el 2003.
La ITF también consagró Campeones del 2025 en singles a la bielorrusa Aryna Sabalenka y al italiano Jannik Sinner, mientras que en dobles femeninos las italianas Sara Errani y Jasmine Paolini repitieron la distinción del año pasado.
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Thiago Passeri se consagró subcampeón mundial Sub-16 en Perú
Thiago Passeri se consagró subcampeón Sub-16 en el Mundial Junior de Surf 2025, y repitió presencia en el podio tras el bronce conseguido en 2024 y se consolidó como la nueva figura del surf argentino.
Desde la costa de Mar del Plata hasta las olas de Perú, la historia de Thiago se escribe con determinación y disciplina. Hijo del legendario Martín Passeri, el multicampeón nacional y referente del surf argentino, Thiago no se limita a heredar un apellido: lo hace propio, sumando esfuerzo, constancia y madurez a cada maniobra.
“Tal vez sea todo demasiado rápido, quizás inesperado, por enfrentarme a gente más grande, con más experiencia. Pero lo disfruto y aprendo, y me motivo”, confesó, lejos de cualquier queja, con la tranquilidad de quien sabe que el resultado es apenas un reflejo de un proceso.
El torneo en Punta Rocas fue un desafío de principio a fin. En la final compartió la batería decisiva con dos australianos y un brasileño. Comenzó relegado, pero reaccionó con olas que rozaron la perfección, alcanzando un puntaje de 16,57 y quedando apenas detrás del australiano Ocean Lancaster. Un resultado que, más que un premio, confirmó su camino: un joven que no sólo compite, sino que aprende, se supera y mantiene la calma en el epicentro de la competencia mundial.
Desde sus primeros pasos en el surf a los 12 años, Thiago ha seguido un recorrido de crecimiento constante. En 2024 compitió en nueve países, tomó 26 aviones, participó en 21 torneos, alcanzando 24 finales y 16 primeros puestos. Cada viaje, cada entrenamiento y cada caída fueron asumidos como parte de un aprendizaje que combina pasión y responsabilidad. Junto a su padre y entrenador, Martín, Thiago ha construido una relación que trasciende la técnica: “Yo estoy para guiarlo y ayudarlo a levantarse cuando se caiga. Thiago entiende esta relación”, explicó Martín, y Thiago confirmó: “No siento presiones por quién fue mi papá. Al contrario, es un faro”.

El surf de Thiago combina potencia, control y lectura de la ola. Desde Mar del Plata hasta Punta Rocas, sus movimientos reflejan instinto, inteligencia y un trabajo minucioso. Cada maniobra es parte de un proceso que incluye psicólogo, nutricionista, movilidad y prevención de lesiones: un adolescente que vive como profesional, con la madurez de quien sabe que el éxito llega de la constancia, no de la casualidad.
El vínculo con su ciudad natal también pesa en su formación: Mar del Plata no es solo su cuna, es la base de una identidad que se refleja en la calma con la que encara cada competencia. Allí están sus amigos, su familia y la memoria de un padre que abrió puertas al profesionalismo argentino, dejando una huella imborrable. Thiago, con cada ola, honra esa historia y proyecta la propia.

Su rendimiento internacional y su compromiso ya despertaron la atención de marcas y referentes: Quiksilver y DC Shoes lo acompañan desde los nueve años, confiando en su talento y en la guía de Martín. Cada viaje, cada torneo, cada medalla es una pieza más de un rompecabezas que tiene un objetivo: llegar al Championship Tour, al circuito profesional donde compiten los 34 mejores del mundo, y más allá, representar a Argentina en Los Ángeles 2028, cuando el surf será olímpico.
Pero más allá de proyecciones y récords, Thiago muestra algo que trasciende el deporte: humildad, madurez y disfrute del momento. Cada abrazo con su padre, cada ola dominada, cada podio alcanzado son reflejos de un camino que comenzó en las playas de Mar del Plata y que, ahora, lo proyecta hacia el mundo. La medalla de plata en Punta Rocas no es solo un logro: es la confirmación de una saga familiar, de un joven que respeta la herencia y al mismo tiempo escribe su propia historia.

Thiago Passeri no es solo un surfista. Es un hijo de Mar del Plata que cabalga olas, desafíos y sueños, un adolescente que ha aprendido que el talento se combina con disciplina y que la grandeza llega con esfuerzo, paciencia y pasión. Cada campeonato, cada viaje y cada ola superada no son finales, sino capítulos de un relato que recién comienza, y que promete brillar con la fuerza de un mar inagotable. DIB

