CARTA DEL LECTOR
La gestión de la basura (*)
16 de marzo de 2025
Frente a la problemática ambiental, la inmensa mayoría de las personas parecen resignarse a la pasividad, suponiendo que enfrentarla requiere de mayores sacrificios económicos y de traumáticos cambios de costumbres.
Parecen esperar que la cuestión ambiental se resuelva mágicamente y no perciben que no sólo podemos y debemos reducir drásticamente nuestro impacto sobre los sistemas naturales, sino que también podríamos basar en ello un nuevo modelo de desarrollo.
La gestión integral es un sistema de manejo de los residuos sólidos urbanos (RSU) que, basado en el desarrollo sostenible, tiene como objetivo primordial la reducción de los residuos enviados a disposición final. Ello deriva en la preservación de la salud humana y la mejora de la calidad de vida de la población, como así también el cuidado del ambiente y la conservación de los recursos naturales.
La Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU) se impuso como el método adecuado para el manejo de los RSU luego de años de estudio y numerosas experiencias realizadas en el mundo.
La gestión integral de RSU está dirigida a disminuir los residuos generados, que son consecuencia inevitable de las actividades humanas, como medio idóneo para reducir sus impactos asociados y los costos de su manejo, a fin de minimizar los potenciales daños que causan al hombre y al ambiente.La gestión inadecuada de los desechos está produciendo la contaminación de los ríos y mares, obstruyendo los drenajes y causando inundaciones, transmitiendo enfermedades, aumentando las afecciones respiratorias por causa de la quema, perjudicando a los animales que consumen desperdicios, y afectando el desarrollo económico, por ejemplo, al perjudicar el turismo.
Hay investigaciones que indican que invertir en la gestión sostenible de los residuos SI tiene sentido desde el punto de vista económico. Los desechos no recogidos y mal eliminados tienen un impacto significativo en la salud y el ambiente.
El costo de abordar este impacto es muy superior al costo de desarrollar y poner en funcionamiento sistemas sencillos y adecuados de gestión de los desechos.
Para esto es necesario implementar en los Municipios, un proceso de ordenamiento ambiental participativo del territorio que permita decidir qué se va a hacer, por qué, dónde y cómo. Se deben discutir modelos vigentes de producción y consumo, calidad de vida, empleo e inclusión, economías regionales, costos ambientales y sociales, para, entre todos los sectores, encontrar caminos que se transiten con previsibilidad, reglas claras, límites precisos, controles estrictos y sanciones justas.
El 7 de marzo del 2022 publique la siguiente nota “El lento reciclaje en Argentina”, cuya propuesta fue actualizada debido a que no se me ha prestado atención ni nadie me ha dicho si estoy equivocado y en donde propongo: Lo que yo digo se basan en tasas e impuestos que ya existen como impuestos municipales basados en la recolección de la basura, NO hay que crear nuevos… Les dejo una idea para implementar en Carmen de Areco – Provincia de Buenos Aires o algún otro municipio. Además de los municipios de las distintas provincias y en la Nación para que el proceso se convierta en un proceso integral. No deberían crearse nuevos impuestos por el momento, ni sacarle más dinero al contribuyente.
¿Qué es lo que propongo?
Seguramente, el impuesto que se paga deja una ganancia determinada. Lo que digo es sobre esa ganancia en el corriente año 2025 separar un 20 % para invertirlo en campañas sobre el reciclado de basura, implementar campanas de educación ambiental en las escuelas, y como mejorar el servicio, ente otras acciones.
Este porcentaje para incentivar el reciclaje en los municipios debe estar apoyada por ordenanzas municipales que deberían modificar el incremento cada dos años. Si se comienza con el 2025 con un 30 %, en el 2027 debería incrementarse al 50 %, en el 2029, subirlo al 70 %. Esta acción llevada a cabo con la basura, también podría implementarse en otras problemáticas ambientales como es el agua y las energías. Si hay algún economista que cree que esto no es viable y me explica los motivos, estaría muy interesado en escucharlo con atención.
Si no se toman medidas, el país se encaminará peligrosamente al aumento de los desechos y una contaminación extraordinaria. Se pagaría un precio aún más alto que el actual en términos de vidas, medios de subsistencia y el ambiente.
Ya hay muchas soluciones para cambiar esa tendencia. Lo que hace falta es una acción urgente a todos los niveles de la sociedad. El momento de actuar es ahora.
(*) Cristian Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista).
CARTA DEL LECTOR
CARTA ABIERTA A LOS COMERCIOS E INMOBILIARIAS DE MIRAMAR
Estimados comerciantes e inmobiliarias
Muchos turistas estamos preocupados por el creciente problema de motos con escapes libres y explosiones que se escuchan hasta la madrugada. Esta situación afecta descanso, la seguridad y la imagen de Miramar como destino tranquilo.
Además, ya esta corriendo la bola entre quienes veranean aquí, y varios comentan que podrán elegir otros destinos so no se controla. Sería una pena que la ciudad pierda visitantes por algo que puede resolverse con controles adecuados.
Por eso, creemos que quienes viven directamente del turismo en Miramar pueden tener un papel importante conversando con las autoridades correspondientes para que tomen medidas y se restablezca la tranquilidad de todos.
Cuidar la tranquilidad de Miramar es responsabilidad de todos.
Firma. Un turista más
Foto ilustración
NdR: a la queja de los vecinos por los ruidos de las motos por la noche en las avenidas, se de suma la inexistencia de controles por falta de cascos y el expendio de naftas en algunas estaciones de servicios a motociclistas que no lo utilizan para su seguridad.
CARTA DEL LECTOR
‘No le damos importancia a la problemática ambiental’
Bajo el título 'No le damos importancia a la problemática ambiental', Cristián Frers, Técnico Superior en Gestión Ambiental y en Comunicación Social, nos hizo llegar una nota sobre conciencia ambiental, que dice textualmente:
La falta de interés por el medio ambiente puede deberse a diversos factores, incluyendo la falta de percepción de los problemas, la distancia con la naturaleza, el individualismo y el consumismo, así como la falta de información y educación ambiental. Es un problema complejo que involucra factores psicológicos, culturales, económicos y sociales. Para fomentar una mayor preocupación, es necesario aumentar la sensibilización, promover la educación ambiental y abordar los intereses que obstaculizan la acción climática.
Se cree desde hace un tiempo que la gente se muestra a favor de la conservación de la naturaleza, que considera que el deterioro de la misma es un problema grave y que piensa que alguien debería hacer algo al respecto con urgencia. Aunque también se tiende a aceptar una responsabilidad difusa en la que los culpables somos todos y a expresar que la capacidad de actuar esta en unos pocos: Los profesionales relacionados con la problemática ambiental y el gobierno, es decir, los que SABEN y los que tienen el PODER.
He dedicado los últimos treinta años de mi vida al periodismo ambiental, escribiendo artículos sobre educación ambiental, contaminación de ríos y mares, implementación de políticas ambientales tanto locales como provinciales y nacionales, las consecuencias del cambio climatico, la implementación de la educación ambiental en las escuelas y en los colegios, la protección de la biodiversidad tanto vegetal como animal, entre otros. Algunas veces siento como si observara una lenta extinción y un panorama interminable de lo podría ser el del mundo, tal como lo conocemos.
No quiero decir que la tierra esté a punto de colapsar pero, en los próximos cien años, la que la hereden puede ser muy diferente: La temperatura está aumentando con fenómenos meteorológicos cada vez más violentes, los glaciares y los hielos de los polos están desapareciendo, muchas especies vegetales y animales ya no existen, solamente se las pueden ver en los museos como un recordatorio de lo que fueron, la composición química de los océanos está cambiando como la capacidad de los bosques para almacenar carbono.
Durante todos estos años me he preguntado: ¿Estamos implementando soluciones o simplemente estamos dispuestos a seguir con las acciones que en primera instancia causaron problemas?La respuesta es sencilla: nosotros, como especie humana, estamos fallando con respecto a los problemas ambientales, ya sean pequeños o grandes, me refiero a: la biodiversidad, los océanos, la deforestación, el agua, la política ambiental, la educación ambiental, la economía ambiental y el cambio climatico.Al día de hoy, los líderes políticos, tanto locales, como provinciales y nacionales, los dirigentes industriales y empresariales, los que tienen el poder en los medios de comunicación y la gente en general ven los temas ambientales, más como una molestia, que como una oportunidad para proteger la belleza del mundo que hemos heredado. Ven un conflicto entre el medioambiente y la economía. Ellos no entienden que el mundo, en solamente los últimos 50 años, ha cambiado drásticamente y que, sin un medio ambiente sostenible, nosotros, como especie, estamos llevando al mundo al desastre.Así que la responsabilidad es nuestra.
No podemos simplemente quejarnos de nuestros gobiernos, con sus cabezas metidas en la arena, o de las corporaciones que están deseando perfectamente agotar los bosques para obtener más altos márgenes de ganancia, todo en nombre delprogreso. No podemos regodearnos en la desesperanza, pero necesitamos movernos, estar ocupados y comenzar a efectuar cambios, ya sean éstos locales o regionales. Necesitamos comenzar a hablar y principalmente a actuar acerca de estos temas más franca y abiertamente, apoyar a los medios de comunicación y a la gente que actualmente exploran la complejidad de los temas ambientales y presionar nuestros gobiernos a través de acciones democráticas.Estamos muy enfermos, y no nos damos cuenta. Enfermos de soberbia, de materialismo, de codicia. Pero podemos reaccionar. Podemos hacer un examen de conciencia; entrar en conversiones con nuestro ser profundo, con la parte elevada que hay dentro nuestro y ver si podemos cambiar, aunque sea en algo. Antes de que sea demasiado tarde.
Si la Tierra está molesta, cada vez más enojada, es por culpa de todos. Cada vez le hacemos más daño. Y cuando la culpa es de todos, no significa que ella no sea de nadie en particular. Es de cada uno, según su grado de responsabilidad.
Firma Cristián Frers, Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista)
CARTA DEL LECTOR
Adicción a las pantallas: salud mental en peligro
Nunca estuvimos tan conectados… ni tan solos. La adicción a las pantallas se ha instalado en nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Afecta a adolescentes, adultos y hasta niños. Y está poniendo en peligro algo esencial: nuestra salud mental.
Saltamos de una app a otra, de una notificación a un video, del celular al televisor y otra vez al celular. Dormimos con el teléfono al lado, comemos mirando una pantalla, trabajamos sin pausa entre chats, mails y reuniones virtuales, viviendo en un mundo de fantasía y obteniendo información de lugares remotos que nada nos incumben.
El problema no es la tecnología. El problema es que no saber parar. La adicción a la pantalla en los jóvenes está compitiendo con la adicción a las drogas y sobre todo en los menores de 15 años los padres asustados cuando los niños arman berrinches y les quitan el teléfono acuden cuando ya es tarde a pedir ayuda al psiquiatra.
Este uso compulsivo y constante tiene efectos claros: ansiedad, insomnio, irritabilidad, aislamiento, baja autoestima. Y lo más alarmante es que estos síntomas están apareciendo a edades cada vez más tempranas. Los adolescentes viven comparándose en redes sociales y perdiendo contacto con su mundo interno. Y los adultos no estamos tan lejos: llenamos el silencio con estímulos, sin espacio para la introspección.
Tampoco hay límite entre la vida personal y laboral. Vivimos en estado de alerta, siempre disponibles, siempre conectados, pero cada vez más desconectados de nosotros mismos. La mente sobreestimulada no descansa. El cuerpo tampoco. La salud emocional se deteriora cuando no hay pausas reales, cuando no hay respiro. ¿La solución? No es apagar todo y mudarse al campo. Es recuperar el equilibrio. Reaprender a usar la tecnología a nuestro favor, sin que nos controle.
Desde El Arte de Vivir, hace más de dos décadas enseñamos técnicas de respiración, meditación y manejo de la mente. Herramientas prácticas, accesibles, que permiten cortar con la inercia del ruido y reconectar con el momento presente. Porque cuando aprendés a calmar la mente, bajás el nivel de ansiedad. Cuando respirás conscientemente, recuperas claridad. Cuando meditás, volvés a vos.
El poder de decidir sobre nuestros deseos e impulsos sólo es posible con una mente serena. Solo con una mente en calma podés decir: ‘No voy a sacar el teléfono del bolso’ o ‘Este fin de semana voy a responder mensajes solo por la mañana o por la noche, y no voy a entrar a las redes’. Pero cuando la mente está agitada, te arrastra. La adicción toma el control, y perdemos la libertad de elegir.
Tips prácticos para reducir la adicción a las pantallas
● Realizar actividad física o yoga diariamente para calmar el cuerpo y liberar tensiones.
● Incorporar meditaciones cortas cada día para entrenar la mente y cultivar la atención plena.
● Establecer horarios de uso de pantallas, ya sea autoimpuestos o definidos por adultos responsables.
● Reducir el consumo de azúcar o alimentos excitantes, ya que aumentan la ansiedad y la impulsividad.
● Para menores, usar herramientas que limiten el tiempo de uso del dispositivo de forma clara y sostenida.
● Reconocer la adicción es el primer paso. Si se vuelve inmanejable, buscar ayuda profesional.
● Usar la cama únicamente para dormir: evitar el televisor, la tablet o el celular en ese espacio.
Los resultados demuestran que estas técnicas milenarias patrimonio cultural de la humanidad, reducen el estrés en un 56%, disminuyen la ansiedad en un 71%, y eliminan la depresión en un 67%. Además, elevan el sistema inmunológico, mejorando los niveles de presión sanguínea, aumentando las enzimas antioxidantes, mejorando el foco mental, y ayudando a lograr un sueño profundo hasta tres veces más reparador. Con nuestro equipo ofrecemos acompañamiento personalizado y grupal para niños y adultos que necesitan recuperar el control sobre sus hábitos y su bienestar emocional.
Beatriz Goyoaga, Instructora y Coordinadora de El Arte de Vivir

