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A 45 años de la gesta de Guillermo Vilas en el US Open
11 de septiembre de 2022
Se cumple un aniversario del momento de consagración del gran tenista argentino, cuando derrotó a Jimmy Connors para conquistar el US Open, su segundo Grand Slam en tres meses de un año soñado, pero en el que no recibió la recompensa que merecía: el número uno del mundo.
Un 11 de septiembre de 1977, hace 45 años, Guillermo Vilas ingresaba en el Olimpo del deporte argentino cuando asombraba al mundo al ganarle al estadounidense Jimmy Connors por 2-6, 6-3, 7-6 (7-4) y 6-0, para conquistar el US Open, su segundo Grand Slam en tres meses de un año soñado, pero en el que no recibió la recompensa que merecía: el número uno del mundo.
En ese contexto, Vilas ya había asombrado al mundo tres meses antes, el 5 de junio de 1977, cuando ganó Roland Garros, y en Nueva York dejó muy claro que fue el mejor de todos esa temporada, con una actuación deslumbrante en el abierto que se jugó por última vez en Forest Hills y a partir del año siguiente se mudó a Flushing Meadows.
El crack de la vincha era un perfeccionista, de personalidad obsesiva y ganadora, aunque por sobre todo un tenista extraordinario, y luego de iluminar París con su “zurda” se preparó como nunca para conquistar su segundo Grand Slam y lo consiguió con una actuación que mantuvo en vilo a un país que seguía sus hazañas por televisión, mientras descubría lo que era el tenis.
El extenista, nacido un 17 de agosto de 1952 en la Capital Federal, aunque criado en Mar del Plata desde que tenía 10 días de vida, comenzó el torneo con dos triunfos muy cómodos en primera y segunda ronda, sobre el español Manuel Santana por 6-1 y 6-0, y el local Gene Mayer por 6-3 y 6-0, y recién debió trabajar un poco más la tercera vuelta para dejar en el camino a otro norteamericano, Víctor Amaya, al que superó por 6-3 y 6-3.
Una vez en octavos de final le ganó por un nítido 6-3 y 6-1 a José Higueras, un español que empezaba a ganarse un nombre en el circuito y que después alcanzó un nivel alto, y en cuartos de final también superó sin problemas al sudafricano Raymond Moore en el primer partido largo, al mejor de cinco sets, que resolvió por 6-1, 6-1 y 6-0, con un tenis avasallante.
En semifinales, el inventor de la “Gran Willy” superó al estadounidense Harold Salomon, un tenista que lo complicaba siempre, por 6-2, 7-6 (7-3) y 6-2, para avanzar así a la gran final ante Connors, uno de sus archirrivales (junto al sueco Bjon Borg) y que además finalizaría el año como el número uno del mundo.
Su coach, el rumano del bigote prominente Ion Tiriac, desmenuzó el juego de “Jimbo” Connors y planeó una táctica de contragolpe, con pelotas bajas que picaban antes de la mitad de la cancha y la estrategia funcionó a la perfección, ya que se coronó campeón en Forest Hills y desató un festejo alocado, luego de quitarse la vincha que lo distinguió durante toda su carrera.
En esa final ante “Jimbo”, Vilas perdió su único set en todo el torneo, lo que dejó claro una superioridad total que ejerció sobre cada rival que tuvo enfrente.
En 1977 Vilas ganó 57 partidos seguidos en polvo de ladrillo y 85 encuentros de los 87 jugados sobre esa superficie, con 16 torneos conquistados sobre un total de 31 en que participó, y fue sin dudas el mejor tenista de la temporada, ya que dejó atrás a Connors y Borg, pero las matemáticas del ranking le jugaron en contra y finalizó como número dos, una injusticia.
La particular situación, impensada en la actualidad, se debió a que la ATP confeccionaba al ranking por “average”, es decir que se elaboraba un promedio que surgía de la suma de puntos obtenidos, por la cantidad de torneos jugados.
Con ese sistema, tanto Connors como Bjorn especularon y jugaron pocos torneos y en las superficies que más les convenía, mientras que Vilas compitió casi todas las semanas, en todo tipo de terrenos, y con ese hándicap estratégico que concedió no pudo alcanzar el primer puesto ranking, que era más que merecido.
Como no iba a serlo si “Willy” fue el más grande de todos ese año, porque además de Roland Garros y Forest Hills, fue finalista del abierto de Australia y logró nada menos que 134 victorias en los 148 partidos que disputó.
Vilas, que inventó un deporte en la Argentina, puesto que el tenis generó interés a partir de su irrupción, aún mantiene vigente un reclamo ante la ATP para que se lo reconozca el número uno del mundo en 1977.
En la actualidad, Vilas, quien el 17 de agosto cumplió 70 años, reside en Montecarlo junto a su mujer, la tailandesa Phiangphathu Khumueang, y sus cuatro hijos (Andanin, Intila, Lalindao y Guillermo), en épocas difíciles ya que transita una enfermedad neurológica con signos cada vez más evidentes de un deterioro cognitivo que motivó que sus apariciones en público sean esporádicas.
Vilas celebrará los 45 años de su conquista justo un 11 de septiembre, fecha en la que en la Argentina se conmemora el Día del Maestro en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, rodeado de su familia afrontando difíciles condiciones de salud, siendo sus imágenes más recientes las que publica su mujer en las redes sociales con motivo de algún aniversario importante (Telam)
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Exitoso campeonato Pamperos Mar y Sierras 2025
La Reserva Laguna de los Padres fue el escenario de una emocionante final
del Campeonato Pamperos Mar y Sierra 2025, que este año desarrolló seis
fechas alternando entre la Laguna de los Padres (Mar del Plata) y el Dique del Lago del Fuerte (Tandil).

A lo largo de la temporada, más de 35 equipos participaron según cada fecha, consolidando a este campeonato como uno de los encuentros pamperistas más importantes de la región.
En la final, que reunió a 25 embarcaciones, participaron equipos provenientes de Tandil, Tres Arroyos, Miramar, Santa Clara, Necochea y Mar del Plata.
La organización estuvo a cargo del Club Náutico AUN y de Club Náutico Tandil, mientras que la Copa Challenger fue aportada por IYFR Flota Mar del Plata. El evento contó con el acompañamiento y auspicio de Kumoc Indumentaria, Mundo Urbano y Gin Taky.
El clima, protagonista del fin de semana Durante el sábado se desarrollaron las series clasificatorias para las finales del día siguiente. A lo largo de la jornada el viento fue mermando lo que puso en duda la continuidad de las series programadas. Sin embargo, la paciencia de las tripulaciones y el profesionalismo del equipo de oficiales permitieron que finalmente se corrieran todas las regatas previstas, manteniendo la emoción y
la competitividad intactas.
Los campeones
En la categoría Privados, la embarcación Black Shadow (Con Claudio
Gonzalez y Stella Maris Altamirano) obtuvo el campeonato por segundo año
consecutivo, reafirmando su dominio en la flota.
En la categoría Públicos (Los mismos participan con los veleros escuela de la institución), los hermanos Barán, representantes del Club Náutico AUN, se consagraron campeones con Ventarrón.
Una fiesta del deporte amateur en la región
Más de un centenar de personas acompañaron desde la orilla con binoculares, siguiendo cada detalle de las regatas, alentando a los equipos y compartiendo dos jornadas inolvidables.
Los terceros tiempos, los sorteos y los premios aportaron un clima de
camaradería que distingue a esta clase y a los clubes que la impulsan.
El impacto regional continúa creciendo: “El deporte amateur siempre llama y convoca. Este campeonato demuestra que la náutica regional está más viva que nunca y que, cuando los clubes trabajan juntos, se generan eventos que fortalecen a toda la comunidad”, destacaron desde la organización.
Con la edición 2025 ya finalizada, los clubes comienzan a proyectar el
Campeonato Pampero Mar y Sierras 2026, apostando a recibir aún más
navegantes y seguir ampliando esta gran familia pamperista.
Club Náutico A.U.N - Agrupación Universitaria de Náutica
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Campeones!
La Unión de Rugby de Mar del Plata se quedó con la Copa de Plata tras vencer a Rosario en un final no apto para cardíacos. Tras ir perdiendo 10-0, Felipe Fortte aprovechó una gran jugada aprovechando el ancho de la cancha y decretó el 10-7 tras una conversión al lado de las haches.
El juego reñido se hizo presente. Rosario se hizo notar con el rigor físico, hasta que en una de las últimas jugadas del partido, Salvador Gerlero a través de un engaño corporal decretó el 12-10 final. Rosario no pudo aprovechar la última jugada y el trébol defendió a punta de espada provocando el penal a su favor.
De esta manera, el balance denota cuatro partidos ganados y uno perdido. Este último fue contra Noreste, que venció a Entrerriana en la final y se consagró campeón de la competencia.
A su vez, contó con victorias 38 a 7 ante Oeste y 19-10 frente a Santa Fe en fase de grupos. En semis fue 26 a 21 ante Tucumán en muerte súbita.
Fuente URMdP

