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Sociedad

Crimen en España enluta a familia marplatense

28 de junio de 2022

Ricardo Capparelli cumplió 77 años el 14 de junio, el mismo día que aterrizó en el aeropuerto de Málaga desde su Argentina natal para disfrutar de un viaje que su hija le había preparado con todo el amor del mundo. El objetivo era recorrer Andalucía, disfrutar y desconectar durante 15 días de la vida de cuidador a tiempo completo que había llevado durante los últimos años para atender a su esposa, que padece alzhéimer.

El viaje que empezó ese día en Málaga tenía que haber terminado hoy, precisamente, en Marbella. Pero algo se torció en la segunda parada del recorrido. Ricardo salió malherido de Nerja y, aunque condujo hasta Granada, se sintió indispuesto al subir una cuesta de la Alhambra y acabó ingresado en un hospital. Allí descubrieron que tenía 12 costillas rotas de ambos lados, un ‘severo’ derrame pleural con neumotórax y laceración hepática. También que era positivo en Covid-19. Murió horas después.

Pero… ¿qué le pasó realmente a Ricardo Caparelli? La respuesta la andan buscando sus hijos, Sole y Facundo, que tomaron el primer avión desde Mar del Plata, y se desplazaron a Málaga para recuperar los restos mortales de su padre e investigar lo sucedido. Ya han localizado a dos testigos que conversaron con él en sus últimas horas de vida. A ambos les dijo -tal y como han constatado al portsl SUR- que lo agredieron y le robaron el móvil y el reloj. ‘Estoy convencida de que le dieron una paliza y que nos lo ocultó para no preocuparnos. Mi padre era así, siempre pensaba en los demás antes que en sí mismo’, afirma ella.

Esa cualidad de Ricardo fue precisamente la que motivó el viaje. Apodado ‘El Gallego’ (era descendiente de migrantes vigueses e italianos), se crio en Mar del Plata, donde conoció con 17 años a la que luego sería su mujer. No se separaron desde entonces y tampoco pudo con ellos la enfermedad precoz que iba borrando de ella el rastro de la memoria. ‘Los últimos cinco años fueron muy tristes y de mucho desgaste para él. Y para mí también, porque me di cuenta de que se estaban muriendo los dos. Pero mi padre siempre decía que nunca la iba a llevar a un geriátrico’, cuenta ella.

Ricardo, que se había ganado la vida con una empresa de materiales de construcción en seco que ahora dirige su hija, contrató con ayuda de ésta un equipo de enfermeras que lo ayudaran a atender todo el día a su esposa. ‘Hace seis o siete meses empezó a vivir otra vez. Le regalé unos palos de golf y empezó a jugar con un amigo, e iba cada día a almorzar al Club Náutico, del que era socio desde niño’.

La pasión de Ricardo era navegar. Fue campeón argentino de J/24 (una modalidad de embarcación a vela de quilla fija) en la que llegó a disputar un mundial. Los mensajes de ánimo y condolencias se acumulan hoy en la página de Facebook del club, donde era muy querido. Recientemente, un amigo de Barcelona le propuso viajar con él y con su nieto a ver el mundial de Catar. ‘Falta mucho para diciembre, me quiero ir ya’, le dijo a su hija.

EL VIAJE SOÑADO

Sole le organizó, con todo lujo de detalles, un ‘viaje soñado’ por Andalucía, ‘como él merecía’. Le hizo una carpeta con todos los documentos de reserva y un archivo excel para que supiera lo que debía hacer en cada parada del itinerario. En el aeropuerto de Málaga lo esperaban una amiga de la familia, y con ella la primera sorpresa: un Mini Cooper descapotable, su vehículo preferido.

‘En Argentina nunca lo habría llevado porque no era persona de fardar, pero allí no lo conocía nadie’. Se alojó en el hotel Only You -Sole le tenía reservada una mesa en la terraza para que celebrara su cumpleaños- y, tras un par de días conociendo la ciudad, se desplazó a Nerja. La segunda parada del camino.

En el hotel Paraíso del Mar le dieron una suite con vistas a la playa de Burriana. Tras dejar la maleta en su habituación, Ricardo pidió un vaso de agua en el bar y salió a dar un paseo por Nerja y buscar algún sitio donde cenar. Nadie en el establecimiento volvió a verlo hasta la mañana siguiente, cuando acudió a la recepción para hacer el ‘check-out’. Se demoró un poco para salir -tenía que dejar la habitación a las doce-, pero como era una persona mayor le dejé un poco de margen, explica el recepcionista, Gustavo Caro.

Ricardo se presentó en la recepción con su maleta. ‘Estaba muy serio. Se sentó en el sofá y, antes de pagarme la habitación, me explicó brevemente lo que le sucedió. Me dijo que no tenía sus pertenencias porque creía que lo habían agredido la noche anterior, que se había pasado dos horas tumbado en el suelo, inconsciente, y que le habían robado el móvil y el reloj. Me pidió llamar a sus familiares a Argentina y le dejé mi móvil. Sólo recordaba el número del hijo. Lo intentó un par de veces, pero no pudo comunicarse’. También cabe la posibilidad de que se equivocara de número, porque Facundo asegura que no tienen llamadas perdidas de un número español en su terminal.

BRUTAL ROBO

Se quedó un rato sentado en el sofá porque le dolían las costillas. El recepcionista le aconsejó ir al médico y denunciar lo que le pasó, pero Ricardo no quiso. ‘«Me sorprendió la poca contundencia con la que se expresaba. Creo que no era consciente de lo que le había pasado ni de la gravedad de lo que tenía’, añade Gustavo, que está 100% convencido de que a Ricardo lo agredieron, a tenor de las lesiones que sufrió.

Sólo así se explica que, en vez de ir a un centro de salud, recorriera conduciendo los 93 kilómetros que separan Nerja de Granada. Su hija ha podido reconstruir los pasos que dio en la ciudad gracias a los ‘tickets’ que ha encontrado entre las pertenencias de su padres. Sabe que dejó el Mini en un ‘parking’ y luego se desplazó a la zona del Paseo de los Tristes, tal y como ella le aconsejó, porque allí tenía reservado un apartamento.

Era viernes, 17 de junio, y Domingo España estaba a punto de salir de viaje a Murcia y se acordó de bajar la basura para que no estuviera todo el fin de semana hediendo. ‘Serían las cuatro y media de la tarde. Al abrir el portón, me lo encontré ahí sentado. Le pregunté: ¿Busca algo? Él me respondió: ‘Creo que me he perdido. Tengo alquilado un apartamento en el Mirador de los Arcos’, recuerda.

Domingo le aclaró que lo tenía justo al lado y le preguntó por qué no había llamado por teléfono a la agencia para que le entregaran las llaves. ‘Me contó que le habían robado el teléfono y el reloj. Al volver del contenedor, me ofrecí a llamar yo a la agencia para que vinieran a buscarlo. Le dije: pase usted (hay un patio interior) y siéntese al menos a la sombra [hacía un calor considerable]. Le saqué una silla y le di un vaso de agua’.

SEGUNDO TESTIGO

Entonces, se pusieron a charlar durante unos minutos y Ricardo le contó, en sus últimas horas de vida, lo que le había pasado. ‘Me dijo que le dieron un porrazo, que se quedó como inconsciente y que, cuando recuperó el conocimiento, se dio cuenta de que le habían robado. Yo le dije que debía comprarse un teléfono aquí. Después, nos despedimos y se quedó allí esperando a la agencia con su maleta. Le deseé mucha suerte’, comenta Domingo. ‘No volví a saber de él -continúa el vecino- hasta que regresé el domingo. Ahí me enteré de la noticia. Me quedé un poco en shock. Me dio mucha pena, la verdad’

En Granada, Ricardo tenía contratado un tour para ver la Alhambra. Hizo la primera parte de la visita, pero empezó a quejarse del calor y el cansancio. Le dijo a su guía que no podía seguir con la visita y ella le pidió a los trabajadores de la tienda de la Puerta del Vino que lo dejasen estar dentro porque hay aire acondicionado.

Cuando se reencontró con él, tras finalizar el tour con el grupo, sobre las dos de la tarde del día 18, ya tenía ‘muy mala cara’, según le contó la guía a Sole. Ricardo le explicó que no iba a seguir con la excursión porque había sufrido una caída muy fuerte y le dolía mucho el costado. La trabajadora le preguntó si lo había visto un médico y él le dijo que tenía cita para el día siguiente. A ella no le convenció la respuesta y avisó a un equipo de Cruz Roja para que lo atendiera. ‘Prácticamente lo obligué’, recuerda.

Así fue cómo Ricardo acabó en urgencias el Hospital Clínico Universitario San Cecilio. Allí contó, no se sabe bien por qué, que se había caído a un pozo, pese a que casi no tenía lesiones en las piernas. Los médicos confirmaron que sufría múltiples fracturas en las costillas, neumotórax y daños en el hígado, además de estar contagiado de Covid. Aunque lograron estabilizarlo, su estado se agravó y murió a las 3.15 horas del día 19.

El informe médico, al que ha tenido acceso SUR, señala que falleció por ‘shock hemorrágico secundario a hemotórax traumático masivo en paciente anticoagulado’. También recoge que no hubo petición de necropsia. Este periódico se puso ayer en contacto con el hospital granadino para conocer si se le hizo autopsia clínica -en el centro sanitario- o judicial -en el Instituto de Medicina Legal-. Aún no se ha obtenido respuesta.

LA PRIMERA NOTICIA

Sole no estuvo muy encima de su padre esos días porque quiso dejarle espacio y que disfrutara del viaje, como a ella le gusta hacer cuando sale de vacaciones. Que viviera la experiencia sin estar pendiente de un teléfono. Ella sólo sabía, por su hermano Facundo, que había perdido el móvil. Sole se enteró de lo que sucedía por un correo electrónico que rezaba, dice, más o menos así: ‘Hola Ricardo, sabemos que estás internado, pero necesitaríamos entrar en el apartamento para retirar tus pertenencias…’

‘No entendía nada. Mi hermano pensó que había gato encerrado y que podía ser un secuestro virtual. En Argentina hay muchos. Yo sí me alarmé. Empecé a buscar en Google los hospitales de Granada para llamar uno a uno. Luego me acordé de que le había contratado el servicio de asistencia al viajero’. Ellos tenían constancia de dónde estaba su padre.

Mientras se apresuraban a tomar el siguiente vuelo a España, se enteraron de la noticia del fallecimiento de Ricardo. Sole trata ahora de buscar una explicación a ese comportamiento errático de su padre: ‘Era una persona muy fuerte. Priorizó el bienestar de sus hijos y no quiso que supiéramos nada. Por eso dijo que se había caído, pero los médicos vieron que era imposible con esas lesiones. Le dieron una paliza’, afirma.

Tal vez por eso siente la necesidad de investigar qué le ocurrió. Por eso y porque entiende que tiene una responsabilidad social para que no le suceda lo mismo a otra persona. Junto a su hermano, han empezado a reconstruir qué hizo Ricardo durante su estancia en Nerja. He recorrido todos los restaurantes con su foto para averiguar dónde estuvo cenando. Al final di con un camarero que lo reconoció y que me dijo que estuvo allí con otra persona, un hombre con bigote. Pero no sé mucho más.

También recuperó entre sus pertenencias la ropa -rasgada y manchada de sangre-, que ya ha entregado a la Guardia Civil para que indague en el caso, y los 6.000 euros que llevaba en la mochila para pagar el viaje. Pero no ha encontrado más pistas entre el equipaje de su padre. Ella y su hermano han acudido al juzgado de guardia y al cuartel de Nerja para denunciar los hechos y que investiguen su muerte. Ahora, la Unidad de Policía Judicial trata de encontrar una respuesta a la pregunta que resuena una y otra vez en sus cabezas. ¿Qué le pasó a Ricardo Capparelli?

Por Juan Cano,  Málaga

Foto: Ricardo Capparelli junto a su hija Sole

Sociedad

Cayó un helicóptero en una cancha de tenis en Palermo

Un helicóptero se precipitó este jueves a la noche sobre las canchas de tenis del Parque Manuel Belgrano (ex KDT), ubicado en el barrio porteño de Patermo y los tres ocupantes resultaron heridos.

Fuentes policiales revelaron a Noticias Argentinas que se trata de dos hombres y una mujer, que están “fuera de la aeronave, conscientes y con vida”, al tiempo que “son asistidos por personal de Bomberos y del SAME”.

De acuerdo a lo informado por los voceros policiales en el lugar, el helicóptero se precipitó “a raíz de un desperfecto técnico sobre las canchas de tenis del ex circuito KDT”, ubicado en Avenida Salguero al 3700.

Los ocupantes de la aeronave, dos hombres y una mujer, fueron asistidos y trasladados por el personal de Bomberos de la Ciudad y del SAME para luego ser trasladados al Hospital Fernández.

“Los ocupantes salieron de la aeronave por sus propios medios y la situación se encontraba controlada”, precisaron las fuentes consultadas.

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Sociedad

POR LA INCLUSIÓN

Cada 3 de diciembre, el mundo conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una jornada que invita a reflexionar y a reafirmar el compromiso con la dignidad, los derechos y el bienestar de todas las personas. Para la Obra Don Orione, presente en 34 países en el mundo, esta conmemoración es un motivo central, ya que el trabajo con las personas con discapacidad ha sido, desde siempre, la esencia de su carisma, su identidad y su día a día.

Los Pequeños Cottolengos materializan el deseo y el apostolado de San Luis Orione, quien los concibió como un auténtico proyecto de inclusión social, con la profunda convicción de que no podía haber personas desechables, ni vidas sobrantes. Tal como lo anhelaba el Apóstol de la Caridad, cada Pequeño Cottolengo aspira ser un “faro de civilización”, luz testimonial en la construcción de un mundo más justo e incluyente.

Este año en que celebramos los 90 años del inicio de la creación de Pequeños Cottolengos en Argentina, Paraguay y Uruguay, la Familia Orionita continúa trabajando incansablemente para brindar, siempre en un espíritu de familia, las mejores posibilidades de promoción y desarrollo para cada uno de sus residentes.

Para estar a la cabeza de los tiempos: Del asistencialismo a los derechos.

Históricamente, el modelo asistencial fue el que más se desarrolló en el trabajo con las personas con discapacidad. Este enfoque de protección parte de la base de que el otro requiere ayuda constante, sin necesariamente preguntarle cómo, dónde o de qué manera desea recibirla.

Sin embargo, en 2006, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (suscripta por Argentina en 2007 y refrendada por la Ley 23.678 en 2008) marcó un cambio de enfoque fundamental: pasar de la protección y la asistencia al reconocimiento de los derechos plenos de las personas con discapacidad. Este nuevo paradigma plantea que, en lugar de asistencia, se deben brindar apoyos, y que estos deben ser definidos por las propias personas con discapacidad. Es el salto definitivo hacia un modelo inclusivo.

En este pasaje del modelo asistencial-protectivo al modelo de inclusión social, la Obra Don Orione viene dando pasos significativos para transformar su trabajo institucional:

  • Readecuación edilicia y de equipamiento: Una tarea costosa, pero necesaria para garantizar la accesibilidad.
  • Conformación de equipos profesionales: Necesarios para aplicar el nuevo enfoque.
  • Reformulación de la tarea cotidiana: Cambiando formas de hacer y pensar arraigadas en una larga historia.

Hace tiempo se inició un largo proceso para estar “a la cabeza de los tiempos”, tal como decía Don Orione. Este camino implicó la categorización de las tareas, la elaboración de programas integrados y la puesta en marcha de una migración ardua: del asistencialismo a un modelo orientado a la rehabilitación, la inserción social y la promoción humana de los residentes.

Un camino de caridad, respeto e inclusión

Estos cambios se tradujeron en una mejor calidad de vida para los residentes. Un ejemplo claro es que cada persona pasó a tener una o varias ocupaciones. A través de estas actividades, estimuladas por los orientadores, no solo se fomenta el desarrollo individual, sino que se reduce la cantidad de problemas de diversa índole. La profesionalización de la tarea y el trabajo conjunto en los Equipos de Conducción han enriquecido la toma de decisiones, poniendo los talentos personales al servicio del residente.

Un acento especial se ha puesto en la inclusión y la integración social, promoviendo talleres, programas y salidas que -en la medida de lo posible- hagan que los residentes de los Cottolengos se integren en actividades y grupos con la comunidad en la que se encuentran.

“Socialmente existe un impacto muy favorable -destaca una de las terapístas de Don Orione- porque mucha gente tiene la idea que los Cottolengos son sitios aislados, oscuros, feos. Cuando ven a nuestros residentes participando activamente, a la gente le cambia la mirada y ve que las personas que viven en el Cottolengo son su prójimo, que se puede integrar y participar.”

La Familia Orionita celebra el camino emprendido y mira hacia el futuro, donde los próximos pasos incluyen:

  • Consolidar los Equipos de Conducción y el trabajo profesional.
  • Transitar hacia una reformulación de los servicios, a la luz de los nuevos paradigmas.
  • Conformar hogares para personas de alta dependencia, lo que permitirá trabajar diferencialmente con quienes pueden desarrollar mayor autonomía.
  • Desarrollar modelos de “viviendas asistidas” para que las personas con mayores posibilidades de promoción e inclusión puedan, alguna vez, egresar del Cottolengo.

Es un trabajo que ya ha comenzado y que requerirá esfuerzo, pero así también el Pequeño Cottolengo soñado por Don Orione seguirá siendo un “faro de civilización”.

Principios Clave de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

La Obra Don Orione se guía por los principios de la Convención, entre los que se destacan:

  • El respeto de la dignidad inherente y la autonomía individual.
  • La no discriminación.
  • La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad.
  • El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad humana.
  • La igualdad de oportunidades y la accesibilidad.

“La Puerta del Pequeño Cottolengo Argentino 
no preguntará a quien la cruce si tiene un nombre, 
sino solamente si tiene un dolor” 
San Luis Orione

Prensa Don Orione

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Sociedad

Alarma: 6 de cada 10 chicos están expuestos al juego online

El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina presentó los resultados de un estudio sobre apuestas online y adolescencia con el objetivo de conocer cómo son sus hábitos de consumo en esta temática. Para llevarlo adelante, se realizaron 11.421 encuestas a adolescentes entre 13 y 18 años en todo el país. Además, el área de Juventud de la organización está desarrollando una caja de herramientas práctica y accesible para que las y los adolescentes cuenten con recursos concretos que les permitan informarse, cuidarse y fortalecer su bienestar.

“Desde el Observatorio Humanitario impulsamos investigaciones que nos permitan comprender mejor la realidad y fortalecer nuestra acción humanitaria. Los datos que arroja la investigación muestran claramente el riesgo al que están expuestos niños y niñas de 13 a 18 años. El uso de billeteras digitales y publicidad permanente son las principales puertas de ingreso a las apuestas online, sin distinguir plataformas legales a ilegales. El 75% de los y las adolescentes que entrevistamos pide controles más estrictos sobre plataformas”, señaló José Scioli, Director del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina 

Cruz Roja Argentina acompaña a jóvenes de todo el país a través de programas orientados a su desarrollo integral y a la promoción de la salud física y mental, siempre desde un enfoque de cuidado, sin juicio ni estigma. En el último tiempo, docentes, familias y las propias juventudes expresaron su preocupación por el avance de esta problemática. 

En esta línea, Luciana Marino, Coordinadora de Juventud agregó: “Estos resultados nos dan información muy valiosa para acompañar mejor a las y los jóvenes. Estamos impulsando talleres y espacios de prevención entre pares, que promueven la reflexión y el cuidado. También estamos elaborando materiales para familias y escuelas, porque creemos en redes de apoyo que realmente escuchen y acompañen”. 

Principales hallazgos

  • Alta exposición al fenómeno: 6 de cada 10 adolescentes están expuestos al juego online, ya sea por participación directa (16%) o vínculos cercanos que apuestan (45%). Las amistades aparecen como principal vía de acceso y circulación ya que el 57% de quienes apuestan ingresó por recomendación de pares, y 78% de quienes no juegan se enteró a través de amigos/as o conocidos/as. Además, el 40% de adolescentes con experiencia directa en apuestas reportó tener personas adultas cercanas que apuestan.
  • Riesgos percibidos y efectos en la salud mental: el 79% de quienes apuestan reconoce riesgo de adicción y 1 de cada 8 quedó endeudado (12%). Además, el 69% reporta ansiedad y malestar, y el 47 y 49% afectación de hábitos de sueño y rendimiento escolar vinculados a la práctica.
  • Inicio temprano y brecha de género marcada: la edad de ingreso se ubica entre los 13 y 14 años, con participación creciente hasta los 17/18 años. Además, se registra una brecha de género marcada en la que los varones apuestan tres veces más que las mujeres (24% vs 8%), y presentan mayor frecuencia e intensidad.
  • Ecosistema digital como puerta de entrada: entre 71% y 79% de las y los adolescentes estuvo expuesto a publicidad o contenidos de apuestas online, aún sin participar.
  • Acceso facilitado y sin controles efectivos: 83% de quienes apuestan utiliza billeteras virtuales como medio de pago y 43% accedió a través de intermediarios que les facilitaron el acceso a la práctica.
  • Confusión entre sitios legales e ilegales: entre 51% y 66% de los y las adolescentes no logra diferenciar plataformas de apuestas legales de las ilegales. En los dominios simulados (.bet.ar y .com), la opción “no estoy seguro/a” concentra la mayoría de las respuestas, lo que evidencia falta de información clara sobre la regulación vigente.
  • Regulación percibida como insuficiente: el 80% de las adolescencias considera que las medidas actuales para impedir el acceso de menores no funcionan, lo que evidencia una brecha entre la regulación formal y la realidad digital. 
  • Demanda de prevención y acompañamiento: en promedio, el 75% de las y los jóvenes pide controles más estrictos sobre plataformas, y 4 de cada 10 solicitan talleres y campañas educativas. Las demandas prioritarias son conocer: riesgos, comprender cómo operan los algoritmos de captación y recibir información sobre dónde pedir ayuda. 



Cruz Roja Argentina es una asociación civil, humanitaria y de carácter voluntario, con presencia en el territorio argentino y parte integrante del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la red humanitaria más grande del mundo.

Su misión es contribuir a mejorar la vida de las personas, en especial de aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Para eso, trabaja a través de 63 filiales, 33 Servicios Educativos y su Sede Central, en conjunto con las comunidades. Su labor está orientada por los 7 Principios Fundamentales del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja: Humanidad, Independencia, Imparcialidad, Neutralidad, Unidad, Voluntariado, Unidad y Universalidad.

El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina es un espacio de investigación para la acción que, a través del conocimiento y la sensibilización, favorece la comprensión y el abordaje de las distintas situaciones que emergen en la sociedad desde una perspectiva humanitaria. El Observatorio forma parte del Consorcio de Investigación del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (RC3) y es uno de los 30 Centros de Referencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) la red humanitaria más grande del mundo, de la que también es miembro Cruz Roja Argentina.

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