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Se cumplen 56 años del golpe al gobierno de Illia
28 de junio de 2022
El presidente constitucional Arturo Umberto Illia era derrocado hace 56 años (el 28 de junio de 1966) por un golpe de Estado encabezado por el general retirado Juan Carlos Onganía, y de esta forma se ponía fin a un Gobierno que estuvo signado desde sus inicios por las presiones que ejercieron empresas multinacionales, Fuerzas Armadas y un sector del sindicalismo.
Hijo de inmigrantes italianos, Illia nació en la ciudad de Pergamino en 1900, y tras graduarse como médico en la Universidad de Buenos Aires (UBA) se instaló en la ciudad de Cruz del Eje, en el noroeste de Córdoba, donde comenzó a forjar su carrera política en la Unión Cívica Radical (UCR).
Fue senador provincial, vicegobernador de Córdoba y en 1948 resultó electo diputado nacional, y desde esa banca ejerció una férrea oposición al gobierno de Juan Domingo Perón, derrocado tras un golpe en 1955 que implicó la proscripción del justicialismo.
La postura que debía asumirse ante el peronismo generó un cisma en la UCR, que se dividió en dos sectores: «Los Intransigentes», liderados por Arturo Frondizi, y los del «Pueblo», encabezados por Ricardo Balbín, y a este sector adhirió Illia.
Frondizi resultó electo en 1958 mediante un acuerdo electoral con Perón, pero sería derrocado cuatro años después por las Fuerzas Armadas, que desconocieron el triunfo electoral del peronismo en once provincias, entre ellas la de Buenos Aires.
Los militares impusieron a José María Guido, entonces presidente provisional del Senado, al frente de un Gobierno tutelado, que debido a las pujas que se suscitaron al interior de las Fuerzas Armadas entre los sectores «Azules» (profesionalistas) y «Colorados» (liberales y antIperonisitas) debió convocar a elecciones en julio 1963, en las cuales el peronismo estuvo proscripto.
Como candidato presidencial de la UCR, Illia obtuvo el 25,14 por ciento de los votos en comicios en los que se registraron más de dos millones de sufragios anulados o en blanco, más de un 20 por ciento del total.
Tras ser ratificado por el Colegio Electoral, Illia asumió la presidencia el 12 de octubre de 1963, pero su negativa a establecer alianzas y el hecho de haber sido electo en comicios en los cuales el peronismo estuvo prohibido, le restaron el apoyo.
La anulación de los contratos petroleros suscriptos por el Gobierno de Frondizi y la sanción de una ley que fijaba precios máximos a los medicamentos producidos por los laboratorios extranjeros (impulsada por el ministro de Salud Arturo Oñativia), determinó que los grupos económicos multinacionales vieran con recelo la orientación que tomaba el Ejecutivo.
La decisión de no enviar militares a participar de la intervención de Estados Unidos en la República Dominicana causó malestar en Washington y en los sectores castrenses propensos a la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Sin embargo, el Gobierno de Illia logró un gran éxito en materia de política internacional en Naciones Unidas, cuando en 1965 se reconoció mediante la resolución 2065, la condición de territorio colonial de las Islas Malvinas en poder de Gran Bretaña, y exhortaba a Argentina y al Reino Unido a iniciar negociaciones para resolver la cuestión de la soberanía de los archipiélagos del Atlántico Sur que aún se encuentran en disputa.
Las decisiones económicas del Gobierno permitieron que hubiera saldo favorable en la balanza de pagos, creciera el PBI, se incrementaran las reservas de oro, se contuviera la inflación y disminuyera la deuda externa.
A pesar de todo, la conducción de la CGT, liderada por el metalúrgico Augusto Timoteo Vandor lanzó un amplio plan de lucha con huelgas y movilizaciones, que no fueron contrarrestadas con la supresión de las garantías constitucionales por parte del Ejecutivo.
Los avances que el peronismo obtuvo en las elecciones de 1965, y la aparición de un foco guerrillero guevarista en la provincia de Salta, generaron malestar en los sectores castrenses, que comenzaron a conspirar con actores civiles del sector financiero, la Sociedad Rural y la Unión Industrial Argentina (UIA).
Los generales Onganía, Pascual Pistarini, y Julio Alsogaray, de aceitados vínculos con la embajada de los Estados Unidos, iniciaron contactos con operadores civiles como Nicanor Costa Méndez y Julio Alsogaray, quienes propugnaban la instrumentación de una política económica en sintonía con las recomendaciones de los organismos internacionales de crédito.
Revistas como Extra, Todo, Panorama, Tía Vicenta y Confirmado publicaban duros editoriales contra el gobierno en los que describían a Illia como un hombre lento, errático y perdido, que era caricaturizado como una tortuga.
En ese contexto de desgaste para el Gobierno, la figura de Onganía –que se había retirado de la jefatura del Ejército en noviembre de 1965– era descripta en esos medios como la de un militar «profesional»; un hombre fuerte que venía a salvar a la nación del peligro de una inminente disolución.
El 27 de junio de 1966, las tres armas le comunican al presidente que lo mejor era renunciar, algo que rechaza de plano con el intento de destituir a Pistarini como jefe del Ejército, una orden que los mandos militares desconocieron por completo.
En la noche, fuerzas policiales rodearon la Casa Rosada mientras Illia permanecía en su despacho junto a un grupo de colaboradores, y pasadas las 5 de la madrugada, el general Julio Alsogaray ingresó a la sede gubernamental para exigir la renuncia de un jefe de Estado cercado y sin poder.
Alsogaray le dijo al presidente que cumplía «órdenes» de su superior (Pistarini), e Illia le replicó que era «un insurrecto» que no reconocía la verdadera autoridad del presidente como jefe comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Minutos después, un grupo de la guardia de infantería al mando del coronel Luis Perlinger, quien en 1982 le pidió perdón públicamente a Illia por haber participado del golpe, desalojó el despacho presidencial y consumó la asonada.
Illia se retiró en la mañana del 28 de la Casa Rosada por sus propios medios, por la calle Balcarce y rodeado de por radicales.
Pidió un taxi y se marchó hacia el domicilio de su hermano, en la localidad de Martínez, pero luego se retiró a Cruz del Eje, donde volvió a ejercer la medicina y falleció 18 de enero de 1983, en la más extrema pobreza.
Onganía asumió un día después la presidencia al frente de un régimen que se autodenominó como «Revolución Argentina, y que conculcó las libertades constitucionales, impuso la censura, intervino las universidades y aplicó con su ministro de Economía Adalbert Kriger Vasena una política de congelamiento de salarios.
El ajuste y la represión darían origen tres años después al «cordobazo», un estallido social que puso en jaque a Onganía, quien caería en junio de 1970 por un golpe interno de una dictadura militar que gobernaba una Argentina en la cual las mayorías políticas comenzaban a movilizarse y surgían las organizaciones armadas.
UNA VISITA ILUSTRE
Tras su derrocamiento, la figura del expresidente Arturo Umberto Illia se hizo muy familiar en las calles de la ciudad, en los años 70 como a principios de los 80, épocas difíciles en la vida institucional del país. Se lo veía junto a sus amigos correligionarios Juan Pedro Habiaga y el caudillo Albano Honores.
Illìa gobernó el país entre 1963 y 1966, y se lo recuerda por su honradez. Una diagonal lleva su nombre en la ciudad. En la imagen, en su última visita realizada a Miramar (Febrero de 1981), donde se hospedaba en el hotel Ideal de la familia Habiaga, habló sobre la situación política de la República con el semanario El Argentino y el diario El Atlántico.
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Precios mayoristas aumentan en julio 3,1% por encima del 2,7% de junio
El Índice de Precios mayoristas aumentó durante julio 3,1% y se colocó por encima del 2,7% de junio, informó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). De esta manera, en los siete primeros meses del año, la inflación mayorista aumentó 55,2 % y en los últimos 12 meses el 270,3 %
En tanto, el Costo de la Construcción subió 1,8 % durante julio , por debajo del 3,3% de junio. Con este incremento, en el año lleva acumulado un avance del 62,6.% y del 234,2 % a nivel interanual.
El aumento en los precios mayoristas estuvo signado por un incremento del 5% en los productos Primarios, del 2,7% en los Manufacturados, del 1% en los Importados, y del 5,3% en la Energía eléctrica.
Esta mañana, el vocero presidencial, Manuel Adorni habló sobre el aumento en los servicios y planteó que: “Hay un convencimiento de que hay cosas en la Argentina que no funcionaban y una de esas era el sistema energético, especialmente el eléctrico”.
“Todos sabemos muy bien que hubo un sistema de desinversión en 20 años que pulverizó el sistema energético. Ni hablar de los 30 mil millones de dólares de déficit energético en los últimos 30 años que estamos corriendo, y que ya es positivo, de hecho es superavitario”, dijo Adorni en conferencia de prensa.
En lo que va del año los precios mayoristas subieron 55,2% con un incremento del 76,9% en los bienes Primarios, del 55,2% en los Manufacturados, del 7,2% en los importados, pero del 273% en el costo de la Energía Eléctrica que deben pagar las empresas.
En cuanto a la construcción, la suba del 1,8% de julio estuvo signada por un alza del 2,6% en los Materiales, del 2,2% en los “Gastos generales”, vinculados a los servicios que se prestan en las obras, y del 0,8% en Mano de Obra.
A pesar de que la actividad de la construcción arrastraba una caída del 32,7% en el primer semestre, los precios en lo que va del año, incluyendo julio, aumentaron 62,6%.
El costo de los materiales subió 37,1%, pero el de los “Gastos generales” 96,6% y el de la Mano de Obra el 95,6%, informó el Indec.
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José de San Martín, Libertador de América
Cada 17 de agosto se conmemora un nuevo aniversario del Paso a la Inmortalidad del General José de San Martín, bautizado como “el Padre de la Patria”, quien falleció en la ciudad de Boulogne-sur-Mer, Francia, en 1850, a miles de kilómetros de su Yapeyú natal.Sus restos fueron repatriados en 1880 y actualmente descansan en un mausoleo construido dentro la Capilla Nuestra Señora de la Paz.
Este 17 de agosto en un nuevo aniversario del deceso del General San Martín, el Libertador de América, se reconoce, más allá de su gesta libertadora, San Martín como una pieza fundamental en la construcción de nuestra identidad nacional
En Argentina se le reconoce como el “Padre de la Patria”. En Perú, se lo recuerda libertador de aquel país, con los títulos de “Fundador de la Libertad del Perú”, “Fundador de la República” y “Generalísimo de las Armas”. Y en Chile su ejército lo ha destacado con el grado de Capitán General.
A partir de su célebre figura y heroico proceder, se construye esa gran narración que nos explica como país. Por eso, rememorar su vida a partir de un nuevo aniversario de su muerte es recordar ese relato que escuchamos en los actos escolares de nuestra infancia, esa gran narración que nos conformó como comunidad y que debemos pensar y reconsiderar en nuestro camino hacia una patria justa, libre y soberana.
La historia del General José de San Martín
José Francisco de San Martín y Matorras nació el 25 de febrero de 1778 en Yapeyú, territorio del entonces Virreinato del Río de la Plata. Hijo del capitán don Juan de San Martín y de doña Gregoria Matorras del Ser, vivió sus primeros años en el norte hasta que, en 1781, su familia se radicó en Buenos Aires. No obstante, dos años después emprendieron viaje a Cádiz, España, en marzo de 1784, y luego se radicaron en la ciudad de Málaga.
Unos años más tarde, comenzó sus estudios en el Real Seminario de Nobles de Madrid y en la Escuela de Temporalidades de Málaga. Posteriormente, ingresó al ejército español para empezar su carrera militar en el Regimiento de Murcia, con el que participó en varias batallas, entre ellas contra la dominación napoleónica de España.
A sus 34 años, en 1812, con el reconocimiento de teniente coronel, pasó por Londres y emprendió su regreso a Buenos Aires, donde se puso al servicio de la independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Allí, fue encomendado a la creación del Regimiento de Granaderos a Caballo, que participó del histórico combate de San Lorenzo.
Ya siendo reconocido como una figura militar, se le encargó la jefatura del Ejército del Norte, en reemplazo del general Manuel Belgrano, y concibió su plan de liberar al continente, en el que debería eliminar todos los núcleos realistas para lograr la independencia hispanoamericana.
La libertad hispanoamericana
San Martín fue nombrado gobernador de Cuyo, la cual tenía sede en la ciudad de Mendoza, y allí puso en marcha su proyecto libertador. Una vez organizado el Ejército de los Andes, tomó el camino para cruzar la cordillera y lideró la independencia de Chile con las batallas de Chacabuco y Maipú.
Después del éxito en Chile, el país trasandino le financió una flota organizada y lo encomendó, a través del Senado, al ataque contra el centro del poder realista en Sudamérica, ubicado en la ciudad de Lima. Tras una nueva campaña en la que se impuso al ejército español, declaró la independencia del Perú en 1821. Su carrera militar finalizó un año después, cuando protagonizó la Entrevista de Guayaquil con Simón Bolívar y le cedió su ejército con el objetivo de finalizar la liberación del Perú.
Al regresar a Buenos Aires, San Martín decidió partir rumbo a Europa para darle una mejor educación a su hija, por lo que el 10 de febrero de 1824 zarpó con destino a Bruselas, donde Mercedes afrontó sus estudios. En 1830, se instalaron en París, lugar en el que la hija del Libertador contrajo matrimonio con Mariano Balcarce.
San Martín vivió 14 años en una casa de Grand Bourg junto a su hija, su yerno y sus nietas, hasta que en 1848 se mudó a Boulogne-sur-Mer para estar más cerca de Gran Bretaña, debido a la gran agitación reinante en Francia que podría derivar en otra partida familiar. No obstante, falleció en esa ciudad el el 17 de agosto de 1850.
Treinta años después de su muerte, en 1880, sus restos fueron trasladados desde Francia a Buenos Aires para descansar en el mausoleo que se le erigió en la Catedral, donde es custodiado por una guardia de los granaderos.
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‘En esta historia hay un solo villano’
La conductora Tamara Pettinato se despegó del escándalo que involucra al ex presidente Alberto Fernández.
La conductora Tamara Pettinato afirmó anoche que "hay un solo villano" en el escándalo originado por la denuncia de la ex primera dama Fabiola Yañez contra el ex presidente Alberto Fernández por violencia de género.
En ese sentido, remarcó que "eso es lo único importante, lo que debe investigar la justicia, pero mezclaron todo".
"En medio de la denuncia pusieron mi video en la Casa Rosada, pero no tiene nada que ver una cosa con otra. Corrieron el foco de lo importante", añadió.
Asimismo, la mujer subrayó que "hay un solo villano, y no soy yo", en su reaparición en el programa de Blender, un canal de streaming.
En su monólogo, Pettinato se despegó del escándalo, aunque admitió haber estado en la Casa Rosada "con cuatro personas más, para realizar una entrevista, invitada por la única persona que podía hacerlo".
En el video en cuestión, la conductora aparecía con un vaso de cerveza, mientras se escuchaba la voz de Fernández, quien le hacía preguntas risueñas sobre el vínculo que supuestamente los unía.
"Tienen que escuchar a esa víctima, es lo que importa. Nada tiene que ver ese video, es un chisme rosa, me piden explicaciones cuando no tengo nada que explicar", agregó en su descargo.
El video en cuestión se dio a conocer pocas horas después de que se confirmara la denuncia de Yañez contra el ex mandatario, quien ya fue imputado por violencia de género, acusado de "lesiones graves", como así también de "abuso de poder y autoridad". Junto a la denuncia también se difundieron fotos de Yañez con moretones en un ojo y un brazo.