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El 70% de los ruralistas necesita vender más de la mitad de su producción para afrontar costos de la campaña 2023/24

22 de mayo de 2024

El 70% de los productores necesitará vender más de la mitad de su producción para afrontar los costos de la campaña 2023/24Este dato surge del nuevo Índice de Confianza del campo que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, conocido como Ag Barometer Austral.
Según el relevamiento de los meses de marzo y abril pasado, un 30% de los productores manifiesta tendrá que vender el 75% de su producción de soja y maíz para cubrir todas las obligaciones financieras de la campaña, y si a este porcentaje se suma un 39% adicional que piensa que necesitarán vender un 50% de su producción el total es el 70% de los productores.
A pesar de ello, con relación a los próximos 12 meses sigue existiendo un sentimiento positivo en las expectativas de su situación financiera, aunque con una pequeña caída con relación a la medición anterior. Los analistas consideran que los recientes movimientos ascendentes de los precios de trigo y soja seguramente mejorarán esta percepción.
La última medición del Índice Ag Barometer Austral para los meses de marzo y abril de este año refleja que se mantiene el optimismo de los productores, con una mejora con relación a la medición enero/febrero pasado de 129 vs 119. Se trata del segundo mejor puntaje alcanzado en la historia de este índice, solamente superado por el mes de julio 2019, es decir cinco años atrás, en el que se alcanzó un pico de 137 puntos.
Los analistas remarcan que mejora “es dramática” en términos interanuales. Si se compara con la medición de marzo/abril 2023 (129 vs 69), se trata de un incremento del 87%.El Índice de Condiciones Presentes mejoró notablemente con relación al año anterior (110 vs 22) como resultado de los buenos rendimientos que se están obteniendo en la campaña 2023/24 que, a pesar de alguna merma en los rendimientos de maíz, son substancialmente mejores a los de la mala campaña 2022/23.Y si bien se mantiene una importante dispersión entre el Índice de Expectativas Futuras vs el Índice de Condiciones Presentes (162 vs 79), la brecha se está achicando debido a la mejora de la situación financiera actual de los productores.
Los investigadores del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral estiman que, en el corto plazo, “resulta imposible pensar en la reducción de las retenciones”, aunque destacan como medida positiva que se redujeron los derechos de importación a insumos claves para la siembra de trigo”.
“A los productores agropecuarios, de alguna manera, le resultan positivas los principios generales de la Ley Bases, al igual que el grueso de la población que piensa que el gobierno está en el sendero correcto. La búsqueda prioritaria por bajar la inflación, que se va a traducir en bajas en las tasas de interés, puede constituir un aliciente para la realización de inversiones”, explica Carlos Steiger, director de la encuesta.
Steiger considera que el optimismo se basa más en la esperanza de un cambio estructural de la economía argentina que en los datos objetivos de rentabilidad, cuyos márgenes se están achicando.“De todos modos, el desastre climático de Rio Grande do Sul en Brasil ha impactado favorablemente en el precio internacional del trigo y hay un marcado optimismo para la siembra de trigo correspondiente a la campaña 2024/25”, añade.
Necesidades de venta
Alrededor de un 70% de los productores manifiesta que deberán vender entre un 50 y un 75% de su producción para hacer frente a los compromisos financieros incurridos para la campaña 2023/24.
El porcentaje reflejado surge de la suma de dos datos: un 30% de los productores manifiesta tendrá que vender el 75% de su producción de soja y maíz para cubrir todas las obligaciones financieras de la campaña, y, por otro lado, un 39% adicional que piensa que necesitarán vender un 50% de su producción.
“Este es un dato importante porque puede servir para estimar los niveles de ventas de los productores”, apunta Steiger y agrega: “Son datos importantes tanto para la industria procesadora como para el gobierno en términos de ingresos de divisas, ya que estas resultan claves para el programa financiero del gobierno cuyo objetivo central es la unificación cambiaria y el levantamiento del cepo”.
Los productores de USA y su comparación con Argentina
Dado que el Ag Barometer Austral se construyó con el asesoramiento de Purdue University (Indiana, EE.UU.), la última edición compara los resultados de nuestro país con los norteamericanos. En Estados Unidos, el Índice de abril 2024 (99) es el más bajo que se da en USA, siendo estos niveles similares en Argentina a los de abril 2020 (96), durante el inicio de la Pandemia de COVID.Esto se explica porque, en la campaña 2023/24, disminuyeron fuertemente los ingresos de los productores de USA debido a una caída en los precios y el aumento de los costos de producción y tasas de interés.
La situación financiera presente de los productores de USA contrasta con la de los productores argentinos, quienes manifiestan que su situación financiera actual es mucho mejor que la de la fecha para el año anterior. Donde hay un sentimiento parecido es en lo referido a la oportunidad de realizar inversiones en activos fijos, ya que en USA el Índice es de 31 (muy por debajo de 100) y en Argentina, es levemente superior (49) pero igualmente negativo.
En Argentina se puede observar que un 76% de los productores manifiesta que aún no es un buen momento para invertir y que los mejores resultados de la campaña 2023/24 se van a dedicar a reconstruir capital de trabajo, recuperando así las pérdidas de la campaña anterior.
“El gran desafío para la economía de nuestro país es la recuperación de la demanda agregada ya que, como resultado de la política antiinflacionaria, el nivel de actividad económica está cayendo bruscamente y aún no está claro cuándo llegará a un piso y comenzar un rebrote”, explica Steiger.
¿Cómo se financia gran parte de la siembra de trigo?
El Ag Barometer Austral señala que el financiamiento de la siembra de trigo 2024/25 se realiza en su mayoría con fondos propios de los productores, canje a cosecha y financiamiento de los proveedores de insumos.Un 50% de los productores ha financiado la siembra de trigo con fondos propios, un 29% lo ha hecho con canje a cosecha y un 12% lo han financiado proveedores de insumos. La participación del crédito bancario en la financiación de la siembra de trigo es muy baja.“Prácticamente no hay financiamiento bancario, aunque es de esperar que en el futuro cambie el comportamiento de los bancos comerciales con tasas de interés a la baja, dejando de financiar al Estado y cumpliendo su rol de otorgar créditos al sector privado: motor de la economía”, consideran los especialistas de la Universidad Austral.
¿Qué expectativas tienen los productores?
Un 51% de los productores tiene expectativas de suba en los precios del producto, que se fundamenta en la mejora de los precios internacionales (63%). Sin embargo, muchos descartan una suba en pesos por efectos de una devaluación en el tipo de cambio.“Los acontecimientos climáticos de Brasil han provocado una suba en los precios del trigo. Respecto al tema del mercado climático, es de relevancia seguir atentamente la situación de USA a futuro”, concluye el informe.
 El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral es una entidad especializada y de alto nivel académico cuya misión es impulsar, desde Rosario, el fortalecimiento de las cadenas de valor agroalimentarias e instituciones relacionadas, como un motor de desarrollo humano, económico y social de largo plazo para la Argentina, a través de la formación y de la investigación aplicada.
Para alcanzar este fin, el CEAg desarrolla cuatro ejes de acción:
  – Una Maestría en Agronegocios.
  – Programas de formación ejecutiva, seminarios y cursos relativos a las temáticas de agronegocios de mayor relevancia.
  – Un Área  de Estudios en Agronegocios y Alimentos  que  impulsa proyectos de investigación aplicada y genera un espacio de reflexión y análisis sobre los principales desafíos a los que se enfrentan los agronegocios.
  – Actividades de extensión, para el desarrollo directivo de las PyME de los sectores agroindustriales.
 Sobre la Universidad Austral: Con sede en la Ciudad de Buenos Aires, Pilar y Rosario, es una institución de educación superior creada por la Asociación Civil de Estudios Superiores -ACES-, entidad civil sin fines de lucro, con personería jurídica e inscripta en el Registro Nacional de Entidades de Bien Público.
La Universidad Austral promueve la investigación, imparte enseñanza de grado y postgrado, realiza programas de extensión, y brinda atención sanitaria desde su Hospital Universitario. Está constituida por las Facultades de Ciencias Biomédicas; Ciencias Empresariales; Comunicación; Derecho; Ingeniería; Hospital Universitario Austral; Parque Austral; IAE Business School; Escuela de Educación; Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales; Instituto de Ciencias para la Familia; Instituto de Filosofía.

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Del campo a la góndola, los precios se multiplican por 3,5 veces en abril

 Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en abril los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.En promedio, la participación del productor explicó el 31,4% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de frutilla (81%), mientras que la menor fue para los de limón (8,1%). La brecha en los productos frutihortícolas y en los ganaderosIPOD frutihortícola: del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 4,3 veces en abril, lo que representa una disminución del 6,5% con respecto a marzo.IPOD ganadero: por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó 3,2 veces más de lo que recibió el productor, un 3,3% más que el mes pasado.Cabe destacar que según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas del rubro alimentos y bebidas acumulan una caída del 23,8% en los primeros cuatro meses del año frente al mismo período de 2023, reflejo de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una detracción de la demanda.  Además, durante el primer cuatrimestre del año, todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también al aumento del transporte y la logística, luz, gas, patentes e impuesto inmobiliario, arrendamientos, combustibles, fertilizantes y repuestos de maquinarias, por citar algunos.
 Mayores y menores brechas IPOD de abril
Productos con mayores brechas IPOD mensualesEl limón (12,3 veces), la mandarina (6,9), la naranja (6,3), la pera (5,9) y la carne de cerdo (5,6) fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
El limón, al igual que la naranja, registró una suba en la oferta ocasionada por la baja demanda. Mientras que los precios del primero cayeron 16,7% al productor y 2,6% en góndola, el cítrico dulce presentó una disminución del 20,4% en origen y 5,7% en destino.
La mandarina, por su parte, mostró otro comportamiento: si bien su precio aumentó al productor (14,1%), se observó una caída a nivel del consumidor (14%).
En el caso particular de la pera, los precios al productor no registraron variaciones, mientras que en góndola se visualizó un aumento del 1%.   Por último, se encuentra la carne de cerdo, producto que bajó 11,5% en origen y 3% en destino. Productos con menores brechas IPOD mensualesLos cinco productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor forman parte de la canasta frutihortícola.
La frutilla (1,2 veces) —fruta estrella que todos necesitan tener en góndola — fue el producto que presentó menor brecha campo-góndola del mes, aumentando sus precios en ambos extremos de la cadena: 48% en origen y 13,2% en destino. La situación es resultado de la poca producción debido a inclemencias climáticas, lo que conlleva una suba de precios.
La calabaza y la cebolla presentaron la misma diferencia de precios entre origen y destino (1,9), pero tuvieron diferente comportamiento: la primera aumentó 58,3% al productor y cayó 0,8% al consumidor; mientras que la cebolla se incrementó 7% en origen y 14,7% en destino.
Por último, el tomate redondo y el pimiento presentaron una brecha de 2,1 veces. Sus precios se incrementaron tanto al productor (177,4% y 82,3%, respectivamente) como al consumidor (37,6% y 33,9%, respectivamente).   El análisis demuestra que el productor primario no es formador de precios. Si bien algunos productos con alta incidencia en la canasta (como, por ejemplo, la cebolla y el tomate) presentaron un reacomodamiento en los precios al productor, estos valores no llegaron a compensar la inflación acumulada, por lo que el primer eslabón (origen-productor) sigue resignando rentabilidad frente al resto de los actores de la cadena de valor. Es decir, la estructura de formación de precios en Argentina nace en la góndola y se va disgregando hacia atrás, hasta llegar al productor, cuando debería ser al revés.
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¿Cuál es la percepción de los jóvenes sobre el campo?

Con el foco puesto en los jóvenes, esta nueva investigación cualitativa indaga en la percepción que tienen los universitarios de carreras no ligadas específicamente al agro, sobre este sector como espacio para su desarrollo profesional. ¿Qué aspiraciones los motivan? ¿Qué esperan del ambiente laboral? ¿Cómo imaginan su futura inserción en el trabajo? ¿Qué áreas de la producción les generan mayor atractividad? ¿Cómo imaginan que es el trabajo en la agroindustria? ¿Qué tipo de perfiles creen que necesita el agro?, etc. fueron algunas de las preguntas que guiaron esta tercera investigación por parte de la Universidad Austral.

Al dar a conocer los resultados de la encuesta de percepción de los jóvenes sobre el campo, la casa de altos estudios señala:
La tendencia mundial muestra que cada vez más en el sistema agropecuario los cambios en las tecnologías y la tendencia a la automatización están marcando una transformación en el mercado laboral, donde se necesitan menos trabajos manuales y más personal calificado.
A su vez, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), para el año 2050 habrá que alimentar a más de 9.000 millones de personas. Eso desafía a los productores y a la agroindustria a producir más, siendo cada vez más eficiente con los recursos.Para conocer qué lugar ocupa el sistema agroindustrial dentro de las preferencias laborales y de desarrollo de los futuros jóvenes profesionales, durante el mes de septiembre de 2023 se desarrollaron seis focus groups con estudiantes de los últimos dos años de carreras no afines al agro, de ciudades universitarias del país como Santa Rosa, La Plata, Córdoba, Neuquén, Tandil y Rosario, entre otras.
En esta oportunidad la investigación contó con el apoyo de BAYER, de la Cámara de la industria aceitera argentina (CIARA), la Fundación de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Fundación para la promoción y el desarrollo de la cadena láctea argentina (FUNPEL), VALLEY, AAPRESID, CREA y la Fundación Barbechando. 
Algunos emergentes
Como en las anteriores investigaciones, la hipótesis inicial del trabajo es que una buena parte de los jóvenes tiene poca información sobre el agro, a la vez que cercanía y sensibilidad con temas vinculados de hecho con el sector, aunque ellos no los asocien. Este hecho, conlleva la necesidad por parte del sector, de elaborar nuevas y mejores maneras de vinculación y comunicación. El agro es percibido por los jóvenes como sector estratégico para el país y motor de la economía. Producción de alimentos, cuidado animal y ambiental, atracción por la innovación y la digitalización son algunas de las agendas que suscitan el interés de los jóvenes y que se vinculan con el agro brindando una oportunidad de cercanía y atractividad como espacio de desarrollo profesional. Sin embargo, a la luz de los resultados, los jóvenes de carreras no afines al sector, tienen pocas referencias del agro, y a priori, no lo ubican en su mapa de posibilidades e intereses.
“En relación a lo que se espera de un empleo, se destacan la flexibilidad, el buen ambiente laboral, un propósito y motivación convocante y el cuidado del ambiente y la sustentabilidad como elementos deseados, más allá de una buena retribución económica”, destaca el informe.
El agro aparece, a su vez, como un espacio que “posee escasa presencia mental como potencial empleador sobre todo en el ámbito del AMBA.
Las empresas y marcas del agro no emergen de manera espontánea en el imaginario”.
Este desconocimiento y desinformación trae aparejados algunos prejuicios en cuanto a las condiciones de trabajo y “la cristalización de imaginarios negativos asociados al agro como actividad extractiva y de desgaste, escasa conciencia sobre el cuidado del ambiente, poca innovación y baja incorporación de tecnología (acentuado en AMBA)” sin embargo, se detectan oportunidades debido al vacío de conocimiento en relación a las necesidades de talentos profesionales diversos, la escala y relevancia de muchas empresas que lo componen y la dimensión bioeconómica o agrobioindustrial, que representa para los jóvenes, el costado más interesante, innovador y sustentable.
A la luz de estos resultados, algunas de las sugerencias que se destacan en el informe, tienen que ver con reforzar la consideración del sistema agro como sector estratégico, con ventajas competitivas y con proyección de futuro, complementar la información con foco en las empresas vinculadas y la necesidad de talento profesional diverso y presentar la visión de futuro con anclaje en los desarrollos de la bioeconomía y la agrobioindustria.
“Adicionalmente, se detecta una oportunidad de mayor relacionamiento institucional con las universidades” para aportar información general y sobre las oportunidades de empleo con el fin de generar atractivo y motivación.
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Campo

Fuerte ajuste de márgenes en granjas porcinas en el primer trimestre del año

 Desde la Fundación Mediterránea dieron a conocer un nuevo informe titulado "Fuerte ajuste de márgenes en granjas porcinas en el primer trimestre del año", presidida por María Pía Astori.

  • En este informe se presentan estimaciones de resultados económicos (márgenes netos) en un sistema de producción intensiva de capones de 500 madres, en establecimientos de referencia (construcciones teóricas) que operan con distintos niveles de eficiencia, tanto en conversión alimenticia como en kilos producidos por cerda madre año, hasta el mes de marzo del 2024. También se hace una mención a la localización de las granjas y a las diferencias de costos que pueden generarse a partir de distintas condiciones (precios) de acceso a las materias primas más críticas (cereales, harinas proteicas)
  • Luego de un buen cierre de 2023, se observa un fuerte deterioro de los márgenes en granjas porcinas en el primer trimestre de este año. En efecto, en diciembre del año pasado, si bien los costos se encontraban altos, los muy buenos precios del capón habían permitido lograr un margen neto de $ 419 / kilo producido (a valores de marzo 2024, granja de eficiencia media), un registro alto para la historia reciente de la actividad. En lo que va de este año, por el contrario, la ecuación económica de las granjas se ha visto sensiblemente desmejorada, con un margen que pasó de los $ 419 por kilo de diciembre, a $ 237 / kilo en enero, $ 137 / kilo en febrero y $ 31 / kilo en marzo, uno de los peores registros de los últimos 9 años
  •  La trayectoria de los márgenes de granjas de eficiencia alta y baja ha sido similar a la de granjas de eficiencia media, aunque difieren los niveles. Los establecimientos de alta eficiencia, pasaron de un margen de $ 577 por kilo en diciembre 2023 a $ 146 / kilo en marzo (a precios constantes de este último mes, una pérdida del 75% en términos reales). Por su parte, los márgenes en establecimientos de baja eficiencia, de $ 179 / kilo en diciembre 2023 entraron en terreno negativo en febrero, para llegar a pérdidas estimadas de $ 159 / kilo en marzo
  • Las estimaciones anteriores se basan en granjas localizadas al sur de Córdoba, que acceden a las materias primas agrícolas a precios menores a los que se pagan en el mercado de Rosario (FAS Rosario, pizarra Rosario); se supone un funcionamiento normal del mercado, en cuanto a la formación de precios y los valores de los granos a medida que se toma distancia del mercado concentrador (precios FAS descontados por fletes). En el informe se simula cómo quedarían los costos medios y los márgenes en granjas que, ya sea porque se localizan muy cerca del mercado concentrador de Rosario o por otros motivos, acceden a las materias primas a precios llenos; en este caso, granjas de eficiencia media perdieron $ 19 / kilo producido en marzo 2024. Si una granja debió pagar precios 10 – 20% superiores a los FAS Rosario para abastecerse de materias primas, la pérdida asciende a $48 - $96 por kilo producido, respectivamente. Solo granjas que pagaron 10% menos habrían logrado un margen neto positivo ($ 48 / kilo).

El IERAL viene realizando un seguimiento de los resultados económicos de la actividad porcina desde hace varios años, mediante la estimación de márgenes netos en modelos de producción intensiva de capones.

Este informe presenta estimaciones de estos márgenes, actualizadas al mes de marzo 2024, para un sistema de producción de 500 madres (teórico), que se lleva adelante en establecimientos con distintos niveles de eficiencia, tanto en conversión alimenticia como en kilos producidos por cerda madre año, y que se emplazan en localizaciones alternativas. La intención es mostrar qué sucede con el resultado económico de las granjas cuando se modifica la eficiencia productiva con la que logran gestionar el negocio y también cuando se presentan diferencias en los precios de compra de las materias primas que constituyen la base de alimentación de los animales (maíz, harina de soja). Estos modelos productivos son estimados a precios de mercado, relevados por IERAL de fuentes secundarias y/o generados vía consultas a actores del sector.

Con respecto a la conversión alimenticia se plantean tres posibles situaciones (valores promedio): 2,5, 2,8 y 3,1 kilos de alimento por kilo de capón producido. En cuanto a la productividad por madre, también son tres los casos alternativos: 2.563, 3.536 y 4.116 kg/madre/año. Respecto a la localización, se suponen tres posibles emplazamientos, Rosario, Marcos Juárez (sudeste de Córdoba) y Malena (sur de Córdoba), los que se asocian cada uno de ellos a una determinada distancia del centro de formación de precios de granos y/o sus derivados (puertos Rosario).

Nótese que de los supuestos de eficiencia definidos surgen 9 escenarios o situaciones, casos en los que las granjas diferirán ya sea en sus costos, en sus ingresos y/o en ambas variables, y que por ende determinarán otros tantos resultados económicos. Con esta simulación se espera poder cubrir la variabilidad que seguramente existe en materia de eficiencia a nivel de granjas “reales”; no puede desconocerse que en el mercado conviven granjas que logran estándares muy elevados en materia de conversión y productividad por madre con otras que, por motivos varios, problemas sanitarios, falta de recursos humanos calificados, limitantes de infraestructura y equipamiento, etc., no alcanzan niveles tan satisfactorios en estos parámetros (o los logran durante algunos períodos, pero no consiguen mantenerlos en el tiempo).

El análisis detallado focaliza en 3 de los 9 casos posibles:

1. Granja que logra conversión alimenticia de 3,1 kg/alimento por kg/capón y 2.563 kg/madre/año. Este caso se referirá como el de “eficiencia baja”.

2. Granja que logra conversión alimenticia de 2,8 kg/alimento por kg/capón y 3.536 kg/madre/año. Se trata del caso de la “eficiencia media”.

3. Granja con conversión alimenticia de 2,5 kg/alimento por kg/capón y 4.116 kg/madre/año. El caso de la “eficiencia alta”.

En el caso de la localización, y a los efectos de simplificar, se presentarán los costos de 3 casos, aquellos que se corresponden con granjas de “eficiencia media” según la definición anterior.

Por último, además de las tres tradicionales localizaciones con las que se trabaja habitualmente, se realiza una sensibilización adicional del valor pagado por los granos, construyéndose escenarios para aquellas granjas que han pagado precios de estos últimos por encima de sus valores de paridad de mercado habituales (CAC Rosario descontados por costos de transporte).

Los ingresos

Los ingresos de las granjas dependen de la venta de los kilos de capón producidos, y en mucha menor medida, de la venta de animales de refugo.

Para determinar los ingresos

se tienen en cuenta los distintos casos planteados en materia de productividad por madre, y en lo que hace a los precios de venta, se supone una comercialización a precio máximo promedio mensual del capón tipificado, según informa periódicamente la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

En un gráfico adjunto se presenta la evolución del precio real del capón tipificado para el período comprendido entre enero 2016 y marzo 2024. Comenzando por el pasado reciente, luego de cerrar el último año en máximos históricos (diciembre 2023), el capón fue quedando nominalmente por detrás de la inflación y cayó en términos reales durante el primer trimestre del año. Para tener referencia, trabajando con valores expresados en pesos constantes del último mes (marzo 2024): el capón cotizó a unos $1.972 / kilo en diciembre, bajó a $1.639 / kilo en enero, a $1.383 / kilo en febrero y tocó un piso de $1.153 / kilo en marzo (42% por debajo de su valor de diciembre).

Medido en moneda constante, el precio medio del primer trimestre fue levemente inferior al de igual período de 2023 ($1.392 vs $1.396 por kilo, respectivamente). Sin embargo, la comparación interanual fue resultando cada vez más desfavorable a medida que avanzó el trimestre, con un capón que cerró marzo cotizando 16% por debajo del mismo mes del año anterior (en términos reales).

Esto último puede apreciarse claramente en otro de los gráficos adjuntos dónde se presenta el precio medio del primer trimestre de los últimos años (2016 – 2024) y el correspondiente al mes de marzo. Nótese que el 2024 no se encuentra tan mal en perspectiva cuando se compara el promedio de precios de los tres primeros meses de cada año, pero constituye uno de los peores registros cuando se comparan los “marzos”. Para tener referencia, mientras el precio medio del primer trimestre 2024 queda únicamente por debajo de los “picos” 2021/22 (-9% en términos reales), el precio de marzo 2024 fue el peor registro de los últimos 9 años para similar mes (junto a marzo 2018).

Al agregar la venta de madres y padrillos de refugo, los ingresos de una granja de eficiencia media promediaron $1.419 / kilo durante el primer trimestre (-0,3% real interanual). Debido a su menor incidencia sobre el total de los ingresos, el número final y la dinámica descripta anteriormente para el precio del capón no se modifica demasiado al incorporar estos ítems. En términos promedio del primer trimestre, los ingresos de las granjas tuvieron este año un comienzo similar al de 2023, se ubicaron por debajo de los “picos” 2021-2022 y bastante por encima de los del período 2016-2020 (siempre en términos reales). Pero los flujos de ingresos se fueron deteriorando en paralelo al precio del capón y al cierre del primer trimestre (marzo) se posicionaron como los más bajos del período 2016 – 2024, en una situación muy similar a la de marzo 2018.

Los costos

En este apartado se analiza la otra variable que hace a la ecuación económica de las granjas, los costos de producción, partiendo desde el pasado reciente y repasando lo sucedido durante los últimos años (2016-2024).

Trabajando con valores expresados en pesos constantes del último mes (marzo 2024), los costos totales de una granja de eficiencia media promediaron $ 1.285 / kilo en el primer trimestre de 2024, un 4,1% real por debajo del costo medio observado en el primer trimestre 2023. Esta disminución estuvo explicada fundamentalmente por el abaratamiento (en términos reales) del principal costo de las granjas, la alimentación, y en menor medida por la pérdida de los salarios contra la inflación. En total unos 4 rubros de los costos se habrían abaratado y otros 4 se habrían encarecido en términos reales respecto al 2023 (3 meses de cada año), en más detalle:

La sanidad se encontró 69,7% más cara en términos reales este año. Este rubro pegó “un salto” importante en diciembre 2023 debido al impacto de la devaluación sobre los bienes importables. Aumentó 94% intermensual nominal en pesos, unos 68 puntos porcentuales por encima de la inflación de ese mes (25,5%), encareciéndose 54% en términos reales. En enero-febrero aumentó menos que la inflación, algo que se repetiría también en marzo, pero aún queda 28% real más cara que en noviembre 2023 (previo a la devaluación).

El flete y la energía6 se encarecieron en torno al 20% interanual en términos reales durante el primer trimestre, mientras que las amortizaciones7 lo habrían hecho en un 16,6% i.a.

La genética y el conjunto de los impuestos, la tierra y otros gastos (identificados como “resto” en el gráfico) prácticamente se mantuvieron en términos reales respecto al año anterior (una merma <0,5% i.a).

La alimentación, el costo principal de las granjas de producción intensiva, se abarató 13,2% interanual en términos reales. Para tener orden de magnitud, este rubro representó el 69,3% del costo total en el primer trimestre 2023 y fue del 62,8% en el primer trimestre 2024, es decir, su incidencia se redujo en 6,5 puntos porcentuales.

En cuanto a lo sucedido durante el período 2016 – 2024 (primer trimestre de cada año), en un gráfico adjunto puede observarse que los costos medidos en moneda constante parten de niveles 20 – 40 % más bajos que los actuales al inicio de la serie (2016 – 2018), registran un aumento significativo en torno al 50% entre 2018 – 2021 (a precios de “hoy”, se pasó de un costo de $944 por kilo producido a uno de $1.429, debido fundamentalmente al aumento del costo alimenticio) y vienen bajando desde 2022 pero sin retornar aún a niveles previos.

Hasta aquí se ha repasado la dinámica interanual reciente de los distintos componentes del costo total y la evolución de este último durante los primeros trimestres del período 2016 – 2024. A continuación, se intenta responder a la siguiente pregunta: ¿cuáles fueron los componentes del costo que más se encarecieron desde 2016 en términos reales?

La respuesta se presenta en un gráfico contiguo que sintetiza la variación real acumulada de los costos durante los últimos 9 años (2016 – 2024). Allí se puede observar que los costos totales de una granja de eficiencia media acumularon un aumento real del 29,3% entre 2016 y el primer trimestre del 2024. En cuanto a los rubros que aumentaron en mayor / menor proporción que el promedio de los costos durante este período, se destaca lo siguiente:

Los costos de “sanidad e inseminación” acumularon un aumento del 136,8% durante este período, unos 107,5 puntos porcentuales más que el promedio de los costos.

Los costos de “fletes y guías” acumularon un aumento del 37,8%, unos 8,4 puntos porcentuales más que el promedio de los costos. Nótese que este rubro registró una fuerte suba entre 2023 y el primer trimestre 2024 que lo colocó en segundo lugar de este ranking, algo que no ocurría hasta el año pasado.

Los costos de “alimentación” acumularon un aumento del 32,6%, unos 3,2 puntos porcentuales más que el promedio de los costos. Nótese que la gráfica de esta serie se “pega” bastante a la de los costos totales a lo largo de todo el período, esto se debe a la gran incidencia que tiene este rubro en la estructura de costos de las granjas (representa más del 60% del costo total).

Los costos de “energía” acumularon un aumento del 29,1%, casi a la par del promedio de los costos.

Los costos de “genética” acumularon un aumento del 16,2%, unos 13,2 puntos porcentuales menos que el promedio de los costos.

Los costos de “amortizaciones” acumularon un aumento del 13,4%, unos 15,9 puntos porcentuales menos que el promedio de los costos.

Con la caída del primer trimestre 2024, los costos de “mano de obra” fueron los únicos que se abarataron en términos reales durante el período (-12,5%)

Para finalizar esta sección se presenta a continuación la evolución de la estructura de costos de una granja de eficiencia media entre el año 2016 y lo que va del 2024 (3M.). El objetivo es acoplarlo con los dos análisis anteriores, ver cómo queda la estructura de costos luego de las últimas variaciones de precios y también cómo ésta se fue modificando durante los últimos años.

En relación al primer punto, en la tabla contigua puede observarse que, respecto al 2023, durante los tres primeros meses del año:

El costo de alimentación perdió unos 5,5 puntos porcentuales de incidencia en el costo total (CT), pasando del 68,3% al 62,8%, respectivamente. Esto se debe al abaratamiento en términos reales de este rubro entre ambos momentos del tiempo, señalado anteriormente.

En el otro extremo y en línea con lo anterior, el costo de sanidad, ítem que más se encareció en términos reales, ganó 2,9 pp y se posicionó como el segundo rubro más importante dentro de la estructura de costos este año (pasando del 6,0% al 9,0% del CT).

También ganaron participación las amortizaciones, los fletes y la energía, y el otro que perdió fue la mano de obra. La genética y el promedio de los impuestos, la tierra y otros gastos varios (identificados en la tabla como “resto”) mantuvieron relativamente constante su incidencia en los costos en relación a 2023.

Vale aclarar que la mayor (menor) incidencia de un determinado costo “j” (Cj) en el costo total (CT) depende no solo de si Cj aumenta (disminuye), sino también de si lo hace en mayor (menor) proporción que el promedio de los costos (C1, C2, …, Cj, …, Cn). Por caso, entre 2023 y 2024 (3M) vimos que el CT de las granjas disminuyó en términos reales, en  consecuencia, redujeron su incidencia los únicos rubros que se abarataron más que proporcional (alimentación y mano de obra).

En cuanto a cómo fue evolucionando la estructura de costos a lo largo de estos años, si se ignora por el momento lo ocurrido durante el primer trimestre 2024 y se hace un corte en 2023 para comparar contra el 2016, se encuentra que, de los ítems más relevantes (que explican más del 5% de los costos), solo la alimentación y la sanidad habían ganado participación hasta el año pasado: unos 4,2 puntos porcentuales en el primer caso (del 64,1% en 2016 al 68,3% en 2023) y unos 2,5 pp en el segundo (del 3,6% al 6,0%, respectivamente). Las amortizaciones y la mano de obra, otros dos rubros importantes, habían perdido incidencia (-3,5 y -2,3 puntos porcentuales, respectivamente); y el resto de los costos de menor incidencia dentro de la estructura de las granjas (que explican menos del 5% del total) se mantuvieron sin grandes cambios durante este período (+/- 0,8 pp).

Cuando se incorporan al análisis los datos del primer trimestre 2024 se encuentra que, desde el año 2016, únicamente la sanidad aumentó significativamente su incidencia dentro de la estructura de costos (del 3,6% al 9,0%, unos 5,4 pp). El reciente abaratamiento relativo de la alimentación habría logrado que este costo se incorpore al grupo de los que perdieron peso durante este período (junto a las amortizaciones y la mano de obra) y el resto de los ítems se habría mantenido sin grandes cambios. El flete ganó participación el primer trimestre y asoma como un costo importante a monitorear este año, sujeto a lo que ocurra con el precio de los combustibles y la magnitud de eventuales ajustes sobre las tarifas de referencia para el transporte de cargas.

Los resultados económicos

En este apartado se presentan estimaciones de resultados económicos para granjas de producción intensiva de cerdos con distintos niveles de eficiencia, asumiendo que todas ellas se encuentran situadas en un mismo sitio geográfico (Malena, Córdoba). Se utiliza el concepto de márgenes netos por kilo vendido. Este indicador de beneficios surge de descontar de los ingresos por venta de capones y animales de refugo, todos los costos incluyendo las amortizaciones, los impuestos (salvo el Impuesto a las Ganancias) y un costo de oportunidad de la tierra que ocupan las instalaciones de las granjas.

Anteriormente se describieron los ingresos y los costos de una granja de eficiencia media y se profundizó tanto en su dinámica reciente como en la de los últimos años (2016 – 2024). Por tal motivo, se encuentra conveniente iniciar esta sección analizando cómo se ha comportado el margen neto de esta granja en similares períodos.

Comenzando por el pasado reciente, los ingresos de las granjas (medidos en moneda constante) terminaron el 2023 en máximos históricos gracias a la escalada registrada en el precio del capón durante el mes de diciembre. En ese mes, los costos, si bien subieron y se posicionaron en niveles máximos con relación al pasado, no lo hicieron tanto como los ingresos. El resultado fue un margen neto de $ 419 / kilo producido (expresado en valores de marzo 2024), el segundo nivel más alto registrado para un mes del período 2016 – 2024 (apenas por debajo de los $ 431 / kilo de septiembre 2020).

Lamentablemente la situación se revirtió a partir de entonces: tanto los ingresos como los costos fueron cayendo mes a mes entre enero - marzo de este año (en términos reales), pero los costos menos que los ingresos y el margen neto fue mermando de manera considerable. Para tener referencia, de los $ 419 por kilo producido en diciembre, se pasó a $ 237 / kilo en enero, $ 137 / kilo en febrero y a solo $ 31 / kilo en marzo. En tan solo tres meses el margen neto de las granjas se redujo 93% en términos reales y pasó de estar en máximos a uno de los niveles más bajos del período 2016 – 2024.

Dentro del escenario complejo para las granjas de los últimos meses, cobra relevancia el abaratamiento del costo de la alimentación en términos reales. De no haberse dado, siendo este un rubro que representa más del 60% dentro de la estructura de costos el margen neto habría entrado ya sin dudas en terreno negativo.

Costos y márgenes según localización de la granja

Focalizando en granjas de eficiencia intermedia, en esta sección se indaga en las posibles implicancias de la ubicación geográfica del establecimiento sobre los costos y los márgenes. Se entiende que la localización influirá en el precio que la granja deberá pagar para acceder a dos componentes claves en la dieta alimenticia de los animales: maíz y harina / expeller de soja.

En el documento se trabaja con el supuesto que, en zonas de fuerte producción agrícola (Córdoba, Santiago del Estero, Santa Fe, Buenos Aires), una mayor distancia entre la granja y los puertos de Rosario reduce el costo de acceso a las materias primas en una magnitud equivalente al costo de traslado de los productos entre esos puntos.

Para determinar dichas variaciones, se toman como referencia las siguientes locaciones y supuestos11: a) Rosario, emplazamiento que no incluye descuento de flete para las materias primas respecto de sus precios FAS Rosario; b) Malena, incluye un descuento equivalente a un flete de 450 km; c) Marcos Juárez, incluye un descuento equivalente a un flete de 150 km.

Como era de esperar, al ser la de mayor distancia a los puertos de Rosario, la granja emplazada en Malena resultó la de menor costo entre las sensibilizaciones realizadas. Trabajando a pesos constantes de marzo 2024, su costo total por kilo promedió $1.285 durante el primer trimestre 2024. En Marcos Juárez y Rosario el costo ascendió a unos $1.313 y $1.340 por kilo, unos $28 y $55 más por kilo que en Malena, respectivamente.

Nótese que para similar eficiencia productiva y demás costos de inversión y funcionamiento, hay una diferencia del 4,2% ($55) por kilo producido entre el costo de una granja que paga por las materias primas precios Rosario “descontados” por tarifas de fletes de una distancia de entre 400-500 km (sur o norte de Córdoba) y otra que paga precios “llenos” (Rosario), para similar eficiencia productiva y demás costos de inversión y funcionamiento.

En términos de márgenes netos, la granja de eficiencia media localizada en Malena promedió un margen neto de $135 por kilo en el primer trimestre. Mientras que la misma granja, pero emplazada en Rosario o Marcos Juárez, habría obtenido un margen de $ 80- 107 por kilo, respectivamente.

En la tabla puede notarse que las diferencias de márgenes entre las granjas de Malena y las de otras localidades (en $/kg), responden por completo a sus diferencias de costos. Esto se debe a dos supuestos implícitos en el análisis: (1) que todas las granjas tienen la misma eficiencia (producen y venden la misma cantidad de kilos) y (2) que todas venden al mismo precio. De su conjunción se desprende que todas generan el mismo flujo de ingresos.

En relación a esto último, cabe aclarar que los precios “tranquera” que se logran en la venta de los animales podrían diferir en función de la capacidad de pago de frigoríficos regionales y/o de las condiciones generales de oferta y demanda en la que operan los submercados al interior del país. Alguna granja en alguna localización podría estar recibiendo precios mayores / inferiores a los que se utilizan de referencia en este trabajo, y por tanto, las diferencias entre-localizaciones podrían venir también por el lado de los ingresos en la práctica.

Lo que aquí se intenta destacar es que - ceteris paribus - una localización más ventajosa en términos del costo de las materias primas13 puede generar diferencias bastante importantes en el margen neto por kilo producido. Una desventaja de localización exigiría a una granja lograr mayor eficiencia productiva (particularmente de conversión alimenticia) para poder lograr resultados económicos similares a los de otra granja con mejor acceso a las materias primas.

¿Cómo cambian los márgenes si los granos se pagan por encima de la paridad Rosario?

En el apartado anterior se simularon distintos emplazamientos de las granjas a los efectos de incorporar posibles diferencias en los costos de aprovisionamiento de las materias primas, trabajando con el supuesto de un funcionamiento normal del mercado de granos, en cuanto a la formación de precios y los valores pagados en el interior productivo según precios internacionales, impuestos y demás condiciones comerciales (precios de paridad). En esta sección se realiza otra simulación de los márgenes vinculada a los precios de los granos, en la que independientemente de la localización de las granjas, éstas han tenido que pagar precios de materias primas distintos a los valores de paridad habituales para sus zonas.

En marzo 2024 los precios promedio de maíz y soja en la Bolsa de Comercio de Rosario fueron de $147,2 mil y $252,2 mil / tonelada, valores que han sido usados en las estimaciones realizadas hasta aquí, y que han sido llevados al interior productivo ajustados por costos de transporte.

Se simula a continuación cómo quedan los costos medios y los márgenes en granjas de eficiencia media que, independientemente de su localización, han pagado en marzo por los granos consumidos los precios de paridad Rosario, los precios de paridad + un 10% y los de paridad + un 20%; también se incluye el caso de precios 10% más bajos a los de paridad, como para abarcar un abanico más amplio de posibles situaciones.

De acuerdo a las estimaciones, aquellas granjas de eficiencia media que pagaron precios CAC Rosario tuvieron un costo medio de $ 1.195 / kilo vivo y perdieron en marzo unos $19 por kilo producido. Los que pagaron precios un 10 - 20% superiores a los de CAC Rosario tuvieron un costo medio de $1.243 y $1.291 por kilo y en estos casos las pérdidas ascendieron a $48 y $96 por kilo de animal producido. Por su parte, las granjas que pagaron un 10% por debajo de los precios de CAC tuvieron costos medios a $1.147 / kilo y lograron un margen neto positivo de $ 48 / kilo producido

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