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CARTA DEL LECTOR

La importancia del desarrollo sostenible en la economía

7 de noviembre de 2022

Muchos de los retos a los que se enfrenta el ser humano, tales como el cambio climático , la escasez de agua, las desigualdades o el hambre, solo se pueden resolver promoviendo el desarrollo sostenible: una apuesta por el progreso social, el equilibrio medioambiental y el crecimiento económico.

La importancia del desarrollo sostenible estriba en evitar circunstancias de zozobra en una economía cuando el ciclo económico está en una fase negativa. El desarrollo sostenible implica desarrollo institucional, reglas de juego claras que integren a todos los actores, como asimismo un amplio fomento hacia la actividad empresarial. La libertad desde el punto de vista económico debe ser considerada importante para lograr el objetivo, con un estado que se abstenga de intervenir en la economía salvo para generar igualdad de oportunidades.

Esta economía es un modelo socioeconómico en el cual el desarrollo económico debe garantizar el desarrollo y bienestar social de las comunidades y pueblos, haciendo un uso responsable de los recursos naturales y respetando el ambiente. Mediante la economía sostenible las empresas crecen en equilibrio con la naturaleza. Esto trae como consecuencia una mejor calidad de vida de la población. Así como recursos naturales de calidad y que puedan perdurar el mayor tiempo posible en la naturaleza. Para lo cual se deben crear políticas que garanticen la conservación y cuidados de la naturaleza.

Dicho de otro modo, la meta de la economía es elevar el nivel de vida de la población sin afectar en gran medida los recursos naturales. Lo que implica la formulación de nuevas políticas de desarrollo que satisfagan sus necesidades económicas, así como las necesidades sociales y medioambientales de los seres humanos a corto, medio y largo plazo.

Hoy por hoy, ha tomado impulso la necesidad de vivir en equilibrio con el medio ambiente, que debe ser una prioridad para las empresas que quieren permanecer en el tiempo. Debido a ello las empresas están asumiendo el modelo de economía sostenible.

La economía circular guarda relación con la sostenibilidad, ya que su objetivo es que el valor de los productos, materiales y recursos, como el agua y la energía, se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible. Todo esto tiene la finalidad de reducir al mínimo la producción de basura o desechos.

Por otra parte, la economía circular como factor de desarrollo sustentable del sector productivo permite aprovechar todos los residuos para reciclarlos y darles una nueva vida, o transformarlos en nuevos productos. tal y como sucede en la naturaleza, donde todo se aprovecha y se transforma.

De este modo, el equilibrio entre el progreso y la sostenibilidad está garantizado, dado que los residuos generados sirven de materia prima para otras industrias, que al mismo tiempo se convierten en fuentes de empleo para muchos.

Una de las prioridades es dar importancia a los recursos locales o municipales. Reutilizar los recursos locales nos libera de la necesidad de importar materias primas así que, sin duda, la economía circular y sustentable nos hace ahorrar tiempo y dinero.

La adecuada protección y conservación del ambiente representa uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la humanidad. Es evidente que se necesitan cambios drásticos y normas muy estrictas si se quiere conservar la calidad de vida en el planeta. Como miembros de la sociedad debemos participar en forma activa en la creación de leyes y reglamentos que tengan un impacto benéfico para el ambiente, nuestra salud y la economía. Es importante señalar que las soluciones al problema de la contaminación están más cerca de lo que uno cree, ya que es posible en nuestra vida cotidiana contribuir con actividades sencillas a mejorar nuestro entorno, como, por ejemplo, consumir productos no contaminantes, disminuir el uso del automóvil, separar los desechos reciclables en el hogar, crear espacios verdes, entre otras medidas. Es precisamente aquí donde se manifiesta en forma más categórica el hecho de pensar globalmente, pero actuar localmente.

Cristián Frers – Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social. Periodista.

Foto gentileza CREDITEA

CARTA DEL LECTOR

CARTA ABIERTA A LOS COMERCIOS E INMOBILIARIAS DE MIRAMAR

Estimados comerciantes e inmobiliarias

Muchos turistas estamos preocupados por el creciente problema de motos con escapes libres y explosiones que se escuchan hasta la madrugada. Esta situación afecta descanso, la seguridad y la imagen de Miramar como destino tranquilo.
Además, ya esta corriendo la bola entre quienes veranean aquí, y varios comentan que podrán elegir otros destinos so no se controla. Sería una pena que la ciudad pierda visitantes por algo que puede resolverse con controles adecuados.

Por eso, creemos que quienes viven directamente del turismo en Miramar pueden tener un papel importante conversando  con las autoridades correspondientes para que tomen medidas y se restablezca la tranquilidad de todos.

Cuidar la tranquilidad de Miramar es responsabilidad de todos.

Firma. Un turista más

Foto ilustración

NdR: a la queja de los vecinos por los ruidos de las motos por la noche en las avenidas, se de suma la inexistencia de controles por falta de cascos y el expendio de naftas en algunas estaciones de servicios a motociclistas que no lo utilizan para su seguridad.

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CARTA DEL LECTOR

‘No le damos importancia a la problemática ambiental’

Bajo el título 'No le damos importancia a la problemática ambiental', Cristián Frers, Técnico Superior en Gestión Ambiental y en Comunicación Social, nos hizo llegar una nota sobre conciencia ambiental, que dice textualmente:

La falta de interés por el medio ambiente puede deberse a diversos factores, incluyendo la falta de percepción de los problemas, la distancia con la naturaleza, el individualismo y el consumismo, así como la falta de información y educación ambiental. Es un problema complejo que involucra factores psicológicos, culturales, económicos y sociales. Para fomentar una mayor preocupación, es necesario aumentar la sensibilización, promover la educación ambiental y abordar los intereses que obstaculizan la acción climática.

Se cree desde hace un tiempo que la gente se muestra a favor de la conservación de la naturaleza, que considera que el deterioro de la misma es un problema grave y que piensa que alguien debería hacer algo al respecto con urgencia. Aunque también se tiende a aceptar una responsabilidad difusa en la que los culpables somos todos y a expresar que la capacidad de actuar esta en unos pocos: Los profesionales relacionados con la problemática ambiental y el gobierno, es decir, los que SABEN y los que tienen el PODER.

He dedicado los últimos treinta años de mi vida al periodismo ambiental, escribiendo artículos sobre educación ambiental, contaminación de ríos y mares, implementación de políticas ambientales tanto locales como provinciales y nacionales, las consecuencias del cambio climatico, la implementación de la educación ambiental en las escuelas y en los colegios, la protección de la biodiversidad tanto vegetal como animal, entre otros. Algunas veces siento como si observara una lenta extinción y un panorama interminable de lo podría ser el del mundo, tal como lo conocemos.

No quiero decir que la tierra esté a punto de colapsar pero, en los próximos cien años, la que la hereden puede ser muy diferente: La temperatura está aumentando con fenómenos meteorológicos cada vez más violentes, los glaciares y los hielos de los polos están desapareciendo, muchas especies vegetales y animales ya no existen, solamente se las pueden ver en los museos como un recordatorio de lo que fueron, la composición química de los océanos está cambiando como la capacidad de los bosques para almacenar carbono.

Durante todos estos años me he preguntado: ¿Estamos implementando soluciones o simplemente estamos dispuestos a seguir con las acciones que en primera instancia causaron problemas?La respuesta es sencilla: nosotros, como especie humana, estamos fallando con respecto a los problemas ambientales, ya sean pequeños o grandes, me refiero a: la biodiversidad, los océanos, la deforestación, el agua, la política ambiental, la educación ambiental, la economía ambiental y el cambio climatico.Al día de hoy, los líderes políticos, tanto locales, como provinciales y nacionales, los dirigentes industriales y empresariales, los que tienen el poder en los medios de comunicación y la gente en general ven los temas ambientales, más como una molestia, que como una oportunidad para proteger la belleza del mundo que hemos heredado. Ven un conflicto entre el medioambiente y la economía. Ellos no entienden que el mundo, en solamente los últimos 50 años, ha cambiado drásticamente y que, sin un medio ambiente sostenible, nosotros, como especie, estamos llevando al mundo al desastre.Así que la responsabilidad es nuestra.

No podemos simplemente quejarnos de nuestros gobiernos, con sus cabezas metidas en la arena, o de las corporaciones que están deseando perfectamente agotar los bosques para obtener más altos márgenes de ganancia, todo en nombre delprogreso. No podemos regodearnos en la desesperanza, pero necesitamos movernos, estar ocupados y comenzar a efectuar cambios, ya sean éstos locales o regionales. Necesitamos comenzar a hablar y principalmente a actuar acerca de estos temas más franca y abiertamente, apoyar a los medios de comunicación y a la gente que actualmente exploran la complejidad de los temas ambientales y presionar nuestros gobiernos a través de acciones democráticas.Estamos muy enfermos, y no nos damos cuenta. Enfermos de soberbia, de materialismo, de codicia. Pero podemos reaccionar. Podemos hacer un examen de conciencia; entrar en conversiones con nuestro ser profundo, con la parte elevada que hay dentro nuestro y ver si podemos cambiar, aunque sea en algo. Antes de que sea demasiado tarde.
Si la Tierra está molesta, cada vez más enojada, es por culpa de todos. Cada vez le hacemos más daño. Y cuando la culpa es de todos, no significa que ella no sea de nadie en particular. Es de cada uno, según su grado de responsabilidad.

Firma Cristián Frers, Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Comunicación Social (Periodista)

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CARTA DEL LECTOR

Adicción a las pantallas: salud mental en peligro



Nunca estuvimos tan conectados… ni tan solos. La adicción a las pantallas se ha instalado en nuestras vidas casi sin darnos cuenta. Afecta a adolescentes, adultos y hasta niños. Y está poniendo en peligro algo esencial: nuestra salud mental.
Saltamos de una app a otra, de una notificación a un video, del celular al televisor y otra vez al celular. Dormimos con el teléfono al lado, comemos mirando una pantalla, trabajamos sin pausa entre chats, mails y reuniones virtuales, viviendo en un mundo de fantasía y obteniendo información de lugares remotos que nada nos incumben.
El problema no es la tecnología. El problema es que no saber parar. La adicción a la pantalla en los jóvenes está compitiendo con la adicción a las drogas y sobre todo en los menores de 15 años los padres asustados cuando los niños arman berrinches y les quitan el teléfono acuden cuando ya es tarde a pedir ayuda al psiquiatra.
Este uso compulsivo y constante tiene efectos claros: ansiedad, insomnio, irritabilidad, aislamiento, baja autoestima. Y lo más alarmante es que estos síntomas están apareciendo a edades cada vez más tempranas. Los adolescentes viven comparándose en redes sociales y perdiendo contacto con su mundo interno. Y los adultos no estamos tan lejos: llenamos el silencio con estímulos, sin espacio para la introspección.
Tampoco hay límite entre la vida personal y laboral. Vivimos en estado de alerta, siempre disponibles, siempre conectados, pero cada vez más desconectados de nosotros mismos. La mente sobreestimulada no descansa. El cuerpo tampoco. La salud emocional se deteriora cuando no hay pausas reales, cuando no hay respiro. ¿La solución? No es apagar todo y mudarse al campo. Es recuperar el equilibrio. Reaprender a usar la tecnología a nuestro favor, sin que nos controle.
Desde El Arte de Vivir, hace más de dos décadas enseñamos técnicas de respiración, meditación y manejo de la mente. Herramientas prácticas, accesibles, que permiten cortar con la inercia del ruido y reconectar con el momento presente. Porque cuando aprendés a calmar la mente, bajás el nivel de ansiedad. Cuando respirás conscientemente, recuperas claridad. Cuando meditás, volvés a vos.
El poder de decidir sobre nuestros deseos e impulsos sólo es posible con una mente serena. Solo con una mente en calma podés decir: ‘No voy a sacar el teléfono del bolso’ o ‘Este fin de semana voy a responder mensajes solo por la mañana o por la noche, y no voy a entrar a las redes’. Pero cuando la mente está agitada, te arrastra. La adicción toma el control, y perdemos la libertad de elegir.
Tips prácticos para reducir la adicción a las pantallas
● Realizar actividad física o yoga diariamente para calmar el cuerpo y liberar tensiones.

● Incorporar meditaciones cortas cada día para entrenar la mente y cultivar la atención plena.

● Establecer horarios de uso de pantallas, ya sea autoimpuestos o definidos por adultos responsables.

● Reducir el consumo de azúcar o alimentos excitantes, ya que aumentan la ansiedad y la impulsividad.

● Para menores, usar herramientas que limiten el tiempo de uso del dispositivo de forma clara y sostenida.

● Reconocer la adicción es el primer paso. Si se vuelve inmanejable, buscar ayuda profesional.

● Usar la cama únicamente para dormir: evitar el televisor, la tablet o el celular en ese espacio.

Los resultados demuestran que estas técnicas milenarias patrimonio cultural de la humanidad, reducen el estrés en un 56%, disminuyen la ansiedad en un 71%, y eliminan la depresión en un 67%. Además, elevan el sistema inmunológico, mejorando los niveles de presión sanguínea, aumentando las enzimas antioxidantes, mejorando el foco mental, y ayudando a lograr un sueño profundo hasta tres veces más reparador. Con nuestro equipo ofrecemos acompañamiento personalizado y grupal para niños y adultos que necesitan recuperar el control sobre sus hábitos y su bienestar emocional.

Beatriz Goyoaga, Instructora y Coordinadora de El Arte de Vivir

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