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CREA, comparte pautas para encarar restricciones hídricas

5 de noviembre de 2022

Monitorear de manera sistemática el stock y la tasa de crecimiento del pasto es una tarea fundamental para evitar quedarse sin ese recurso o bien subaprovecharlo, además de anticiparse a futuros problemas generados por posibles desbalances entre la oferta y la demanda. 
Esa es precisamente la metodología de trabajo que se emplea en diferentes establecimientos de la Argentina y del Uruguay que participan de un proyecto internacional orientado a mejorar de manera sustancial la cosecha de pasto en diferentes condiciones ambientales. Este proyecto es financiado por el Ministerio de Industrias Primarias de Nueva Zelanda y por Fontagro, una organización creada por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La iniciativa es liderada por INIA Uruguay y actúan como co-ejecutores el INTA de Argentina y el INTA de Costa Rica.
En nuestro país los miembros asociados al proyecto son CREA y Gentos, mientras que en Uruguay es la Federación Uruguaya de Grupos CREA (Fucrea).“En condiciones desafiantes no queda otra opción más que monitorear el stock y la tasa de crecimiento del pasto”, expuso Germán Berone, técnico del INTA Balcarce durante una reunión virtual organizada por CREA sobre estrategias de manejo de recursos forrajeros en años secos.
 Berone mostró la evolución del stock de pasto de un establecimiento localizado en la región Mar y Sierras –que forma parte del proyecto de investigación–, en el cual, con una meta objetivo de 450 kg de MS/ha, se recomendó recurrir a una suplementación estratégica en el bimestre octubre/noviembre, algo que finalmente no se llevó a cabo (gráfico 1).
Gráfico 1. Ejemplo de monitoreo de stock de pasto
“La consecuencia de no suplementar fue una marcada disminución del stock de pasto disponible. Al proyectar la situación forrajera futura, podemos anticipar que la oferta de pasto para el rodeo de cría en pleno período de servicio resultará insuficiente”, remarcó Berone.
En cambio, en otro establecimiento que sí procedió a suplementar en octubre y noviembre, el pasto creció de manera significativa. Por esta razón, se estima que, al comenzar el período de producción descendente –potenciado por la sequía–, la caída de la oferta en el período estival no será tan pronunciada (gráficos 2.a y 2.b).
Gráfico 2.a. Ejemplo de monitoreo de stock de pasto Gráfico 2.b. Evolución del stock de pasto con y sin suplementación estratégicaEl investigador de INTA señaló, además, que, de restablecerse la situación hídrica en el próximo mes de febrero, debería evaluarse la conveniencia de realizar una fertilización nitrogenada para generar macollos y promover un crecimiento sustancial de la materia seca disponible. Otro aspecto central es que, en momentos en que el pasto escasea, siempre deben “castigarse” las pasturas más antiguas y los verdeos anuales, de manera tal de evitar el sobrepastoreo de pasturas jóvenes y pastizales. “Si concentramos los pastoreos en pasturas de reciente implantación, la realidad es que vamos a cosechar muy poco y le vamos a generar un gran daño a la planta”, advirtió.
En eso coincidió José Martín Jáuregui, quien recordó que la alfalfa requiere tiempo para desarrollar un gran sistema radicular. “Si no logramos un volumen de biomasa aérea, no podemos asumir que la alfalfa tendrá una raíz desarrollada, razón por la cual es conveniente demorar lo más posible los pastoreos de las alfalfas de primer año”, aconsejó.
En cambio, las alfalfas con más de dos años de vida disponen ya de un sistema radicular que, al ser profundo, puede captar agua de la napa freática y está, por lo tanto, mejor adaptado para resistir déficits hídricos.Jáuregui, profesor adjunto de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), remarcó que en situaciones de restricciones hídricas es conveniente no realizar pastoreos intensivos, especialmente en el caso de gramíneas, para así cuidar los macollos y promover la vida útil de las pasturas. 
“Cuando nos quedamos sin pasto, es habitual que nos desesperemos, pero tenemos que frenar un poco, buscar alternativas y planificar el uso de los recursos para evitar comprometer la productividad futura de las praderas”, apuntó.
Por su parte, Gonzalo Berhongaray, líder del área de Lechería de CREA, recomendó, al momento de planificar el maíz tardío en la presente campaña, emplear híbridos con un ciclo de madurez adecuado y con los últimos eventos que aseguren un control efectivo de plagas y, finalmente, no desatender la fertilización. “Con respecto al fósforo la recomendación no cambia con la fecha de siembra.
Las bases de datos de CREA evidencian que aquellos productores que utilizan mayores dosis de nitrógeno obtienen mayores rendimientos de silo, incluso en siembras tardías”, remarcó Berhongaray.Por último, el especialista recomendó definir la densidad cerca de la fecha de siembra del maíz tardío en función de los pronósticos meteorológicos, planteando reducciones menores con un buen pronóstico y mayores con peores pronósticos respecto de la densidad empleada en planteos de siembras tempranas.
En tanto, Eric Scherger de la empresa semillera Gentos advirtió que el stock remanente de semillas forrajeras en manos de las firmas del sector es prácticamente nulo y que, debido a las complicaciones presentes en la actual campaña, es recomendable planificar la compra de semilla forrajera con suficiente anticipación.
Acerca de CREA
CREA es una asociación civil sin fines de lucro integrada y dirigida por empresarios agropecuarios que se reúnen en grupos para optimizar los resultados de sus organizaciones a través del intercambio de conocimientos, ideas y experiencias. Su objetivo es asegurar y potenciar el buen funcionamiento de los grupos CREA para que las empresas que los integran sean económicamente rentables y sustentables en el tiempo.
El Movimiento está conformado por cerca de 1900 empresas distribuídas en todo el país e impulsa el desarrollo de las comunidades en las que está presente a través de sus pilares básicos: experimentación, capacitación, transferencia e integración a la comunidad, con foco en innovación y sostenibilidad.

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NI MUUU: ‘Qué culpa tenemos’

La provincia de Buenos Aires enfrenta múltiples desafíos en áreas como infraestructura y educación, pero un nuevo proyecto de ley que busca gravar las emisiones de gases de efecto invernadero ha generado controversia.

 Según expresaron al unísono las entidades del sector productivo, la iniciativa carece de sustento y no aborda los verdaderos problemas que afectan a los productores locales. Así lo manifestó de forma contundente el presidente de la Confederación de Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) Ignacio Kovarsky a El Campo Hoy. 

"Habiendo tantos temas para solucionar; desde infraestructura, educación, un montón de temas para la provincia de Buenos Aires y bueno, acá al parecer lo único que importa es agarrar cualquier tema para grabar con impuestos y recaudar más y soluciones cero". 

El ruralista también afirmó que el concepto de emisión de gases utilizado en la iniciativa es obsoleto y que el enfoque actual debe ser sobre el equilibrio y el balance en lugar de solo la emisión.

Kovarsky destacó que el sistema ganadero argentino, basado en pastizales extensivos, no solo es neutro en términos de emisiones, sino que también contribuye positivamente al secuestro de carbono. 

"Justamente el sistema ganadero de Argentina con pastizales extensivos y demás, y con muy pocos casos de animales en feedlot, ahí es donde vemos que es justamente no solo neutro, sino positivo la cantidad de captación, secuestro del carbono a través de la fotosíntesis de nuestros pastizales respecto de lo que se emite".

En cuanto a la situación del rodeo bovino en encierres a corral, el experto aclaró que "no es el porcentaje, sino el tiempo" que los animales pasan en pastizales antes de ser llevados a engorde en feedlot. "La vaca de cría eternamente está sobre pastizales, que es la mitad o más de la ganadería argentina". Este enfoque resalta la importancia de considerar el ciclo completo de producción en lugar de centrarse únicamente en las emisiones.

Buenos Aires bajo el agua

Sobre el plan de ayuda anunciado por el gobierno nacional, indicó que se está formando una mesa de trabajo que busca coordinar esfuerzos locales. "Sé que se bajó maquinaria; la Provincia hace un tiempo que había aportado, y Nación estaba bajando maquinaria tanto en 9 de julio, Casar es Bolívar y Bragado, por ejemplo". Sin embargo, subrayó la necesidad de acelerar los procesos y concretar las ayudas reales.

Finalmente, mencionó que se está trabajando en un presupuesto destinado al nodo Bragado, aunque se reconoce que "hace falta más: se deben licitar y ejecutar obras complementarias para mitigar inundaciones, que son un problema cíclico en la región. Hay que ejecutarlo con mayor velocidad. Entendemos que van a llegar más dragas ahora creo que en enero, pero hace falta acelerar eso".

El rechazo de CRA

Desde CRA rechazaron el intento de imponer una “tasa al metano bovino”. En una gacetilla dada a conocer ayer, expresaron que "una diputada impulse cobrar un impuesto por los gases que emiten las vacas no es una discusión ambiental: es otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que, lejos de comprender cómo se produce en Argentina, vuelven a atacar al sector que sostiene al país. Como señaló CARBAP, cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción.

La entidad expresó que la ganadería argentina alimenta al mundo, genera miles de empleos y moviliza economías regionales. "Inventar una Tasa Ambiental sobre el Metano (TAMBA) es simplemente seguir esquilmando al que produce, cargando más impuestos sobre quienes ya enfrentan una de las presiones fiscales más altas del planeta. Y, para colmo, sin aportar ninguna solución técnica seria o viable".

Finalmente sostuvieron que desde CRA van a seguir defendiendo la producción, el trabajo y la gente que todos los días sostiene al país, "frente a políticas que solo buscan frenar, castigar y asfixiar a quienes producen". radio Cadena3

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Hay productores que emiten menos GEI: ¿Quiénes son y cómo lo logran?

Un informe de la Red de Carbono de Aapresid revela los puntos en común entre los manejos de mayor eficiencia ambiental. Además: los cultivos que más emiten y las estrategias de mitigación.

La nueva edición del Informe de la Red de Carbono de Aapresid deja un mensaje contundente: los productores que integran la red generan sistemáticamente menos emisiones de gases de efecto invernadero que la media nacional construida en base a información de monitoreos en más de dos millones de hectáreas en todo el país.

En un escenario global donde la huella climática comienza a definir accesos a mercados, precios y exigencias de trazabilidad, contar con evidencia local que demuestre la performance de los sistemas agrícolas argentinos resulta estratégico.

El Informe 2025 de la Red sintetiza la cuantificación de emisiones GEI y balance de carbono de los suelos sobre más de 700 mil hectáreas distribuidas en 16 zonas agroecológicas. Se cuantificaron las emisiones directas e indirectas generadas tranqueras adentro asociadas al manejo agrícola: uso de combustibles fósiles, fertilización, descomposición de residuos, aplicación de insumos y consumo de energía.

EL dato: cuando se comparan las emisiones por hectárea y tonelada generadas los productores Aapresid y un índice nacional en base a 2 millones de hectáreas se observa una diferencia sistemática y favorable para los primeros en prácticamente todos los cultivos.

“Esta brecha se asocia a manejos más eficientes, fertilización ajustada al diagnóstico, menor cantidad de labores y decisiones agronómicas que permiten sostener mayores niveles de productividad con igual o menor uso de insumos”, explica el Informe.

Emisiones según cultivo: ranking y fuentes

En términos generales, las emisiones por tonelada de rinde varían según el cultivo: el trigo se lleva el primer puesto como el cultivo que más emite, seguido por la cebada.

En cuanto a las fuentes de emisión, también varían según el cultivo: en maíz, trigo y girasol están explicadas mayormente por el manejo de la fertilización nitrogenada, mientras que en soja y legumbres, por las labores y el uso de fitosanitarios.

A medida que el rinde aumenta la intensidad de emisiones disminuye. Así, los sistemas que logran convertir más biomasa con la misma inversión tecnológica emiten menos.

Sin embargo, el Informe aclara que “el incremento del rendimiento no constituye por sí mismo una estrategia de mitigación, sino que la mejora ambiental se logra con mayor eficiencia productiva: buenos diagnósticos, optimización del uso de insumos, manejo adaptado al ambiente, planificación de rotaciones, eficiencia en el manejo de plagas y estabilidad productiva en el tiempo”.

¿Qué pasa con el carbono del suelo?

El análisis se complementa con la evolución del carbono orgánico del suelo, un indicador clave de salud y resiliencia. Si bien los incrementos de carbono son modestos incluso en rotaciones intensificadas, gran parte de los sistemas evaluados muestran estabilidad en los niveles de carbono, lo que confirma la capacidad de la Siembra Directa y de las rotaciones diversas para sostener la fertilidad y la estructura de los suelos en el largo plazo. Las mayores pérdidas se registran en esquemas dominados por monocultivos o por secuencias exclusivamente gramíneas o leguminosas, mientras que los mejores resultados se observan en planteos que combinan cultivos de verano e invierno, incorporan cultivos de servicio y mantienen una cobertura continua del suelo.

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Ruralistas piden por las obras de la cuenca del Salado antes de 2030

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) lanzó un fuerte reclamo político hacia los gobiernos municipal, provincial y nacional, en medio de una inundación que ya lleva nueve meses y que afecta gravemente al corazón productivo bonaerense.

En un comunicado, CARBAP responsabilizó directamente a las autoridades por la falta de obras y advirtió que la situación evidencia “promesas incumplidas, demoras injustificadas y absoluta falta de voluntad política”.

Según un relevamiento realizado sobre imágenes satelitales del 11 al 13 de noviembre, en la cuenca del río Salado -que abarca unas 17 millones de hectáreas- 2 millones aparecen inundadas o anegadas y 3,8 millones están afectadas de manera tal que quedaron fuera de producción: sin piso, sin caminos transitables y sin posibilidad de ingreso de maquinaria.

La entidad ruralista fijó un objetivo tan claro como urgente: las obras del Plan Maestro del Río Salado deben completarse por completo antes de 2030. Y definió esa meta como “innegociable”.

“No es un slogan ni un deseo. Es una obligación moral, productiva y social”, afirmó CARBAP.

La organización recordó que el plan no exige tecnologías complejas ni obras extraordinarias: “Hablamos de canales, puentes y obras hidráulicas básicas, para las cuales Argentina tiene ingenieros, técnicos y maquinaria. La capacidad existe: lo que falta es decisión política”.

CARBAP también cuestionó el argumento oficial de la falta de recursos. “Frente a quienes repiten ‘no hay plata’, la respuesta es simple: en esta cuenca sí hay plata; la generan los productores y la recaudan los tres niveles del Estado todos los años”.

Por eso, la entidad exigió compromisos públicos y verificables tanto del Gobierno actual como de los futuros gobernantes para garantizar que el plan se ejecute íntegramente.

El comunicado concluye con una advertencia: “Las inundaciones no esperan. La producción no espera. La familia rural, la educación, la salud, la seguridad y el futuro del interior productivo tampoco pueden seguir esperando”.

FUENTE: Noticias Agropecuarias.

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