Espectáculos
Los 80 años de Ringo Starr
7 de julio de 2020
Ringo Starr, el beatle simpático, de humor payasesco, bonachón y sencillo; infravalorado muchas veces a nivel musical, pero que con su estilo único inspiró a toda una generación de bateristas, llega a los 80 años, con su talento y su adorable personalidad intactos.
Las afirmaciones de sus ilustres excompañeros de grupo acerca de que él «ya era un beatle aún antes de ingresar a la banda» y que la formación logró su cohesión definitiva con su incorporación bastan para definir por completo al hombre nacido un 7 de julio de 1940, en Liverpool, quien –acaso como la mejor definición de su carácter- hasta su inclusión en esta agrupación había tenido una vida miserable, pero nunca había perdido la sonrisa y el buen humor.
Pero también la sorna de John Lennon cuando al ser consultado si Ringo era «el mejor baterista del mundo» replicó que «ni siquiera era el mejor baterista de Los Beatles», alimentó injustamente a un grupo de supuestos expertos que minimizaron sus cualidades como intérprete.
Si bien es cierto que no es dueño de un estilo estridente, ni de una técnica depurada como la de colegas suyos como John Bonham o Ginger Baker; la labor de Ringo en temas como «Ticket to Ride», cuyo patrón sirvió de inspiración para el loop de la revolucionaria «Tomorrow Never Knows; «Come Together»; «She Said, She Said»; «Rain»; o «Glass Onion» da cuenta de un toque único y genial que hasta el día de hoy tiene millones de cultores.
Por otra parte, la cualidades de Ringo como músico muchas veces fueron opacadas por el inconmensurable talento de Lennon, Paul McCartney y George Harrison; y fundamentalmente por su propia personalidad, marcada por su tendencia a las intervenciones payasescas.
Nacido en la zona más pobre de un Liverpool que, por aquellos días solía padecer los bombardeos del Tercer Reich por su apetecible puerto, la infancia de Richard Starkey, tal su verdadero nombre, estuvo marcada por la extrema pobreza, el abandono de su padre y una serie de graves enfermedades que lo tuvieron al borde de la muerte y le significaron largas internaciones que retrasaron por unos años su ingreso a la escuela.
Sin embargo, como hijo único, a Ringo nunca le faltó el cariño de su madre y tuvo la fortuna de contar luego con un amable padrastro que le regaló su primera batería, a los 12 años, cuando comprobó que el pequeño solía tamborilear todo el tiempo con sus dedos en los muebles de la casa.
En los primeros años de su juventud, comenzó a tomar cierta fama en el circuito de clubes locales como baterista, a partir de su labor en Rory Storm and The Hurricanes, la mejor banda de la ciudad, que solía compartir cartel con unos jóvenes que se hacían llamar The Beatles.
Ringo y sus tres futuros compañeros trabaron una gran amistad en las largas noches compartidas y hasta llegaron a rubricar esa buena química en alguna zapada, por eso no dudaron en convocarlo cuando apareció la posibilidad de firmar un contrato discográfico.
De esta manera, el baterista sumó al prometedor grupo una cohesión musical y humana que no era completa con su antecesor Pete Best, quien sin embargo logró encontrar la forma de sacarle provecho a su historia de beatle que se quedó en el umbral de la fama.
Ringo fue modelando de a poco su estilo, pero también encontró su propio perfil en la agrupación a partir de un humor gestual e inocente, que contrastaba con el absurdo verbal de Lennon o las finas ironías de Harrison, lo que lo convertía en el favorito de los más chicos.
Precisamente, las historias centrales de «A Hard Day´s Night» y «Help!», las dos películas filmadas por Los Beatles, en 1963 y 1965, dirigidas por Richard Lester, giraron en torno a Ringo y, en la primera de ellas, se ganó los aplausos de la crítica que habló de «una interpretación chaplinesca».
Esas experiencias llevaron a Ringo a incursionar años más tarde en el mundo de Hollywood, con la pequeña ayuda de su fama beatle y la amistad forjada con el comediante Peter Sellers.
Mientras duró la locura mundial por el cuarteto de Liverpool, el baterista logró mantener un estilo de vida sencillo y familiar; y su buen carácter sirvió como mediador entre los tres fuertes egos que completaban el grupo.
Así como fue el hombre de confianza para catar el primer porro ofrecido por Bob Dylan a Los Beatles, Ringo también era el portador de los mensajes conciliadores cuando había rencillas internas, al punto que nunca se le conoció un enfrentamiento con ningún colega.
El hombre de la nariz grande y simpática fue quien más lamentó la desintegración de Los Beatles, fue el único de sus excompañeros que asistió a la convocatoria de Harrison al concierto benéfico para Bangladesh; el único que voló de urgencia a Nueva York cuando Lennon fue asesinado y el que aportó su buen humor en la ceremonia de ingreso del cuarteto de Liverpool al Salón de la Fama del Rock, en 1988, en plena ofensiva judicial iniciada por McCartney.
Y a pesar del dardo de Lennon cuando lo calificó como baterista, ninguno de sus excompañeros dudó en convocarlo cuando necesitó un intérprete sólido y confiable para sus discos.
A los 80 años, Ringo ya pasó por una etapa de desintoxicación del alcohol y mantiene un feliz segundo matrimonio desde principios de los `80 con la exchica Bond Barbara Bach.
Desde hace unos 30 años, el baterista más famoso del mundo gira de manera permanente con la All Starr Band, una formación móvil pero siempre integrada por músicos de famosas agrupaciones, que se suman a la fiesta propuesta por el ex beatle, que no tiene problemas en compartir protagonismo y aportar desde el lugar en donde más cómodo se siente: el de célebre acompañante de una banda de rock.
Cada 7 de julio, Ringo convoca por las redes sociales a sus fans para que envíen sus saludos con deseos de «paz y amor». Este año ofrecerá un festival virtual en donde compartirá cartel con figuras estelares, como su amigo Paul McCartney, su único pero vital socio en la aventura de mantener vivo el espíritu vétale. Telam
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El cine alemán cierra el año en el Museo MAR
Retrata a Franky nunca se permitió enamorarse porque está demasiado ocupada lidiando con su caos interno. Su mejor amiga, Katja, conoce sus cambios de humor, pero Franky nunca le confesó a nadie que tiene un viejo hotel en la cabeza en el que se alojan cuatro personajes extraños pero adorables que son capaces de habitar su cuerpo en el mundo real con tan sólo usar el ascensor.

Cuando se enamora del nuevo novio de Katja, las cosas se salen de control. Una peculiar comedia de amor sobre cómo encontrar tu verdadero yo (o más de uno).
La directora nació en Baja Sajonia en 1972. Estudió en la Academia Alemana de Cine y Televisión de Berlín (DFFB). Desarrolló gran parte de su carrera como directora de fotografía de cortos y largometrajes y como directora de piezas comerciales y videoclips. En 2001, presentó su primera obra, el corto Lotus.
En 2006, se graduó con el largo de ficción Valerie. Tras ello, ingresó en una residencia para artistas con sede en Los Ángeles y en el Binger Directors Lab, con sede en Ámsterdam para continuar su formación. Franky Five Star (2023) es su segundo largometraje de ficción estrenado en el prestigioso Festival de Cine Max Ophüls Preis.
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La murga Confusa Algarabía se despide con ‘¿Qué hacemos con la torta?’
La obra prima de la agrupación propone revelar los asuntos pendientes de una sociedad acostumbrada a hacer siempre las preguntas equivocadas. Localidades en venta.
Confusa Algarabía despide su espectáculo “¿Qué hacemos con la torta?” el viernes 12 de diciembre a las 21:30 hs en la Sala Astor Piazzolla del Teatro Auditorium. La presentación forma parte de la programación del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires.
¿Qué hacemos con la torta? narra cómo en un antiguo casco de estancia, un grupo de profesionales trabaja desde temprano en los preparativos de lo que se presume será una fiesta inolvidable, bajo la minuciosa supervisión de un detallista organizador de eventos.
Pero lo que parecía ser una noche propicia para la celebración y el encuentro, se va transformando de a poco en un escenario donde la indiferencia, el egoísmo y las miserias de los invitados ponen en evidencia las problemáticas de una sociedad atravesada por la violencia, la injusticia y la desigualdad.
Los mandatos, las diferencias sociales y la incertidumbre de nuevas formas de vincularnos, nos obligan a buscar la respuesta a la pregunta que siempre dejamos pendiente... ¿Qué hacemos con la torta?
En la murga estilo uruguayo la canción, los diálogos y el vestuario no son sólo sinónimo de alegría sino también de compromiso social. La murga denuncia, contesta, cuenta e informa desde el humor y la ironía de sus canciones.
Las entradas ya están a la venta en la boletería del teatro (Bv. Marítimo 2280) o por Plateanet.
Espectáculos
Simonetta en vivo: Un Viaje a la Sensibilidad
El venidero jueves 18 de diciembre a las 21, la cantautora Simonetta presentará un show acústico en el Teatro Wojtyla, Pellegrini 378, de San Pedro (Provincia de Buenos Aires).
Considerada una revelación en el pop argentino, reconocida por la frase "El arte es mi manera de decir lo que a veces no sé explicar", Simonetta desembarca junto al tecladista Lucas Ramallo y los guitarristas Carlos Piola y Kevin Pérez.
“El repertorio es variado, tiene temas de antes y de ahora para conectar más con el público. Es un viaje hacia la sensibilidad y la conexión emocional”, dice la joven cantante argentina.
Influenciada por Rocío Dúrcal, Amanda Miguel y Christina Aguilera, Simonetta fue invitada a compartir escenario el pasado 9 de octubre junto a la estrella Yami Safdie, en el mítico Teatro Gran Rex. “La música para mí es hogar, y el de muchos otros, en el cual, mediante canciones, melodías,
letras, conectamos en uno. Es un viaje de conexión entre almas”, aclara Simonetta.
“Lo que vivo me parece muy hermoso, y estoy totalmente agradecida. Cada paso, aunque no es fácil, me desafía y me da alegría. Estoy aprendiendo y no hay nada más lindo que a prender de la música en tu propioshow con tu gente”, concluye.
Gentileza Javier López Trezza

