El próximo sábado, Estudiantes de La Plata y Racing Club volverán a enfrentarse en una final de campeonato, esta vez por el Clausura 2025 en Santiago del Estero.

Sin embargo, en la historia del fútbol argentino solo existe un antecedente de este duelo por un título, y fue un partido que quedó marcado por el contraste físico y la contundente superioridad del conjunto platense.Aquel enfrentamiento se dio en la final del Metropolitano de 1967, disputada en el estadio de San Lorenzo.

El trámite del partido estuvo dividido en dos tiempos muy distintos: una primera mitad somnolienta y falta de emoción, donde Estudiantes, mejor plantado y ordenado, monopolizaba el juego pero arriesgaba poco al llegar a tres cuartos de cancha.

El cero se mantuvo ante un Racing que ya mostraba signos de cansancio y falta de dinámica.

El segundo tiempo fue la explosión de Estudiantes y la agonía de Racing. El equipo de Osvaldo Zubeldía se lanzó con más vigor al ataque, imprimiéndole contundencia física y convicción espiritual a cada maniobra.

Racing desnudó su impotencia física, quedando a merced de los piques demoledores de Echecopar y la agresividad de Verón. El mediocampo de Racing era invisible, y solo la figura de Basile, que terminaría desgarrado, se erguía en el fondo intentando cruzar y enjugar errores.

La goleada se formalizó con el primer gol de Madero, un zurdazo que se clavó en el ángulo superior tras un simulacro de tiro libre, definiendo el resultado y al campeón. Luego llegó el zurazo de Verón y finalmente la mejor jugada de la tarde concluida por Ribaudo, sellando el 3 a 0.

Zubeldía, el técnico campeón, reconoció en el vestuario que el mérito fue explotar el decaimiento físico de Racing en el segundo tiempo, un equipo que, según él, estaba "fundido" por el esfuerzo de partidos anteriores, aunque lo catalogó como "el mejor equipo argentino" del momento.

La crónica de El Gráfico de aquel encuentro destaca la enorme superioridad de la tribuna platense y la ovación cálida y total con la que se despidió a Estudiantes.

La derrota provocó una reacción inesperada en la hinchada de Racing, que, ante la incapacidad de su equipo de luchar contra lo imposible, coreó: "A Racing lo queremos aun perdedor", un emotivo reconocimiento que intentó indemnizar el esfuerzo de los jugadores agotados.

Ahora, en el nuevo contexto de Santiago del Estero, ambos equipos buscarán escribir un nuevo capítulo que, por necesidad, tendrá un desenlace y un clima distinto al de aquella única y contundente final.

Estudiantes, que ya había dejado en el camino a Rosario Central y Central Córdoba fuera de casa, esta vez se le ganó el cl´sito platennse a Gimnasia en el estadio Juan Carmelo Zerillo y sacó boleto para definir el torneo contra Racing Club.

Tiago Palacios, que aprovechó un desborde por izquierda de Cetre, anotó de atropellada, en el corazón del área, el único gol del partido a los 16 minutos de la segunda mitad.

En la primera mitad del clásico disputado en El Bosque, el dominio se alternó y las mejores situaciones llegaron en los últimos minutos.

En el tramo inicial, el Pincha se mostró más incisivo y lastimó con las subidas del colombiano Edwuin Cetre por izquierda. Sin embargo, el equipo dirigido por Eduardo Domínguez no consiguió lastimar en el área.

El Lobo, al que le había costado progresar en el campo sin lanzar pelotazos, encontró la brújula justo a la mitad de la primera etapa, a partir de un zurdazo de Manuel Panaro que se fue alto. Desde esa jugada, Gimnasia tuvo 10 minutos de circulación, posesión y juego asociado. A los 24, Enzo Martínez no pudo darle de lleno y la pelota, que iba hacia el área chica, fue despejada por Santiago Núñez.

Lo más intenso, sin embargo, estaba por venir. A los 39 minutos, Tiago Palacios se hamacó por derecha y el balón, desviado en Martínez, complicó a Insfrán, que la sacó en el primer palo.

Estudiantes volvió a la carga a los 42', cuando Núñez anticipó una pelota en el fondo y filtró un excelente pase a Medina, quien escaló por derecha y le pegó al arco para exigir nuevamente una buena respuesta del arquero local.

Unos segundos más tarde, Panaro pateó desde afuera del área, por derecha, y la pelota, que rozó en Juan Pintado, hizo una extraña parábola. Cuando parecía meterse en el segundo palo, Fernando Muslera la sacó con lo justo volando hacia atrás y dándole un guantazo con su mano izquierda.

Estudiantes golpeó a los 16' de la segunda mitad. Cetre picó por izquierda y Renzo Giampaoli, que había hecho un gran partido hasta allí, falló en el cierre.

Con camino libre, el colombiano llegó hasta el fondo, levantó la cabeza y tiró un centro que Tiago Palacios, de atropellada, empujó a la red.

En desventaja, el entrenador del Lobo, Fernando Zaniratto, decidió cambiarle la cara a su equipo y metió un triple cambio: Briasco, Merlo y Hurtado por Panaro, Piedrahita y Merlini, respectivamente.

Poco después, Domínguez respondió con tres modificaciones para el Pincha: Amondarain, Castro y Domínguez por Piovi, Palacios y Alario, respectivamente.

Más allá de que luego siguieron los cambios, el local no encontró la fórmula. Con más empuje y voluntad que fútbol, Gimnasia buscó la igualdad.

De todas maneras, entre la propia falta de creatividad o sorpresa, la segurísima tarde de Fernando Muslera y la solvencia de los centrales del Pincha, el dueño de casa ni siquiera llegó a tener una chance clara de gol.

El Lobo apretó hasta el último segundo e incluso el arquero Insfrán fue a buscar un córner. Sin embargo, la situación esperada no llegó ni por arriba ni por abajo. Un remate alto y fallido de Renzo Giampaoli, quien apareció en la puerta del área grande, casi a los 51 minutos, fue la última chance. No había tiempo para más.

El Gimnasia de los milagros, que había hilvanado cinco triunfos consecutivos desde su noche mágica en el Monumental frente a River, ya no tuvo nafta para seguir su camino.

Estudiantes, en cambio, volvió a soltar su rugido en territorio ajeno y se metió en otra final, para seguir alimentando una historia de éxito y coraje.

El cruce Racing -Estudiantes por la corona se disputará el próximo sábado 13 de diciembre a las 21 en el Madre de Ciudades, en Santiago del Estero.

ESPN

Con un golazo de Adrián 'Maravilla' Martínez, Racing le ganó 1-0 a Boca en La Bombonera y pasó a la final del Torneo Clausura.

Maravilla  volvió al gol casi tres meses después de su última conquista. Y qué gol: nada más ni nada menos que ante Boca, en La Bombonera, por la semifinal.

El delantero aprovechó un gran centro de Gabriel Rojas en una jugada en la que el Xeneize quedó mal parado y en el que la Academia aprovechó los espacios. Rojas recibió por izquierda y le puso un centro perfecto para que le ganara en el salto a Ayrton Costa para el 1-0 parcial de un partido muy cerrado.

La última conquista de Maravilla había sido el pasado 16 de septiembre en la victoria por la mínima ante Vélez en la ida de cuartos de final de la CONMEBOL Libertadores en Liniers.

En un primer tiempo donde ambos equipos se alternaron el dominio del balón, había tenencia sin profundidad. Los minutos pasaban y los arqueros tenían poco trabajo.

Boca parecía más claro cuando atacaba, pero pisaba el área rival y se obnubilaba, se multiplicaban las malas decisiones del Changuito Zeballos.

Recién a los 41, se cristalizó la primera jugada de peligro del partido y fue para Racing, una jugada colectiva que concluyó con un disparo cruzado de Nardoni y la bocha salió besando el palo derecho de Marchesín.

A los 48, llegó el Xeneize, fue mediante una pelota parada, en el segundo palo alcanzó a dominar Costa, metió el pase atrás y Di Césare en el afán de despejar, sacó el disparo sobre el cuerpo de Giménez y la pelota se fue cerca del poste izquierdo.

En el complemento, tanto ambos equipos buscaban el arco rival pero no tenían la profundidad necesaria para romper el cero en el marcador.

Pero a los 29, una contra que no parecía llevar peligro al arco local, centro de Rojas a la cabeza de Maravilla Martínez en el área chica con un testazo venció a Marchesín.

A los 38, casi empata Boca, jugada rápida, asistencia de Paredes a Merentiel, que mandó el centro bajo y que cruzó por todo el área chica y se fue por el otro lado.

Boca no tenía ideas para vulnerar la defensa visitante, los minutos se consumieron y la eliminación fue justa. Por el contrario, Racing hizo un partido muy inteligente, porque jugó cuando se lo propuso y fue contundente en una de las pocas llegadas que generó en la noche de La Bombonera.

Síntesis

Boca (0): Agustín Marchesín; Juan Barinaga, Lautaro Di Lollo, Ayrton Costa, Lautaro Blanco; Carlos Palacios, Leandro Paredes, Milton Delgado, Exequiel Zeballos; Miguel Merentiel y Milton Giménez. DT: Claudio Úbeda.

Racing (1): Facundo Cambeses; Facundo Mura, Marco Di Césare, Nazareno Colombo, Agustín García Basso, Gabriel Rojas; Juan Nardoni, Agustín Almendra; Santiago Solari, Adrián Martínez y Duván Vergara. DT: Gustavo Costas.

Gol: a los 29 minutos del ST Maravilla Martínez (R)

Arbitro: Darío Herrera.

VAR: Silvio Trucco.