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HUMO BLANCO O HUMO NEGRO

7 de mayo de 2025

Los 133 cardenales electores llamados a elegir al 267º Romano Pontífice tendrán en sus manos una tarjeta de forma rectangular con esto escrito en la mitad superior y «el lugar para escribir el nombre del elegido» en la mitad inferior y «hecha de manera que se pueda doblar en dos». Todo está minuciosamente descrito en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis. 

Una vez preparadas y distribuidas las papeletas (al menos dos o tres a cada cardenal elector) por el maestro de ceremonias, el último cardenal diácono sortea, entre todos los cardenales electores, tres escrutadores, tres encargados de recoger los votos de los enfermos (infirmarii) y tres auditores. Si en este sorteo se extraen los nombres de cardenales electores que, por enfermedad u otra razón, no pueden desempeñar estas funciones, se extraen en su lugar los nombres de otros cardenales. Esta es la fase previa a la votación. Antes de que los electores comiencen a escribir, el Secretario del Colegio Cardenalicio, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias y los Maestros de Ceremonias deben abandonar la Capilla Sixtina, después el último Cardenal Diácono cierra la puerta, abriéndola y cerrándola tantas veces como sea necesario, como cuando los infirmarii salen a recoger los votos de los enfermos y regresan a la Capilla.

La «Sala de las Lágrimas» donde se viste al Papa
La «Sala de las Lágrimas» donde se viste al Papa

La papeleta

Cada cardenal elector, por orden de precedencia, después de haber escrito y doblado su papeleta, sosteniéndola en alto para que sea visible, la lleva al altar, donde se encuentran los escrutadores y sobre el cual está colocado un receptáculo cubierto con un plato para recoger las papeletas».

«Pongo por testigo a Cristo Señor, que me juzgará, de que mi voto es dado a aquel que, según Dios, creo que debe ser elegido».

Esta es la fórmula que cada cardenal dirá a continuación en voz alta. Después deposita la papeleta en el plato y con ello la introduce en el receptáculo. Al final se inclina ante el altar y vuelve a su asiento. Los cardenales electores presentes en la Capilla Sixtina que no pueden ir al altar por estar enfermos, cuentan con la ayuda del último de los escrutadores que se acerca a ellos: pronunciado el juramento, entregan la papeleta doblada al escrutador que la lleva visiblemente al altar y, sin pronunciar el juramento, la coloca en el plato y con éste la introduce en el receptáculo.

 La Capilla Sixtina, donde tiene lugar la elección del Papa
La Capilla Sixtina, donde tiene lugar la elección del Papa

Cómo votan los cardenales enfermos

Si hay cardenales electores enfermos en sus habitaciones, los tres infirmarii van allí con un número apropiado de papeletas en una pequeña bandeja y una caja entregada por los escrutadores y abierta públicamente por ellos, para que los otros electores puedan ver que está vacía, y luego cerrada con una llave colocada en el altar. Esta caja tiene un agujero en la parte superior por el que se puede introducir una papeleta doblada. A continuación, los enfermeros llevan la urna a la Capilla Sixtina, que es abierta por los escrutadores después de que los cardenales presentes hayan depositado su papeleta. 

Los escrutadores cuentan las papeletas de la urna y, tras cerciorarse de que su número coincide con el de los infirmarii, las colocan una a una en el plato y con éste las introducen todas juntas en el receptáculo.

La urna

Una vez que todos los electores cardinales han depositado sus papeletas en la urna, el primer escrutador sacude la urna varias veces para barajar las papeletas e, inmediatamente después, el último escrutador procede al recuento de las papeletas sacándolas visiblemente una a una de la urna y depositándolas en otro recipiente vacío.Si el número de papeletas no corresponde al número de votantes, deben quemarse todas y se procede inmediatamente a una segunda votación.Si, por el contrario, sí coincide con el número de votantes, se procede al recuento.Los tres escrutadores se sientan en una mesa frente al altar: el primero toma una papeleta, la abre, anota el nombre del elector y se la pasa al segundo, quien, una vez comprobado el nombre del elector, se la pasa al tercero, que la lee en voz alta -para que todos los electores presentes puedan marcar su voto en una hoja especial- y anota el nombre leído. 

 Si, durante el recuento, los escrutadores encuentran dos papeletas dobladas de forma que parezcan haber sido rellenadas por un mismo votante, si llevan el mismo nombre se contabilizarán como un solo voto; si, por el contrario, llevan dos nombres diferentes, ninguno de los dos votos será válido, pero en ninguno de los casos se anulará el voto. Una vez terminado el recuento de las papeletas, los escrutadores suman los votos obtenidos por los distintos nombres y los anotan en una hoja aparte.El último de los escrutadores, al leer las papeletas, las pincha con una aguja en el punto donde se encuentra la palabra Eligo, y las introduce en un hilo, para que se conserven con mayor seguridad.Una vez terminada la lectura de los nombres, los extremos del hilo se atan con un nudo, y las papeletas se depositan en un receptáculo o a un lado de la cantina.En ese momento, se cuentan los votos y, después de comprobarlos, se queman en una estufa de hierro fundido que se utilizó por primera vez durante el Cónclave de 1939.Una segunda estufa, de 2005, conectada, se utiliza para los productos químicos que deben dar el color negro en caso de no elección y el color blanco en caso de elección.

Las estufas donde se queman las papeletas y los productos químicos que colorean el humo
Las estufas donde se queman las papeletas y los productos químicos que colorean el humo   (ANSA)

El quórum necesario 

Para la elección del Romano Pontífice se necesitan al menos 2/3 de los votos. En el caso concreto del Cónclave que comenzará el miércoles 7 de mayo, serán necesarios 89 votos para elegir al Papa, siendo el número de cardenales electores 133.

Tanto si se elige al Papa como si no, los auditores deben proceder a comprobar tanto las papeletas como las anotaciones realizadas por los escrutadores, para asegurarse de que han llevado a cabo su tarea con exactitud y fidelidad.

Inmediatamente después de la auditoría, antes de que los cardenales electores abandonen la Capilla Sixtina, todas las papeletas son quemadas por los escrutadores, con la ayuda del secretario del Colegio y del maestro de ceremonias, llamado entretanto por el último cardenal diácono. Si, por el contrario, debe celebrarse inmediatamente una segunda votación, las papeletas de la primera sólo se queman al final, junto con las de la segunda votación. 

 Instalación de la chimenea conectada a las estufas de la Capilla Sixtina
Instalación de la chimenea conectada a las estufas de la Capilla Sixtina   (ANSA)

Votación

Las votaciones tienen lugar todos los días, dos por la mañana y dos por la tarde, y si los cardenales electores tienen dificultades para ponerse de acuerdo sobre la persona que debe ser elegida, después de tres días sin resultado, las votaciones se suspenden durante un máximo de un día, para una pausa de oración, libre discusión entre los electores y una breve exhortación espiritual, pronunciada por el cardenal decano de la orden de los diáconos.A continuación, se reanuda la votación.Después de siete votaciones, si la elección no ha tenido lugar, hay otra pausa para la oración, la conversación y la exhortación, impartida por el cardenal mayor de la orden de los presbíteros. 

A continuación, se realiza otra serie de siete votaciones y, si no se ha producido la elección, se hace una nueva pausa para la oración, la conversación y la exhortación, a cargo del cardenal mayor de la orden de los obispos. A continuación se reanuda la votación, con un máximo de siete papeletas. Si no hay elección, se reserva un día para la oración, la reflexión y el diálogo, y en la siguiente votación se debe elegir entre los dos nombres que hayan recibido más votos en la votación anterior. También en estas votaciones se requiere una mayoría cualificada de al menos dos tercios de los cardenales presentes y votantes, pero en estas votaciones no pueden votar los dos cardenales sobre los que se requiere una votación

Tiziana Campisi – Ciudad del Vaticano

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Masacre en Australia

Australia volvió a quedar en shock este domingo tras un violento tiroteo en la playa Bondi, en la ciudad de Sídney. El ataque ocurrió durante una celebración judía por el inicio de Hanukkah, que reunía a cientos de personas en un espacio público y familiar. El saldo fue devastador: al menos 11 personas murieron y otras 29 resultaron heridas.

De acuerdo a la información oficial, dos hombres armados abrieron fuego de manera indiscriminada contra los asistentes. El hecho se registró cerca de las 18:40, según reconstruyeron los investigadores, y generó escenas de pánico y desesperación.

Uno de los tiradores murió en el lugar tras la intervención de un civil que se abalanzó sobre él y utilizó su propia arma para neutralizarlo. El primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, destacó públicamente la acción y definió al hombre como un “verdadero héroe” por evitar una tragedia aún mayor.

Testigos relataron que se escucharon decenas de disparos —algunos estiman hasta 50— y que muchas personas quedaron tendidas en el suelo mientras otras buscaban refugio o escapaban hacia el mar y las calles cercanas.

La Policía confirmó que el segundo atacante fue detenido poco después del tiroteo y permanece internado en estado crítico bajo custodia policial. Las autoridades no descartan la participación de un tercer involucrado y continúan analizando registros de cámaras y testimonios.

Durante los operativos posteriores, los agentes encontraron un artefacto explosivo improvisado dentro de un vehículo vinculado al agresor que murió en el lugar, lo que refuerza la hipótesis de un ataque planificado. NA

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El ultraderechista, José A. Kast fue electo presidente de Chile

 El líder de la ultraderecha chilena, José Antonio Kast se consagró presidente de Chile en su tercer intento electoral. La ultraderecha llega a la presidencia por primera vez en democracia

Con un discurso centrado en la "mano dura" contra la delincuencia y la inmigración irregular, sumado a la promesa de una fuerte reducción del Estado, el candidato se impuso en el balotaje de este domingo.

Kast, de 59 años, es abogado y fundador del Partido Republicano de Chile (2019). Su trayectoria comenzó en la derechista Unión Demócrata Independiente (UDI), partido vinculado a adherentes de la dictadura de Augusto Pinochet. Ejerció como diputado por cuatro períodos consecutivos hasta 2018.

Evolución política y familiar

Identificado históricamente como un ultraconservador, el surgimiento de figuras como el candidato libertario Johannes Kaiser ha reubicado a Kast en la percepción pública, acercándolo a una posición más próxima a la derecha moderada.

Kast es el menor de 10 hermanos. Su familia emigró a Chile en 1950, tras la Segunda Guerra Mundial, y su padre fue militante del Partido Nazi en Alemania. Se establecieron en Paine, donde desarrollaron negocios en cecinas y el sector inmobiliario, además de incursiones en la política.

Historial de postulaciones

El proceso de este domingo marca su tercer intento presidencial:

  1. 2017: Se postuló como independiente, obteniendo el 7,9% de los votos y quedando en cuarto lugar.
  2. 2021: Lideró la facción republicana, logrando la mayoría en la primera vuelta con el 27,9% de los votos, pero fue derrotado en el balotaje por el actual mandatario progresista, Gabriel Boric.
  3. 2025: Llegó al balotaje y se impuso sobre Jeannette Jara.

Plataforma de seguridad y economía

Bajo el lema “La fuerza del cambio”, el programa de Kast se enfoca en dos pilares:__IP__

  • Seguridad: Busca abordar el alto índice de preocupación por el crimen, vinculando directamente el fenómeno migratorio con el crimen organizado. Sus propuestas incluyen el bloqueo de pasos fronterizos no habilitados con barreras y drones, y la expulsión masiva de extranjeros indocumentados.
  • Economía: Promete elevar el crecimiento con una menor participación estatal, recortando el gasto público y los impuestos corporativos.

Para seducir al electorado moderado, Kast ha silenciado temas controvertidos sobre valores que había defendido previamente, como el rechazo al aborto o al matrimonio igualitario.

El analista político Mario Herrera comentó a Xinhua que el candidato ha logrado un "perfil de votante que es muy interesante," ya que no es el votante tradicional de derecha, sino una clase media emergente y descontenta que valora el esfuerzo personal por encima de las políticas públicas. #AgenciaNA 

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Chilenos van a las urnas

Chile va a las urnas este domingo para disputar la segunda vuelta presidencial entre José Antonio Kast y Jeannette Jara, con más de 15,7 millones de electores habilitados para elegir quién sucederá a Gabriel Boric en el Palacio de La Moneda. La jornada electoral convive con el clima de compras navideñas y una sensación generalizada de baja efervescencia política.

Las encuestas previas a la veda ubican a Kast como favorito, aunque la magnitud de la diferencia es la gran incógnita: algunos sondeos llegan a proyectar hasta 18 puntos de ventaja. Para el analista Octavio Avendaño, el escenario se explica por la falta de clima electoral: “Hay más bien un ambiente de resignación frente a lo que se viene”.

Desde la Universidad Diego Portales, Claudio Fuentes subrayó que la campaña se apoyó fuerte en las regiones y en las redes sociales, mientras que el eje discursivo giró alrededor de la seguridad, el crimen organizado y el control de fronteras, temas que dominaron los mensajes de ambos candidatos.

Jeannette Jara, exministra de Trabajo de 51 años, fue la más votada en la primera vuelta con 26,9% y encabeza una coalición amplia, que va desde el Partido Comunista hasta la Democracia Cristiana. En su cierre de campaña llamó a evitar la indiferencia: “Hay mucho en juego. Tenemos que avanzar y no retroceder”, dijo, apuntando a quienes evalúan votar en blanco o anular.

José Antonio Kast, abogado y exdiputado de 59 años, había quedado segundo con 23,9%, pero logró unificar rápidamente a la derecha, superando el 50% de respaldo en apoyos políticos. En su acto final, en Temuco, se mostró confiado: “Estamos seguros de que este domingo vamos a ganar y va a ser hermoso”. Al igual que Jara, prometió mano dura contra el crimen y refuerzo de la frontera norte.

El electorado del Partido de la Gente, liderado por Franco Parisi, que rondó el 20% en la primera vuelta, aparece como el factor decisivo del balotaje. Analistas coinciden en que la transferencia de esos votos puede inclinar el resultado, y fue uno de los principales focos de la estrategia final de ambas campañas.

Chile aguarda ahora una jornada clave que marcará el rumbo político y social del país. La atención estará puesta no solo en quién gane, sino también en la diferencia final y en cómo el próximo presidente cumple sus promesas de orden, seguridad y gobernabilidad desde La Moneda. radio Mitre

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