País
A un siglo de la proeza de los caballos criollos Gato y Mancha
19 de abril de 2025
Los animales, nacidos en la Patagonia pero criados en una estancia de Ayacucho, atravesaron 20 países junto a un profesor suizo y llegaron a la ciudad estadounidense luego de tres años y medio de travesía.abril 19, 2025

Hace 100 años, dos caballos criollos nacidos en la Patagonia, Gato y Mancha, partieron junto a un suizo soñador en una travesía que parecía imposible: recorrer a caballo los 21.500 kilómetros que separan Buenos Aires de Nueva York. Visitaron 20 países, atravesaron desiertos abrasadores, selvas espesas, montañas nevadas y cordilleras indómitas. Soportaron hambre, sed, temperaturas extremas: desde los 50º C hasta casi -20º C. Y lo lograron. En 1928, tras tres años de viaje, llegaron a destino y fueron recibidos como héroes por multitudes y por la prensa internacional. Y este 26 de abril, para conmemorar los cien años del comienzo de la gesta, se realizará un homenaje en la estancia El Cardal, en cercanías de Ayacucho, donde el suizo se encontró con los caballos. Llegarán decenas de jinetes en caballos criollos desde todo el país, incluida la Agrupación Tacuarí de los Granaderos, y habrá una gran peña.
Gato y Mancha habían nacido en la Patagonia y fueron adquiridos al cacique tehuelche Liempichún por Emilio Solanet, un veterinario y dirigente radical (llegó a ser diputado nacional) que poseía una estancia de cría en Ayacucho, provincia de Buenos Aires, llamada El Cardal. Allí fueron domados.

El suizo, por su parte, se llamaba Aimé Félix Tschiffely y había nacido en Berna. Se formó como docente, profesión que ejerció en primer lugar en Reino Unido, para luego trasladarse a la Argentina, donde dictó clases en institutos de inglés. Con pocos años en el país, y luego de varias incursiones a caballo por el interior, el profesor decidió unir Argentina con Estados Unidos para demostrar la fortaleza de los caballos criollos.
Para su empresa, varios conocidos le recomendaron que hablara con Solanet, quien unos años antes había fundado la Asociación de Criadores de Caballos Criollos, una raza que había sido aprobada recientemente. Tschiffely viajó entonces a Ayacucho para entrevistarse con Solanet en El Cardal y lograr que le vendiera dos ejemplares.

El contacto concreto se estableció gracias a la intervención del doctor Octavio Peró, veterinario y jefe de la sección Ganadera del diario La Nación.
Al principio, Solanet le negó a la venta, puesto que consideraba el viaje como una locura, y no creía que un profesor suizo pudiera llegar siquiera “a Rosario” con los caballos. Sin embargo, tras conocerlo mejor, le regaló dos ejemplares: Gato, un caballo de pelaje gateado de 16 años; y Mancha, un overo que contaba entonces con 15 años.
Tschiffely volvió entonces a Buenos Aires y, pese a la incredulidad de la prensa de entonces, partió desde la sede de la Sociedad Rural Argentina un 24 de abril de 1925. Hasta llegar a Nueva York, el suizo y sus caballos criollos recorrieron 21.500 kilómetros divididos en 504 etapas, en el lapso de tres años y casi cinco meses.
El camino
En el camino, el jinete suizo y sus caballos pasaron por 20 países, cruzaron en varias oportunidades la cordillera de Los Andes y alcanzaron el récord mundial de altura para estos animales, al atravesar el paso El Cóndor, entre Potosí y Chaliapata, a unos 5.900 metros sobre el nivel del mar. Además, soportaron las condiciones más extremas: en el paso récord enfrentaron temperaturas de -18º C, pero también se expusieron al calor extremo y debieron cruzar por ríos peligrosos y puentes precarios, puesto que no había un camino trazado para semejante travesía.

El diario La Nación siguió en detalle el viaje de Tschiffely. Así, se relató: “En Huarmey, el guía no pudo más, ni sus bestias. Los dos criollos Mancha y Gato se revolcaron, tomaron agua y después se volcaron al pasto con apetitos de leones. De Huarmey a Casma, 30 leguas, calores colosales ¡52 grados a la sombra! sin agua, ni forraje, arena, arena, arena. Los cascos se hundían permanentemente de 6 a 15 pulgadas en la arena candente”.
Llegada triunfal
En su viaje, Tschiffely y sus caballos cruzaron Bolivia, atravesaron los desiertos de Perú y las selvas de Colombia y Panamá. Cruzaron el Canal, y se abrieron paso por Costa Rica, El Salvador y Guatemala.
En México, el suizo fue recibido como un héroe y fue objeto de numerosos homenajes. Sin embargo, un accidente con una mula hizo que Gato se quedara en ese país, y el jinete continuó hasta el final de la travesía montando únicamente a Mancha.
Finalmente, el 20 de septiembre de 1928, 3 años y 149 días después de haber partido de Buenos Aires, Tschiffely entró en Nueva York. Allí habían llegado las noticias de su travesía, por lo que también fue recibido con honores por el alcalde de esa ciudad, James Walker.

En el libro que publicó posteriormente, el suizo narró sus vivencias ante el fin de la hazaña: “Quedé hechizado durante largo rato, miré a mis caballitos criollos y luego a esas enormes moles de cemento y acero: uno, producto de las llanuras de la Patagonia, áridas y barridas por el viento; las otras, fruto del trabajo de cerebros humanos, de su iniciativa, ciencia y habilidad. Antes de darme cuenta de ello, hablaba otra vez con mis caballos: ‘Si viejos, esto es Nueva York, pero yo sé que las pampas argentinas los llaman. Tengan paciencia, los llevaré de vuelta porque bien se lo merecen’¨.
Luego Tschiffely fue recibido en Washington por el entonces presidente de Estados Unidos, Calvin Coolidge, y su viaje llegó a la tapa de la revista National Geographic. De vuelta en Nueva York, el suizo recorrió la Quinta Avenida a lomo de Mancha, escoltado por la Policía de la ciudad. Además, los dos ejemplares fue expuestos en el Salón Internacional del Caballo en el Madison Square Garden.
La vuelta
Tschiffely y sus dos caballos regresaron a Buenos Aires en barco y llegaron el 20 de diciembre de 1928. Los dos equipos volvieron a su estancia en Ayacucho.
El profesor suizo, en tanto, se dedicó a escribir su travesía y luego se instaló nuevamente en Reino Unido, donde escribió varios libros más. En 1937 volvió a Argentina para otra hazaña: unió Buenos Aires y Tierra del Fuego en auto, algo nada habitual en aquella época.
Gato murió el 17 de febrero de 1944 a los 36 años y Mancha el 24 de diciembre de 1947, a los 40. Sus huesos fueron enterrados en El Cardal pero por indicación de Solanet, un taxidermista rescató sus cueros y ambos caballos se exhiben en el Museo del Transporte de Luján.

Por su parte, Tschiffely falleció en Londres el 5 de enero de 1954. El 13 de noviembre de ese año llegaron sus restos al país y fue inhumado, en medio de un impresionante homenaje gauchesco, en el Cementerio de la Recoleta. Sus cenizas fueron trasladadas en 1998 a la estancia El Cardal, el lugar donde conoció a Gato y Mancha.
En homenaje a su travesía, el Congreso Nacional declaró el 20 de septiembre como el Día del Caballo Criollo.
Centenario y homenaje
Este 26 de abril, para recordar los cien años de la partida de Gato y Mancha, la estancia El Cardal será el centro de un emotivo homenaje. Desde distintos rincones del país llegarán decenas de jinetes montados en caballos criollos para rendir tributo. Se sumará la Agrupación Tacuarí de los Granaderos a Caballo, que también monta caballos criollos, en un gesto de honor y reconocimiento.
La jornada incluirá una marcha solemne hasta las tumbas de Gato, de Mancha y de Tschiffely. Habrá un almuerzo criollo y, por la tarde, una gran peña con músicos y cantores que llegarán para rendir homenaje con sus guitarras y sus voces a una de las gestas más extraordinarias de la historia entre el hombre y el caballo. Un legado que une a Suiza y a Argentina, al pasado con el futuro, y que sigue cabalgando en la memoria colectiva de nuestro pueblo. (DIB)
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Arca (exAfip) denunció a la AFA y a ‘Chiqui’ Tapia
La Agencia de Recaudación y Control Aduanero (Arca) denunció este viernes a la Asociación del Futbol Argentino (AFA) y a Claudio “Chiqui” Tapia por la presunta apropiación indebida de tributos y recursos de la seguridad social, por un monto de 7.500 millones de pesos.
La acusación se suma a las denuncias e investigaciones judiciales que acorralan a la cúpula del fútbol por posible lavado de dinero y fraude.
En la presentación judicial se indica que la División Recaudación de la Dirección Recaudación Grandes Contribuyentes, al controlar las contribuciones de la AFA, detectó “la falta de pago dentro del plazo legal” de aportes y de retenciones. La denuncia de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero recayó en el juzgado Penal Económico de Diego Amarante.
El foco de la denuncia apunta a que estos fondos nunca fueron depositados dentro del plazo legal de treinta días. Esta omisión configura los delitos establecidos en los artículos 4° y 7° segundo párrafo del Régimen Penal Tributario de la ley 27.430.
Arca acusó a la AFA de retener impuestos y aportes de la seguridad social para financiarse ilícitamente, postergando los pagos al Estado por más de 300 días. Como consecuencia, el organismo solicitó al juez la indagatoria de los responsables.
Según la denuncia, la AFA retuvo impuestos y contribuciones previsionales de los períodos tributarios correspondientes a agosto y septiembre de 2025, además de aportes previsionales desde diciembre de 2024 hasta septiembre de 2025.
La presentación, radicada por la División Jurídica de la Dirección Control Grandes Contribuyentes, apunta directamente contra la gestión de “Chiqui” Tapia, a quien identifica como “Presidente y administrador de clave fiscal” en el momento de los presuntos delitos.
Según Arca, la AFA actuó como agente de retención –descontando dinero a terceros por impuestos y cargas sociales– pero no depositó esos fondos en las arcas del Estado dentro del plazo legal de 30 días.
“La conducta desplegada por la aquí denunciada ha consistido en retener impuestos y recursos de la Seguridad Social que luego no fueron ingresados dentro del plazo legal y por un monto superior al establecido en la norma”, dice el texto de la denuncia, que fue publicado por La Nación.
Para el organismo recaudador, esto implica que la AFA utilizó dinero público para sus propios fines. La denuncia argumentó que la demora en el depósito “implica el financiamiento por parte de la contribuyente a través de la utilización de sumas de dinero que a todas luces no forman parte de su patrimonio”.
Arca reclama que la AFA retuvo $916.005.301,41 correspondientes a los períodos de agosto y septiembre de 2025. Según consta en la denuncia, al 10 de diciembre de 2025, estas sumas “se encuentran impagas”.
El volumen más grande de dinero corresponde a retenciones de la Seguridad Social por un total de $6.677.898.210,82. En este caso la AFA pagó, pero lo hizo fuera del plazo de la ley. La denuncia detalla que los pagos se realizaron recién el 10 de diciembre de 2025, acumulando retrasos significativos.
El documento, además, identifica expresamente a Claudio Fabián Tapia con su CUIT, señalando que ocupaba un “cargo de alto nivel ejecutivo en el momento de comisión de los hechos”.
El organismo argumentó que existió dolo (intención), ya que la AFA “conocía su calidad de agente de retención de impuestos y de los recursos de la seguridad social (habiendo efectivamente practicado tales retenciones) y podía cumplir con dichas obligaciones”.
Arca encuadró la conducta en la Ley Penal Tributaria, que prevé penas de prisión de dos a seis años para quien no depositare los tributos retenidos dentro de los diez días hábiles.
En su petitorio final, Arca solicitó al juez que cite a declaración indagatoria a Claudio Tapia y a los responsables de la AFA y condene a los autores “al máximo de la pena en el ordenamiento legal vigente”.
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El general Presti juró como nuevo ministro de Defensa
El teniente general Carlos Presti juró este viernes como nuevo ministro de Defensa en un acto en Casa Rosada. Y se convirtió así en el primer militar en dirigir esa cartera desde la vuelta de la democracia.
“Vas a hacer historia. La vamos a romper toda", le dijo el presidente Javier Milei al terminar el acto y abrazar a su nuevo funcionario.
Por otro lado, entre el público, se destacó la presencia del embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas. Últimamente, el diplomático norteamericano se ha convertido en una figurita repetida en los actos de jura de los nuevos miembros del Gabinete.

Presti es el primer militar en funciones en ocupar del cargo de ministro de Defensa, desde 1983 en adelante, y su desginación responde a la intención del Gobierno nacional de diferenciarse del kichnerismo y reivindicar a las Fuerzas Armadas.
Por su parte, el nuevo funcionario sumará a otros militares a su equipo de gestión. El general Jorge Alberto Puebla podría asumir como viceministro y el teniente coronel retirado Daniel Enrique Martella como secretario de Asuntos Internacionales para la Defensa; entre otros.
De esta manera, con la fórmula tradicional “por Dios y la patria”, quedó formalmente oficializado en un cargo que llevaba semanas de definiciones pendientes dentro del Gobierno.
Entre los invitados estuvieron también el jefe de Gabinete, Manuel Adorni; la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el ministro del Interior, Diego Santilli; la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello; la titular de Seguridad, Alejandra Monteoliva; el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona; y el responsable de Salud, Mario Lugones.
A su vez, asistieron los ya salientes Patricia Bullrich y Luis Petri, hoy senadores. Entre los asistentes también se apreció la presencia del asesor Santiago Caputo.
Según informaron fuentes de la Casa Rosada, la semana que viene se formalizarán los nuevos cargos en la cúpula de Estado Mayor Conjunto.
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Enérgico rechazo
El gobierno argentino expresó su “enérgico rechazo” al anuncio de una inversión por más de 2.000 millones de dólares para la perforación y explotación de un yacimiento petrolero offshore en las islas Malvinas, avalado por el gobierno del archipiélago cuya soberanía reclama el país sudamericano.
El reclamo argentino llegó poco después de que las autoridades de las islas Malvinas dieran luz verde a las petroleras Rockhopper Exploration, de origen británico, y a la israelí Navitas Petroleum Development and Production Limited para el desarrollo del yacimiento Sea Lion, situado en la Cuenca Malvinas Norte.
“El gobierno argentino reitera que no reconoce competencia ni jurisdicción a ninguna autoridad distinta de la propia para establecer las condiciones que habiliten actividades vinculadas a hidrocarburos en las áreas mencionadas”, expresó la Cancillería argentina en un comunicado.
El contrapunto por el petróleo ocurre en momentos en que el presidente Javier Milei reconoció en una entrevista publicada por el diario británico The Telegraph el jueves que negocia con Gran Bretaña levantar un veto para comprar armas que rige desde el fin de la guerra.
Según la Cancillería argentina, toda exploración y explotación unilateral de recursos naturales renovables y no renovables en las áreas sujetas a disputa de soberanía “resultan contrarias” a resoluciones de las Naciones Unidas que instan a ambos gobiernos a reanudar negociaciones para alcanzar una solución pacífica y definitiva a la controversia.
Varias compañías petroleras pusieron su atención sobre el lecho marino de Malvinas desde hace más de una década cuando estudios exploratorios confirmaron la riqueza de sus reservas. Sin embargo, la millonaria inversión que demanda su extracción, sumado al diferendo diplomático, demoró su puesta en marcha.
Rockhopper y Navitas planean extraer 55.000 barriles diarios en el yacimiento Sea Lion a partir de 2028.
“Argentina desalienta de manera expresa la participación en estos emprendimientos ilegales y se reserva el derecho de ejercer plenamente todas las acciones disponibles para impedir su desarrollo y salvaguardar sus derechos e intereses soberanos”, advirtió Cancillería, y concluyó: "La República Argentina reafirma, una vez más, sus legítimos e imprescriptibles derechos de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes".

