SALUD
Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita

23 de agosto de 2024
Por iniciativa de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC) y la Fundación Argentina de Cardiología (FAC), se ha declarado del 21 al 27 de agosto de cada año como la Semana de la Lucha contra la Muerte Súbita, con el fin de concientizar a la población sobre la importancia de conocer las maniobras iniciales adecuadas para tratarla y tomar cursos de reanimación cardiopulmonar (RCP).
La muerte súbita es una causa de muerte prematura que representa un problema primordial para el sistema de salud, ya que más del 70% de los casos se producen en el ámbito extrahospitalario (hogar, trabajo, campos deportivos u otros lugares públicos), transformando a la comunidad no médica en la primera encargada de atender un episodio de esta naturaleza, dada la escasa ventana temporal que dispone para aplicar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) que reviertan el cuadro.
“Una muerte es súbita cuando no es provocada por un accidente, es inesperada y desde que comienza el cuadro, hasta que se desencadena, transcurre alrededor de una hora. Por esto, se dice que es natural, inesperada y rápida”, explica la doctora Valeria El Haj, directora médica nacional de Ospedyc.
Los estudios reportan una incidencia variable de este tipo de episodios que oscilan entre 20 y 140 casos por 100.000 habitantes. Si bien las estadísticas vitales de la Argentina no reportan como causa de defunción a la muerte súbita, en base a la información internacional y según reportes nacionales, podemos estimar localmente unos 40.000 casos anuales[1]. Teniendo en cuenta estas consideraciones, se espera aproximadamente 1 caso de muerte súbita cada 1000 habitantes. Por este motivo, resulta razonable establecer la obligatoriedad de contar con, al menos, un cardiodesfibrilador automático externo (DEA) en lugares públicos y privados de acceso público, con concentración o circulación diaria superior a 1000 personas al día.
La doctora El Haj asegura que “la desfibrilación dentro de los primeros 3 a 5 minutos del colapso puede producir tasas de supervivencia muy altas, de entre el 50 y 70%, y acercarse al 100% en el grupo de niños”, y agrega: “cada minuto que se demora la RCP, reduce las probabilidades de supervivencia en un 10%, pero si se aplica RCP en forma rápida, las probabilidades de supervivencia del afectado se duplican o triplican”.
La American Heart Association (AHA) y la European Resuscitation Council (ERC) proponen una secuencia denominada Cadena de Supervivencia[2] pensada para describir una serie de acciones que ante una parada cardiorrespiratoria posibilite la supervivencia de la víctima. Cada eslabón de la cadena de supervivencia representa una intervención crítica y está definida en 6 tiempos:
- Reconocer el caso tempranamente y activar el sistema de Emergencia (107 o 911).
- Iniciar la maniobra de Compresiones torácicas dentro de los 2 minutos de ocurrido el evento.
- Desfibrilar para restaurar el ritmo cardíaco (utilizando un DEA) antes de los 4 minutos.
- Proporcionar asistencia sanitaria con medidas de soporte vital avanzado (Sistema de emergencias prehospitalario).
- Ofrecer cuidados post resucitación a través del sistema de salud.
- Facilitar la recuperación del paciente.
En relación al RCP las maniobras a realizar son:
- Recostar a la persona inconsciente sobre una superficie dura por su espalda.
- Colocar las manos del resucitado una sobre otra con las palmas hacia abajo y los dedos entrelazados.
- Realizar entre 100 y 120 compresiones por minuto logrando hundir el tórax por 5 cm aprox.
- Las compresiones deben ser rítmicas (igual compresión que relajación).
- Cambiar de resucitador cada 1 a 2 minutos para evitar el cansancio evitando así las maniobras inefectivas.
- En el momento que se consiga el DEA, un segundo operador debe conectarlo a la víctima sin dejar de hacer compresiones. Una vez que el dispositivo esté conectado nos indicará en qué momento dejar de realizar las compresiones y cuando retomarlas.
En el caso del RCP pediátrico
- Verificar si no hay obstrucción de la vía aérea.
- Iniciar compresiones con la misma frecuencia que en los adultos, verificando que el tórax descienda 1/3 de su altura.
- La posición de las manos en el tórax varía según la edad del niño; debes colocar los dedos índice y medio en el centro del esternón, entre los pezones, o con ambos pulgares y en niños más grandes puede requerir compresiones con toda la mano.
- Aplicar 2 insuflaciones de 1 segundo cada una, apenas soplando, que eleven el pecho del bebé.
- Alternar 30 compresiones y 2 insuflaciones hasta que llegue la ambulancia.
- En el momento que se consiga el DEA, un segundo operador debe conectarlo a la víctima sin dejar de hacer compresiones e insuflaciones. Una vez que el dispositivo esté conectado nos indicará en qué momento dejar de realizar las compresiones y cuando retomarlas.
En ambos casos, deben realizarse dichas maniobras hasta el arribo de la ambulancia.
“En cuanto al uso del Desfibrilador Externo Automático (DEA) – menciona la Dra. El Haj-, estos aplican una descarga al corazón para hacerlo regresar a un ritmo normal pero, al igual que con la RCP, se tiene que usar rápidamente. Para esto, es importante tratar de saber dónde encontrar uno en los lugares que frecuentamos. Estos dispositivos proporcionan indicaciones vocales y visuales y están diseñados para ser utilizados por alguien que nunca los ha visto”.
SALUD
Nueva droga para el ACV

Se trata de la tenecteplasa que ofrece una administración más rápida y eficaz que la alteplasa, optimizando recursos y mejorando la atención médica en emergencias.
La lucha de la ciencia contra el accidente cerebrovascular (ACV) es una cuestión de vida o muerte. En ese camino, el desarrollo de nuevas drogas y tratamientos avanza para mejorar las formas de aplicación y la efectividad.
El ACV se posiciona entre las principales causas de discapacidad y fallecimientos a nivel global. Cada año, más de 11,9 millones de nuevos casos se registran y 7,3 millones de personas mueren por causas asociadas, según las cifras del último Congreso Iberoamericano de Enfermedad Cerebrovascular, que se celebró en Colombia.
Para los expertos, se llegó a una nueva era en el tratamiento del ACV, que se considera una urgencia médica, ya que cada minuto sin atención equivale a la destrucción de dos millones de neuronas.
Al respecto, la reciente aprobación en Argentina de un tratamiento innovador avalado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) representa un avance clave en el tratamiento del ACV isquémico agudo, la forma más frecuente de esta afección.
La nueva droga, tenecteplasa, ya se encuentra disponible en centros médico-científicos multidisciplinarios que cuentan con unidad de Stroke, pero no está disponible para el expendio a pacientes.
La tenecteplasa está recomendada por la Organización Europea de Accidentes Cerebrovasculares (ESO) y demostró ser muy eficiente en disolver trombos.
Este tratamiento actúa descomponiendo los coágulos que bloquean el flujo sanguíneo al cerebro y se administra por vía intravenosa en solo 10 segundos, en contraste con el lapso de una hora que requiere el tratamiento estándar de alteplasa, que era la droga disponible hasta ahora.
La aplicación temprana del nuevo tratamiento permite reducir los tiempos de atención y optimizar los recursos hospitalarios, al requerir de menos personal y equipamiento.
En nuestro país, para este nuevo tratamiento, es fundamental que el paciente llegue a tiempo, dentro de las cuatro horas. Con costos similares, la tenecteplasa representa una evolución significativa frente a la alteplasa, el tratamiento estándar utilizado hasta ahora para el ACV isquémico agudo, gracias a sus características avanzadas que optimizan tanto su administración como su efectividad.
Salud
Entre las principales diferencias, la vida media de la tenecteplasa se extiende entre 20 y 24 minutos; mientras que la alteplasa tiene una vida media considerablemente más corta, de 5 a 10 minutos. Esta característica permite que permanezca más tiempo activa en el organismo, mejorando su acción terapéutica.
En términos de dosis, la nueva droga requiere una cantidad menor (0,25 mg/kg) en comparación con la alteplasa, que utiliza 0,9 mg/kg, lo que favorece su aplicación y reduce la complejidad del tratamiento.
Además, el tiempo de administración es un aspecto crítico: la tenecteplasa se administra en segundos, frente a los 60 minutos que exige la alteplasa, lo que la convierte en una opción más rápida y eficaz, especialmente en situaciones de emergencia médica donde cada segundo cuenta.
La especificidad de la fibrina, una característica que influye directamente en la eficacia del medicamento para disolver coágulos, también es mucho mayor en el nuevo tratamiento, con una capacidad 14 veces superior a la de la alteplasa.
Asimismo, la tenecteplasa presenta una resistencia al PAI-1 (un inhibidor que reduce la actividad del tratamiento) 80 veces mayor que la alteplasa, lo que potencia su efectividad.
En Argentina, el ACV es la segunda causa de muerte en la población general y la segunda causa de discapacidad en el país, después del Alzheimer. En Sudamérica, el número absoluto de muertes por ACV aumentó, considerando todas las edades y ambos sexos: creció de 184.251 fallecimientos en 1990 a 228.661 en 2019.
SALUD
Argentina lidera el ranking mundial de trabajadores con síndrome de burnout

Lo reflejó la encuesta “2024 Global Workforce of the Future” realizada por el Grupo Adecco, entre más de 35.000 trabajadores. Otros países con altos niveles son Eslovenia, India y Brasil. En tanto que Japón, Alemania e Italia son los que menos lo sufren. Además, los argentinos son los que están más preocupados por la estabilidad de sus empleos a largo plazo.
Cambios políticos, fin de año, incertidumbre económica e inestabilidad laboral, entre otros factores, colaboraron para que los trabajadores argentinos (60%) hayan manifestado haber sentido síntomas de burnout en los últimos 12 meses, transformándose así en el porcentaje más alto del mundo. Otros países que lo sufren en gran medida son Eslovenia, India y Brasil. Mientras que los porcentajes más bajos se encuentran en Japón, Alemania e Italia.
Los datos surgen de la investigación realizada por el Grupo Adecco “2024 Global Workforce of the Future”, donde se encuestó a 35.000 trabajadores de todo el mundo, incluyendo a 1.000 argentinos.
El estudio también reflejó que los argentinos son los que más preocupados están por la estabilidad de sus empleos a largo plazo. Otros países donde los trabajadores muestran altos niveles de preocupación son Rumania, y pese a lo que podría creerse, Dinamarca y Suecia. ¿Dónde están menos preocupados?: Turquía, Alemania y Noruega.
Lo que se conoce como “burnout” o “estar quemado” es mucho más preocupante de lo que parece. Según la Organización Mundial de la Salud, quienes lo padecen pueden identificarse con sentimientos de agotamiento o falta de energía, distancia mental o sentimientos negativos hacia el empleo, y reducción de la eficiencia o productividad profesional.
Esta realidad que afecta a cada vez más empleados suele aparecer en los primeros años del desarrollo profesional, traduciéndose en estadísticas que revelan que el porcentaje de jóvenes con síndrome del trabajador quemado es mucho más elevado que el de los mayores de 35 años.
“En el contexto argentino, enfrentamos desafíos únicos, donde lo mejor y lo peor puede suceder y vaya si sucede todo el tiempo y que, además, puede tener un impacto considerable en la confianza de nuestros equipos. Desde la alta rotación y la búsqueda constante de talentos, hasta la necesidad de adaptarnos a un entorno laboral cada vez más digitalizado y el impacto de la inteligencia artificial. Además, no podemos ignorar que la actualidad económica y la presión salarial añaden una capa adicional de complejidad y desafíos a nuestro día a día. Por todo lo mencionado, era muy probable que los resultados de este trabajo ubicaran a los trabajadores argentinos entre los más preocupados por el futuro de sus trabajos en el largo plazo y en los niveles más altos del mundo en materia de síntomas de burnout sufrido”, consideró Victoria Loza, directora de Recursos Humanos y Sustentabilidad de Adecco Argentina y Chile.
Ante esta realidad, ¿qué pueden hacer las organizaciones para fomentar el bienestar de sus empleados?
- Armar reuniones uno a uno para asegurarse de que los trabajadores se sientan motivados a tomar todas sus vacaciones anuales.
- Asegurarse de que los líderes reciban capacitaciones y controles periódicos sobre su bienestar, ya que corren un riesgo particularmente alto de agotamiento.
- Alentar a todos los trabajadores a tomarse tiempo libre para cuidar su salud mental proporcionando pautas y comunicación claras.
Presente en el país desde hace más de 30 años, Adecco Argentina es líder absoluto en la contratación de personal y ofrece soluciones integrales en el área de Recursos Humanos. Cuenta con más de 40 sucursales ubicadas en las principales ciudades del país. Adecco Argentina dispone de una media semanal de 1.000 clientes activos en cuyas empresas prestan servicios más de 11.000 personas. Para más información, ingrese a: www.adecco.com.ar
SALUD
Distinguen a bióloga marplatense

La investigadora marplatense Julieta Merlo, miembro del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA, CONICET – Universidad Nacional) fue distinguida con la Beca L’ Oréal Unesco “Mujeres en la Ciencia” por haber desarrollado un stent cardiovascular con un material absorbible, capaz de desaparecer del cuerpo sin dejar rastros una vez que el tejido dañado de las arterias haya sanado.
Merlo, de 36 años, es bióloga de formación. Estudió en la Universidad Nacional (UNMDP) y realizó un doctorado en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la misma casa de estudios, donde trabajó en una línea asociada a la Inmunología. Realizó estadías en Brasil, Estados Unidos y Alemania, y durante su posdoctorado se incorporó al grupo del INTEMA para aplicar su línea de estudio al desarrollo de implantes aplicados al área de Medicina.
“Mi formación en biología contribuye al grupo en tratar de entender cuáles son estas características de los materiales que hacen que un tejido se pueda regenerar, y que no genere una respuesta de rechazo, que haga que el implante falle”, señaló Merlo, según un comunicado del CONICET.
Sobre el premio, aseguró: “Me emociona mucho, por lo que significa recibir este reconocimiento y apoyo, pero también porque nos permitirá avanzar más rápido y realmente generar una solución para esta problemática que actualmente no la tiene”.
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. La mayoría de las patologías que afectan al corazón se corrigen a través de lo que se conoce como stents, unas mallas metálicas que se colocan por medio de una intervención quirúrgica en las arterias, y ayudan a mantenerlas abiertas y asegurar que la sangre siga fluyendo adecuadamente cuando estas se estrechan debido a enfermedades cardíacas o problemas de circulación. Pero seis meses después de colocar un stent, las arterias se desobstruyen definitivamente. Sin embargo, estas mallas no suelen retirarse: quedan en el cuerpo como un material sin función.
El proyecto de Merlo, titulado “La nueva era de los stents cardiovasculares: bioabsorción y moléculas bioactivas para recuperar la función arterial” consiste en el desarrollo de un stent cardiovascular capaz de degradarse en el cuerpo humano, un producto que aún no existe en el mercado.
“Sabemos que hasta ahora, todos los stents que se colocan en Argentina son importados. Si somos capaces de desarrollar este tipo de dispositivos en Argentina, de industria nacional, vamos a contribuir además a que se reduzcan los costos de las operaciones, y que cada vez más personas puedan acceder a estos stents”, aseguró la investigadora.
La clave del proyecto liderado por Merlo es la utilización de una aleación metal de hierro combinado con manganeso, carbono y silicio, que es prometedor para ser utilizado en stents biodegradables. Sin embargo, la desintegración del hierro dentro del cuerpo libera algunas moléculas que podrían dañar los tejidos.
“Para evitar esto, estamos probando dos enfoques innovadores. Primero, vamos a recubrir el stent con un compuesto que pueda proteger las células del daño causado por la desintegración y que favorezca la curación del sitio afectado. Segundo, utilizaremos una técnica llamada electrodeposición para aplicar este recubrimiento de manera precisa, lo que nos permitirá controlar cómo se degrada el stent y cómo liberar sus componentes. Nuestro objetivo es probar cómo se comporta este nuevo stent en el laboratorio para asegurarnos de que sea seguro y efectivo. Queremos confirmar que el material no cause reacciones adversas en el cuerpo y que sea compatible con las células del sistema cardiovascular y la sangre”, apuntó.

“El hierro es el material más promisorio para este tipo de aplicaciones, porque tiene propiedades bio absorbibles en el cuerpo y excelentes propiedades mecánicas y físicas para soportar las fuerzas que ejercen las arterias”, indicó Merlo.
“Sin embargo, su tasa de degradación sigue siendo lenta, de años. Entonces nosotros trabajamos con un nuevo material, en esta aleación con manganeso, carbono y silicio, elementos que tampoco son tóxicos para el cuerpo, para luego incorporar en la superficie de esta nueva aleación moléculas que son bioactivas y así favorecer la regeneración del tejido donde el stent va a ser implantado. Normalmente, cuando se implanta el stent se genera un daño en la pared arterial. Entonces, cuanto antes el vaso incorpore este implante, más efectiva va a ser la recuperación del paciente y tendrá menores riesgos a largo plazo”, explica.