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El campo apenas liquidó el 34% de la cosecha de soja y hay alarma en el Gobierno

25 de mayo de 2024

Un reciente informe de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro) reveló que el campo apenas liquidó el 34% de la cosecha de soja en lo que va del 2024, lo que equivale al peor nivel de ventas en seis años. En este escenario, los dólares rurales acumular reservas no aparecen y complican el plan de estabilización y la salida del cepo.

«A mediados de mayo sólo se ha vendido el 34% de la producción de soja de la campaña. Por debajo del 36% de los 2 años previos y el promedio de 40% de los 5 años previos, para el mismo momento del año» advierten desde la entidad rural.

Otro dato no menor que refleja el informe es que hasta mayo, «el 57% de la producción vendida aún con precio a fijar» lo que significa que la campaña «tiene la mayor proporción de producción vendida con precio a fijar. Esto probablemente sea consecuencia de los bajos precios que se han visto durante los últimos meses y la percepción de un tipo de cambio también bajo» sostienen.

Al mes de abril, la liquidación de divisas por exportación de granos alcanzó los 6.433 millones de dólares. Unos 1.200 millones por encima del mismo periodo de 2023 -afectado fuertemente por la sequía- aunque 40% más bajo que en 2022.

Como principal factor, ubicaron a las cuestiones climáticas «por la humedad se retrasó la cosecha» y la cuestión de los precios: «veníamos de precios mínimos de los últimos 5 años, lo que no incentivaba a apurarse a vender» consideraron.

Otro de los puntos es el tipo de cambio ofrecido por la gestión de Javier Milei que generó «la sensación de que el tipo de cambio oficial es bajo». Cabe recordar que el propio  Presidente negó que exista atraso cambiario respecto a los países con los que la Argentina habitualmente comercializa.

El señalamiento de un dólar poco competitivo también fue realizado por el Consejo Agro Industrial Argentino (CAA) adelantó que las exportaciones de abril disminuyeron un 1% respecto a marzo y el tipo de Cambio Real Multilateral retrocedió 8% con respecto a marzo.

Ese complejo escenario podría comenzar a mejorar en los siguientes meses según consideran los analistas. Entre las razones enumeran que «se normalizó el clima», una mejora de los precios internacionales y del dólar exportador «con el salto de estos días».

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El 70% de los ruralistas necesita vender más de la mitad de su producción para afrontar costos de la campaña 2023/24

El 70% de los productores necesitará vender más de la mitad de su producción para afrontar los costos de la campaña 2023/24Este dato surge del nuevo Índice de Confianza del campo que elabora el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, conocido como Ag Barometer Austral.
Según el relevamiento de los meses de marzo y abril pasado, un 30% de los productores manifiesta tendrá que vender el 75% de su producción de soja y maíz para cubrir todas las obligaciones financieras de la campaña, y si a este porcentaje se suma un 39% adicional que piensa que necesitarán vender un 50% de su producción el total es el 70% de los productores.
A pesar de ello, con relación a los próximos 12 meses sigue existiendo un sentimiento positivo en las expectativas de su situación financiera, aunque con una pequeña caída con relación a la medición anterior. Los analistas consideran que los recientes movimientos ascendentes de los precios de trigo y soja seguramente mejorarán esta percepción.
La última medición del Índice Ag Barometer Austral para los meses de marzo y abril de este año refleja que se mantiene el optimismo de los productores, con una mejora con relación a la medición enero/febrero pasado de 129 vs 119. Se trata del segundo mejor puntaje alcanzado en la historia de este índice, solamente superado por el mes de julio 2019, es decir cinco años atrás, en el que se alcanzó un pico de 137 puntos.
Los analistas remarcan que mejora “es dramática” en términos interanuales. Si se compara con la medición de marzo/abril 2023 (129 vs 69), se trata de un incremento del 87%.El Índice de Condiciones Presentes mejoró notablemente con relación al año anterior (110 vs 22) como resultado de los buenos rendimientos que se están obteniendo en la campaña 2023/24 que, a pesar de alguna merma en los rendimientos de maíz, son substancialmente mejores a los de la mala campaña 2022/23.Y si bien se mantiene una importante dispersión entre el Índice de Expectativas Futuras vs el Índice de Condiciones Presentes (162 vs 79), la brecha se está achicando debido a la mejora de la situación financiera actual de los productores.
Los investigadores del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral estiman que, en el corto plazo, “resulta imposible pensar en la reducción de las retenciones”, aunque destacan como medida positiva que se redujeron los derechos de importación a insumos claves para la siembra de trigo”.
“A los productores agropecuarios, de alguna manera, le resultan positivas los principios generales de la Ley Bases, al igual que el grueso de la población que piensa que el gobierno está en el sendero correcto. La búsqueda prioritaria por bajar la inflación, que se va a traducir en bajas en las tasas de interés, puede constituir un aliciente para la realización de inversiones”, explica Carlos Steiger, director de la encuesta.
Steiger considera que el optimismo se basa más en la esperanza de un cambio estructural de la economía argentina que en los datos objetivos de rentabilidad, cuyos márgenes se están achicando.“De todos modos, el desastre climático de Rio Grande do Sul en Brasil ha impactado favorablemente en el precio internacional del trigo y hay un marcado optimismo para la siembra de trigo correspondiente a la campaña 2024/25”, añade.
Necesidades de venta
Alrededor de un 70% de los productores manifiesta que deberán vender entre un 50 y un 75% de su producción para hacer frente a los compromisos financieros incurridos para la campaña 2023/24.
El porcentaje reflejado surge de la suma de dos datos: un 30% de los productores manifiesta tendrá que vender el 75% de su producción de soja y maíz para cubrir todas las obligaciones financieras de la campaña, y, por otro lado, un 39% adicional que piensa que necesitarán vender un 50% de su producción.
“Este es un dato importante porque puede servir para estimar los niveles de ventas de los productores”, apunta Steiger y agrega: “Son datos importantes tanto para la industria procesadora como para el gobierno en términos de ingresos de divisas, ya que estas resultan claves para el programa financiero del gobierno cuyo objetivo central es la unificación cambiaria y el levantamiento del cepo”.
Los productores de USA y su comparación con Argentina
Dado que el Ag Barometer Austral se construyó con el asesoramiento de Purdue University (Indiana, EE.UU.), la última edición compara los resultados de nuestro país con los norteamericanos. En Estados Unidos, el Índice de abril 2024 (99) es el más bajo que se da en USA, siendo estos niveles similares en Argentina a los de abril 2020 (96), durante el inicio de la Pandemia de COVID.Esto se explica porque, en la campaña 2023/24, disminuyeron fuertemente los ingresos de los productores de USA debido a una caída en los precios y el aumento de los costos de producción y tasas de interés.
La situación financiera presente de los productores de USA contrasta con la de los productores argentinos, quienes manifiestan que su situación financiera actual es mucho mejor que la de la fecha para el año anterior. Donde hay un sentimiento parecido es en lo referido a la oportunidad de realizar inversiones en activos fijos, ya que en USA el Índice es de 31 (muy por debajo de 100) y en Argentina, es levemente superior (49) pero igualmente negativo.
En Argentina se puede observar que un 76% de los productores manifiesta que aún no es un buen momento para invertir y que los mejores resultados de la campaña 2023/24 se van a dedicar a reconstruir capital de trabajo, recuperando así las pérdidas de la campaña anterior.
“El gran desafío para la economía de nuestro país es la recuperación de la demanda agregada ya que, como resultado de la política antiinflacionaria, el nivel de actividad económica está cayendo bruscamente y aún no está claro cuándo llegará a un piso y comenzar un rebrote”, explica Steiger.
¿Cómo se financia gran parte de la siembra de trigo?
El Ag Barometer Austral señala que el financiamiento de la siembra de trigo 2024/25 se realiza en su mayoría con fondos propios de los productores, canje a cosecha y financiamiento de los proveedores de insumos.Un 50% de los productores ha financiado la siembra de trigo con fondos propios, un 29% lo ha hecho con canje a cosecha y un 12% lo han financiado proveedores de insumos. La participación del crédito bancario en la financiación de la siembra de trigo es muy baja.“Prácticamente no hay financiamiento bancario, aunque es de esperar que en el futuro cambie el comportamiento de los bancos comerciales con tasas de interés a la baja, dejando de financiar al Estado y cumpliendo su rol de otorgar créditos al sector privado: motor de la economía”, consideran los especialistas de la Universidad Austral.
¿Qué expectativas tienen los productores?
Un 51% de los productores tiene expectativas de suba en los precios del producto, que se fundamenta en la mejora de los precios internacionales (63%). Sin embargo, muchos descartan una suba en pesos por efectos de una devaluación en el tipo de cambio.“Los acontecimientos climáticos de Brasil han provocado una suba en los precios del trigo. Respecto al tema del mercado climático, es de relevancia seguir atentamente la situación de USA a futuro”, concluye el informe.
 El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral es una entidad especializada y de alto nivel académico cuya misión es impulsar, desde Rosario, el fortalecimiento de las cadenas de valor agroalimentarias e instituciones relacionadas, como un motor de desarrollo humano, económico y social de largo plazo para la Argentina, a través de la formación y de la investigación aplicada.
Para alcanzar este fin, el CEAg desarrolla cuatro ejes de acción:
  - Una Maestría en Agronegocios.
  - Programas de formación ejecutiva, seminarios y cursos relativos a las temáticas de agronegocios de mayor relevancia.
  - Un Área  de Estudios en Agronegocios y Alimentos  que  impulsa proyectos de investigación aplicada y genera un espacio de reflexión y análisis sobre los principales desafíos a los que se enfrentan los agronegocios.
  - Actividades de extensión, para el desarrollo directivo de las PyME de los sectores agroindustriales.
 Sobre la Universidad Austral: Con sede en la Ciudad de Buenos Aires, Pilar y Rosario, es una institución de educación superior creada por la Asociación Civil de Estudios Superiores -ACES-, entidad civil sin fines de lucro, con personería jurídica e inscripta en el Registro Nacional de Entidades de Bien Público.
La Universidad Austral promueve la investigación, imparte enseñanza de grado y postgrado, realiza programas de extensión, y brinda atención sanitaria desde su Hospital Universitario. Está constituida por las Facultades de Ciencias Biomédicas; Ciencias Empresariales; Comunicación; Derecho; Ingeniería; Hospital Universitario Austral; Parque Austral; IAE Business School; Escuela de Educación; Escuela de Política, Gobierno y Relaciones Internacionales; Instituto de Ciencias para la Familia; Instituto de Filosofía.

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Del campo a la góndola, los precios se multiplican por 3,5 veces en abril

 Según el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) elaborado por el sector de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), en abril los precios de los agroalimentos se multiplicaron por 3,5 veces del campo (origen) a la góndola (destino). Es decir, el consumidor pagó $3,5 por cada $1 que recibió el productor.En promedio, la participación del productor explicó el 31,4% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de frutilla (81%), mientras que la menor fue para los de limón (8,1%). La brecha en los productos frutihortícolas y en los ganaderosIPOD frutihortícola: del campo a la góndola, los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 4,3 veces en abril, lo que representa una disminución del 6,5% con respecto a marzo.IPOD ganadero: por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó 3,2 veces más de lo que recibió el productor, un 3,3% más que el mes pasado.Cabe destacar que según el Índice de Ventas Minoristas de CAME, las ventas del rubro alimentos y bebidas acumulan una caída del 23,8% en los primeros cuatro meses del año frente al mismo período de 2023, reflejo de la disminución del poder adquisitivo y la falta de convalidación de precios por parte del consumidor. Es decir, la baja se explica por una detracción de la demanda.  Además, durante el primer cuatrimestre del año, todos los eslabones de las distintas cadenas de valor han visto afectada su rentabilidad por los fuertes incrementos de costos, no sólo debido a la devaluación, sino también al aumento del transporte y la logística, luz, gas, patentes e impuesto inmobiliario, arrendamientos, combustibles, fertilizantes y repuestos de maquinarias, por citar algunos.
 Mayores y menores brechas IPOD de abril
Productos con mayores brechas IPOD mensualesEl limón (12,3 veces), la mandarina (6,9), la naranja (6,3), la pera (5,9) y la carne de cerdo (5,6) fueron los cinco productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
El limón, al igual que la naranja, registró una suba en la oferta ocasionada por la baja demanda. Mientras que los precios del primero cayeron 16,7% al productor y 2,6% en góndola, el cítrico dulce presentó una disminución del 20,4% en origen y 5,7% en destino.
La mandarina, por su parte, mostró otro comportamiento: si bien su precio aumentó al productor (14,1%), se observó una caída a nivel del consumidor (14%).
En el caso particular de la pera, los precios al productor no registraron variaciones, mientras que en góndola se visualizó un aumento del 1%.   Por último, se encuentra la carne de cerdo, producto que bajó 11,5% en origen y 3% en destino. Productos con menores brechas IPOD mensualesLos cinco productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor forman parte de la canasta frutihortícola.
La frutilla (1,2 veces) —fruta estrella que todos necesitan tener en góndola — fue el producto que presentó menor brecha campo-góndola del mes, aumentando sus precios en ambos extremos de la cadena: 48% en origen y 13,2% en destino. La situación es resultado de la poca producción debido a inclemencias climáticas, lo que conlleva una suba de precios.
La calabaza y la cebolla presentaron la misma diferencia de precios entre origen y destino (1,9), pero tuvieron diferente comportamiento: la primera aumentó 58,3% al productor y cayó 0,8% al consumidor; mientras que la cebolla se incrementó 7% en origen y 14,7% en destino.
Por último, el tomate redondo y el pimiento presentaron una brecha de 2,1 veces. Sus precios se incrementaron tanto al productor (177,4% y 82,3%, respectivamente) como al consumidor (37,6% y 33,9%, respectivamente).   El análisis demuestra que el productor primario no es formador de precios. Si bien algunos productos con alta incidencia en la canasta (como, por ejemplo, la cebolla y el tomate) presentaron un reacomodamiento en los precios al productor, estos valores no llegaron a compensar la inflación acumulada, por lo que el primer eslabón (origen-productor) sigue resignando rentabilidad frente al resto de los actores de la cadena de valor. Es decir, la estructura de formación de precios en Argentina nace en la góndola y se va disgregando hacia atrás, hasta llegar al productor, cuando debería ser al revés.
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¿Cuál es la percepción de los jóvenes sobre el campo?

Con el foco puesto en los jóvenes, esta nueva investigación cualitativa indaga en la percepción que tienen los universitarios de carreras no ligadas específicamente al agro, sobre este sector como espacio para su desarrollo profesional. ¿Qué aspiraciones los motivan? ¿Qué esperan del ambiente laboral? ¿Cómo imaginan su futura inserción en el trabajo? ¿Qué áreas de la producción les generan mayor atractividad? ¿Cómo imaginan que es el trabajo en la agroindustria? ¿Qué tipo de perfiles creen que necesita el agro?, etc. fueron algunas de las preguntas que guiaron esta tercera investigación por parte de la Universidad Austral.

Al dar a conocer los resultados de la encuesta de percepción de los jóvenes sobre el campo, la casa de altos estudios señala:
La tendencia mundial muestra que cada vez más en el sistema agropecuario los cambios en las tecnologías y la tendencia a la automatización están marcando una transformación en el mercado laboral, donde se necesitan menos trabajos manuales y más personal calificado.
A su vez, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), para el año 2050 habrá que alimentar a más de 9.000 millones de personas. Eso desafía a los productores y a la agroindustria a producir más, siendo cada vez más eficiente con los recursos.Para conocer qué lugar ocupa el sistema agroindustrial dentro de las preferencias laborales y de desarrollo de los futuros jóvenes profesionales, durante el mes de septiembre de 2023 se desarrollaron seis focus groups con estudiantes de los últimos dos años de carreras no afines al agro, de ciudades universitarias del país como Santa Rosa, La Plata, Córdoba, Neuquén, Tandil y Rosario, entre otras.
En esta oportunidad la investigación contó con el apoyo de BAYER, de la Cámara de la industria aceitera argentina (CIARA), la Fundación de la Bolsa de Cereales de Córdoba, la Fundación para la promoción y el desarrollo de la cadena láctea argentina (FUNPEL), VALLEY, AAPRESID, CREA y la Fundación Barbechando. 
Algunos emergentes
Como en las anteriores investigaciones, la hipótesis inicial del trabajo es que una buena parte de los jóvenes tiene poca información sobre el agro, a la vez que cercanía y sensibilidad con temas vinculados de hecho con el sector, aunque ellos no los asocien. Este hecho, conlleva la necesidad por parte del sector, de elaborar nuevas y mejores maneras de vinculación y comunicación. El agro es percibido por los jóvenes como sector estratégico para el país y motor de la economía. Producción de alimentos, cuidado animal y ambiental, atracción por la innovación y la digitalización son algunas de las agendas que suscitan el interés de los jóvenes y que se vinculan con el agro brindando una oportunidad de cercanía y atractividad como espacio de desarrollo profesional. Sin embargo, a la luz de los resultados, los jóvenes de carreras no afines al sector, tienen pocas referencias del agro, y a priori, no lo ubican en su mapa de posibilidades e intereses.
“En relación a lo que se espera de un empleo, se destacan la flexibilidad, el buen ambiente laboral, un propósito y motivación convocante y el cuidado del ambiente y la sustentabilidad como elementos deseados, más allá de una buena retribución económica”, destaca el informe.
El agro aparece, a su vez, como un espacio que “posee escasa presencia mental como potencial empleador sobre todo en el ámbito del AMBA.
Las empresas y marcas del agro no emergen de manera espontánea en el imaginario”.
Este desconocimiento y desinformación trae aparejados algunos prejuicios en cuanto a las condiciones de trabajo y “la cristalización de imaginarios negativos asociados al agro como actividad extractiva y de desgaste, escasa conciencia sobre el cuidado del ambiente, poca innovación y baja incorporación de tecnología (acentuado en AMBA)” sin embargo, se detectan oportunidades debido al vacío de conocimiento en relación a las necesidades de talentos profesionales diversos, la escala y relevancia de muchas empresas que lo componen y la dimensión bioeconómica o agrobioindustrial, que representa para los jóvenes, el costado más interesante, innovador y sustentable.
A la luz de estos resultados, algunas de las sugerencias que se destacan en el informe, tienen que ver con reforzar la consideración del sistema agro como sector estratégico, con ventajas competitivas y con proyección de futuro, complementar la información con foco en las empresas vinculadas y la necesidad de talento profesional diverso y presentar la visión de futuro con anclaje en los desarrollos de la bioeconomía y la agrobioindustria.
“Adicionalmente, se detecta una oportunidad de mayor relacionamiento institucional con las universidades” para aportar información general y sobre las oportunidades de empleo con el fin de generar atractivo y motivación.
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