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México: hallan flotando en el mar el cuerpo de una joven cordobesa que estaba desaparecida

30 de marzo de 2024

El cadáver de la joven fotógrafa, de 28 años, fue hallado unos 100 metros mar adentro en una zona entre Playa del Carmen y Cancún. Estaba en México desde diciembre pasado30 de marzo 2024

Ana Victoria Ávila
Ana Victoria Ávila, la fotógrafa cordobesa de 28 años cuyo cadáver apareció flotando en el mar en la zona de Playa del Carmen.

El cuerpo de Ana Victoria Ávila, la joven cordobesa de 28 años cuyos familiares habían perdido contacto el miércoles pasado, fue hallado este viernes unos 100 metros mar adentro en la zona entre Playa del Carmen y Cancún, en México

La noticia fue confirmada a la prensa por Tamy Combina, una amiga de Ana, quien dijo: «Estamos todos conmocionados, y en medio de la conmoción realizando trámites», para recordar que la joven se encontraba en México desde diciembre de 2023.

Al no tener noticias suyas, la familia de la joven, a quien todos conocían como Nani, inició una campaña para encontrarla a través de las redes sociales.

La joven, según publicó el diario La Voz, había sido vista por última vez en la turística ciudad de Playa del Carmen. La chica realizaba trabajos como fotógrafa.

De acuerdo a informaciones de portales mexicanos, el cadáver de Ana Victoria fue hallado flotando en el mar a cientos de metros de la costa, en un sector entre Playa del Carmen y Cancún, completamente desnudo y en inmediaciones a un centro de hospedaje en las costas de Puerto Morelos.

El hallazgo lo habría realizado un grupo de pescadores que de inmediato dieron aviso a la Policía. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo.

Por el momento, la Fiscalía no brindó mayores precisiones sobre las circunstancias en las que la murió la joven fotógrafa cordobesa ni tampoco la causa de su muerte.

Ciudad

Se despide la muestra de Yuyo Noe en el Museo Mar


Hasta este domingo permanecerá habilitada la exhibición de "Visión quebrada", las instalaciones de Luis Felipe Noé. Se trata de una exposición que reunió a lo largo de estos meses más de 100.000 visitantes. Esta compuesta por obras de su trayectoria y actuales.

El mismo día a las 17 se llevará a cabo una intervención performatica y luego a las 18 con un recorrido comentado a cargo de la curadora de la muestra Cecilia Ivanchevich. Fue presentada por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la Fundación Noé.

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Luis Felipe Noé (Buenos Aires, 1933) trabajó su obra en relación con el espacio circundante, convirtiéndose en un pionero de las instalaciones desde los años sesenta. La simultaneidad de imágenes le permite presentar múltiples modos de ver a la vez que propone tratamientos estéticos y cuestionamientos sobre el objeto artístico.

Al inicio sus instalaciones consistían en ambientaciones, creadas a partir de pinturas ensambladas dispuestas en las paredes de la sala, el piso, o colgadas del techo.

La obra de Noé está atravesada por las reflexiones y la palabra escrita que se articula con el campo visual. En este caso presentamos un recorrido que nos muestra cómo nos interpela sobre la función del artista en nuestro país. esta exposición nos muestra cómo la pintura de Noé se expande, atraviesa disciplinas y arma un entretejido de materialidades, resonancias históricas y articulaciones conceptuales. Cuenta con la curaduría de Cecilia Ivanchevich. 

Se suma el “Transiciones” una acción performativa en la muestra a cargo del Colectiva Magdalena 318. La puesta consiste en la intervención de cuatro performers con proyecciones de animación sobre algunas de las obras expuestas. 

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Mundo

El Papa acepta el consejo de los médicos y sigue el Vía Crucis nocturno desde su casa

El Papa Francisco no participó en el Vía Crucis de este viernes por la noche en el Coliseo de Roma, para preservar su salud de cara a la Vigilia de mañana y la Misa del Domingo de Resurrección, según explicó el Vaticano. Sí que participó por la tarde en el triduo pascual en la basílica de San Pedro. El Pontífice siguió las meditaciones desde su casa.

En el Coliseo se leyeron las meditaciones que el mismo Francisco ha escrito para esta ocasión, en las que reflexiona sobre cada una de las catorce estaciones que evocan el camino de Jesús hasta el Calvario. El texto inédito es una oración profunda e íntima de gran belleza poética y mística, en el que el Papa se inclina ante otras cruces de nuestro tiempo, como la dignidad pisoteada de las mujeres, los insultos en Internet o el abandono de los niños.

A las cinco de la tarde Francisco presidió los oficios de este Viernes Santo en San Pedro. Entró ya revestido con los paramentos litúrgicos rojos y participó en la procesión inicial llevado en silla de ruedas. Inmediatamente se detuvo unos instantes en silencio ante el crucifijo del altar de la confesión, como es tradicional en el Vaticano. Luego, en vez de acercarse él al crucifijo, unos diáconos se lo acercaron para que lo venerara.

El Papa presidió el rito de una hora y media desde un lateral y la ceremonia, rezando algunas oraciones con voz fuerte, y sin rastro del resfriado que le impidió hasta hace poco leer discursos largos.

Más tarde, después de las nueve y cuarto de la noche,  Francisco seguía desde su residencia, Santa Marta el tradicional Vía Crucis en el Coliseo de Roma. Unos quince mil peregrinos tuvieron el privilegio de escuchar en un conmovedor silencio las meditaciones que ha escrito para este día y que el Vaticano ha publicado bajo el título 'En oración con Jesús en el camino de la cruz'.

Se trata del escrito más personal de los que Francisco ha preparado desde que fue elegido Papa. Al hilo de los episodios de la Pasión habla en primera persona y se dirige directamente a Jesús para ponerle delante sus propias dificultades y sus batallas más íntimas, junto a las de toda la Iglesia.

“No nos pides lo imposible, sino que permanezcamos cerca de ti. Y, sin embargo, ¡cuántas veces me he alejado de ti! Cuántas veces, como los discípulos, en lugar de velar, me dormí, cuántas veces no tuve tiempo o ganas de rezar, porque estaba cansado, anestesiado por la comodidad o con el alma adormecida”, comienza el texto. “Cuando las cosas no van bien y me vuelvo intolerante, dame la fuerza para amar y volver a empezar”, implora más adelante.

En la primera estación reconoce su desconcierto ante el silencio de Jesús, que interpreta como oración, mansedumbre, perdón, vía para redimir el mal. “Jesús, me doy cuenta de que apenas te conozco porque conozco poco tu silencio, porque en el frenesí de las prisas y del hacer, absorbido por las cosas, atrapado por el miedo de no mantenerme a flote o por el afán de querer ponerme siempre en el centro, no encuentro tiempo para detenerme y quedarme contigo; para permitirte a ti obrar en silencio», admite. «Jesús, tu silencio me estremece, me enseña que la oración no nace de los labios que se mueven, sino de un corazón que sabe escuchar”, concluye.

En su escrito, el Papa menciona las cruces que encuentran las personas de la calle, una enfermedad, un accidente, la muerte de un ser querido, una decepción amorosa, un hijo que se perdió, la falta de trabajo, una herida interior que no cicatriza, el fracaso de un proyecto, una esperanza más que se malogra, Y, ante estas situaciones, lamenta: “Me encierro en mí mismo, rumiando mentalmente, escarbando en el pasado, quejándome, hundiéndome en el victimismo, paladín de negatividad”.

También habla de las dificultades para ‘pedir ayuda’, ya sea por miedo a dar la impresión de que no estar a la altura de las circunstancias, o porque la preocupación por quedar bien y lucirse. “No es fácil confiar, y menos aún abandonarse”, abunda. Explica que “amar significa socorrer a los demás precisamente en las debilidades de las que se avergüenzan” y pide a Dios ayuda para bajar suss defensas y dejarse amar por Él justo ahí, donde más se avergüenza de sí mismo.

Se lee en clave autobiográfica su mención a la experiencia de ser insultado por parte de quienes emiten juicios y condenas, arrojando sobre ti infamia y desprecio. “Sucede también hoy, Señor; basta un teclado para insultar y publicar condenas”, agrega.

En otra de las meditaciones, pide ayuda para reconocer la grandeza de las mujeres, las que aún hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia. E invita a escapar de la indiferencia “ante la locura de la guerra, ante los rostros de los niños que ya no saben sonreír, ante sus madres que los ven desnutridos y hambrientos sin tener siquiera más lágrimas que derramar». «Sacúdeme por dentro, dame la gracia de llorar rezando y de rezar llorando”, pide a Dios.

Dice que una persona de fe no puede mostrar indiferencia hacia quienes están despojados de dignidad, los cristos humillados por la prepotencia y la injusticia, por las ganancias injustas obtenidas a costa de los demás y ante la indiferencia general. Y se pregunta: “¿Rezo sólo para cubrir mis propias necesidades y revestirme de seguridad?”. Asimismo, alerta de una religiosidad vivida sólo de puertas adentro, “de un culto hecho de convencionalismo y exterioridad, de la convicción de que en la vida todo está bien si yo estoy bien”.

Invita a reconocer y amar a Dios descubriendo el rostro de Cristo crucificado en «los niños no nacidos y aquellos abandonados», en los jóvenes en espera de que alguien oiga su grito de dolor», en «los numerosos ancianos descartados, en los prisioneros y en quien se encuentra solo», y en «los pueblos más explotados y olvidados. Y, frente a la apuesta cristiana de vivir el presente con amor, solicita no perder el tiempo preguntándose qué habría pasado con otras circunstancias vitales: “Si yo hubiera tenido mejores padres, si me hubieran comprendido y amado más, si mi carrera hubiera ido mejor, si no hubiera tenido aquel problema, si tan sólo no sufriera más, si Dios me escuchara”.

El Papa concluye esta extensa meditación presentando a Jesús las familias y las personas que han rezado esta noche desde sus casas; a los ancianos, especialmente a los que están solos; a los enfermos, gemas de la Iglesia que unen sus sufrimientos a los tuyos.

El año pasado tampoco pudo participar, pues acababa de ser dado de alta del hospital, donde le habían tratado una infección pulmonar. Este año, aunque está recuperado de los problemas respiratorios de las últimas semanas, sus médicos le han pedido que no se mueva de casa. Y ha aceptado el consejo.

Catorce peticiones a Dios

El vía crucis escrito por Francisco se cierra con catorce peticiones a Dios, que van desde ser ‘sanados de la amargura y del resentimiento, del prejuicio y de la desconfianza’ hasta aprender a ‘amar y a perdonar, a vencer la intolerancia y la indiferencia, a no quejarse’; pasando por la gracia de ser liberado ‘de juicios temerarios, chismes y palabras violentas y ofensivas’.

Pide también que su oración ‘abrace a los hermanos y hermanas de tantas partes del mundo que sufren persecución’ a causa del nombre Dios; ‘a los que padecen la tragedia de la guerra» y a los que, «sacando fuerzas’ de Él, ‘cargan con pesadas cruces’

Habla de la paz para ‘el mundo’ y de que se proteja «a la Iglesia y a la humanidad». También serenidad en los corazones. ‘Líbrame de juicios temerarios, chismes y palabras violentas y ofensivas’, implora.

Por Javier Martínez-Brocal – ABC Sociedad

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Mundo

Las meditaciones del Papa para el Vía Crucis que rezará este Viernes Santo

El papa Francisco escribió las meditaciones para el tradicional vía crucis de este Viernes Santo. A pocas horas para que se lleve a cabo la celebración en el Coliseo de Roma, el Vaticano publicó las mismas, donde el sumo pontífice plantea un diálogo con Jesús en donde reina "la locura de la guerra" y "la violencia contra las mujeres".

El Vía Crucis del papa Francisco

Está previsto que el papa Francisco presida el Vía Crucis desde la colina del Palatino.

En las catorce estaciones del vía crucis, el Papa establece un diálogo con Jesús donde hay interrogantes, reflexiones y ruegos ante las experiencias que se viven todos los días en la actualidad. En ese sentido, reflexiona con que "la infamia y el desprecio" que sufrió Cristo, es lo que sucede hoy cuando “un teclado basta para insultar y publicar sentencias".Informate más

En el Vía Crucis, el sumo pontífice pone el foco en la violencia contra las mujeres y hace referencia a cuando Jesús se encuentra con las mujeres de Jerusalén. Para Francisco, es la oportunidad de "reconocer la grandeza" de ellas, "las que en Pascua te fueron fieles y no te abandonaron, las que aún hoy siguen siendo descartadas, sufriendo ultrajes y violencia".

También, relaciona este punto con el de la guerra y sostiene: "Si lloramos ante la locura de la guerra, ante los rostros de los niños que ya no saben sonreír, ante sus madres que los ven desnutridos y hambrientos sin tener siquiera más lágrimas que derramar".

Finalmente, el papa Francisco pide que este momento sirva para abrazar a los "hermanos y hermanas de tantas partes del mundo que sufren persecución a causa de tu nombre; a los que padecen la tragedia de la guerra y a los que, sacando fuerzas de ti, cargan con pesadas cruces"..

Vía Crucis: a qué hora es y cómo verlo

El Vía Crucis comenzará a las 21.00 de Italia (16:00hs de Argentina) y está previsto que el Papa lo presida desde la colina del Palatino. El sumo pontífice no estuvo presente en el Vía Crucis del año pasado debido al intenso frio que hacía en Roma y porque se recuperaba de una bronquitis.

El Vía Crucis 2024 del Papa Francisco se puede ver en vivo en la Argentina a través de EWTN:

  • Canales 426 de Cablevisión Digital, HD y Flow
  • Canales 350 de DirecTV

Además, lo transmitirá el canal de YouTube Vatican News.

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