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PANORAMA INCIERTO

16 de agosto de 2022

Cae fuertemente la confianza de los productores: el 86% vislumbra malos tiempos para el campo

Si bien desde mediados de 2021 había comenzado a observarse un incremento lento, pero sostenido, en los indicadores de confianza del productor medidos por el Ag Barometer Austral; la edición de Julio 2022 marca una fuerte caída del 22% con respecto a los datos de mayo pasado. Adicionalmente, se produjo una marcada preocupación de los actores por la situación financiera en los próximos 12 meses: el 86% de productores que vislumbra principalmente malos tiempos para el sector de aquí a 1 año, mientras que en el índice anterior había sido del 59%. Además, se trata de la caída más baja desde que comenzó la encuesta en octubre de 2018.

El pesimismo está relacionado con la percepción de la situación financiera actual y la consideración de que este momento “no es bueno para realizar inversiones importantes”. Los especialistas de la Universidad Austral recuerdan que “de diciembre a junio los precios agropecuarios habían subido fuertemente, y desde esa fecha sufrieron una caída de entre 10% y 20% en dólares”.

El Ag Barometer Austral del Centro de Agronegocios y Alimentos señala que las tensiones internas se ven marcadamente reflejadas en el súbito cambio de rumbo del Gobierno Nacional: “Originalmente, fueron consultados sobre el impacto que tendría para el sector el cambio en el Ministerio de Economía (referido en primera instancia a la salida de Martín Guzmán por Silvina Batakis). Los números evidencian que para el productor esto no tiene gran influencia en su tarea diaria, considerando que dos tercios de los productores no ve impacto a futuro por el cambio de ministro”.

¿Cambiaría en algo esta respuesta con el nuevo rumbo del gobierno al designar a Sergio Massa? «Si bien no puede saberse a partir del relevamiento, a priori todo parecería indicar que las expectativas del sector, en el presente y en el futuro, se definen por fuera de los nombres de coyuntura”, responden los especialistas.

Un punto en el que se mantiene el optimismo es con relación al horizonte de 5 años: “Esto refleja la conciencia de la competitividad de Argentina en los contextos internacionales actuales donde el mundo demandará alimentos y energía. Más allá de las turbulencias crecientes en la coyuntura de corto plazo, el sector sigue confiando en su propio potencial a futuro”, destaca el informe.

RITMO DE VENTA

Con respecto al incremento en la brecha cambiaria, el último índice de confianza refleja que este “no parece ser un factor determinante” que condicione el ritmo de venta de los productores: “El 54% de los productores cree que no tiene gran impacto”.

En cambio, remarcan la existencia de otros factores que sí determinan la espera para vender remanentes de soja de parte de los productores: el 40% menciona la necesidad de pagar gastos (tanto en alquileres como insumos), 26% la incertidumbre económica, 26% la protección contra la inflación y 25% la expectativa de precios más altos. También, un 12% de los productores menciona como factor relevante la falta de alternativas de inversión.

En este sentido, el informe hace mención al dólar soja: “Cabe preguntarse qué efecto tendrá sobre el ritmo de ventas la determinación de un dólar alternativo para la liquidación de exportaciones de soja, siendo que la decisión de vender -o no- estaría más vinculada a aspectos de planificación financiera y expectativas de los productores”.

GASOIL

Uno de los principales rubros que impacta en los costos de los productores está relacionado al precio del gasoil: “No es tanto la disponibilidad el problema, sino los precios. Hay gasoil, pero se consigue a precios mucho más caros que los habituales. Esto indica que potencialmente habrá todavía mayor presión hacia el alza del precio”.

Finalmente, esta edición consultó sobre la percepción respecto a los factores de éxito para la campaña 2022-23, frente a los desafíos de la coyuntura actual. Los productores rankearon actividades en función de la importancia que estiman para lograr el éxito en sus explotaciones, e identificaron la gestión de costos como el factor de mayor importancia.

Esta valoración representa un cambio respecto de los resultados relevados en la Encuesta Nacional de Productores Agropecuarios (desarrollada en el mes de julio de 2021), en la que se había puesto en evidencia un cambio en las estrategias de crecimiento los productores, apuntando a un modelo de negocios de más capital intensivo (inversiones), con operaciones y productos de mayor valor agregado. “Los ‘ruidos’ de la coyuntura actual, han derivado en que el productor vuelva a centrarse en la gestión de costos y la eficiencia productiva agrícola, para garantizar el éxito económico”, concluye el informe del Centro de Agronegocios de la Universidad Austral.

El Centro de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral es una entidad especializada y de alto nivel académico cuya misión es impulsar, desde Rosario, el fortalecimiento de las cadenas de valor agroalimentarias e instituciones relacionadas, como un motor de desarrollo humano, económico y social de largo plazo para la Argentina, a través de la formación y de la investigación aplicada.

Para alcanzar este fin, el CEAg desarrolla cuatro ejes de acción:

  – Una Maestría en Agronegocios.

  – Programas de formación ejecutiva, seminarios y cursos relativos a las temáticas de agronegocios de mayor relevancia.

  – Un Área  de Estudios en Agronegocios y Alimentos  que  impulsa proyectos de investigación aplicada y genera un espacio de reflexión y análisis sobre los principales desafíos a los que se enfrentan los agronegocios.

  – Actividades de extensión, para el desarrollo directivo de las PyME de los sectores agroindustriales.

Fuente Universidad Austral

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NI MUUU: ‘Qué culpa tenemos’

La provincia de Buenos Aires enfrenta múltiples desafíos en áreas como infraestructura y educación, pero un nuevo proyecto de ley que busca gravar las emisiones de gases de efecto invernadero ha generado controversia.

 Según expresaron al unísono las entidades del sector productivo, la iniciativa carece de sustento y no aborda los verdaderos problemas que afectan a los productores locales. Así lo manifestó de forma contundente el presidente de la Confederación de Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) Ignacio Kovarsky a El Campo Hoy. 

"Habiendo tantos temas para solucionar; desde infraestructura, educación, un montón de temas para la provincia de Buenos Aires y bueno, acá al parecer lo único que importa es agarrar cualquier tema para grabar con impuestos y recaudar más y soluciones cero". 

El ruralista también afirmó que el concepto de emisión de gases utilizado en la iniciativa es obsoleto y que el enfoque actual debe ser sobre el equilibrio y el balance en lugar de solo la emisión.

Kovarsky destacó que el sistema ganadero argentino, basado en pastizales extensivos, no solo es neutro en términos de emisiones, sino que también contribuye positivamente al secuestro de carbono. 

"Justamente el sistema ganadero de Argentina con pastizales extensivos y demás, y con muy pocos casos de animales en feedlot, ahí es donde vemos que es justamente no solo neutro, sino positivo la cantidad de captación, secuestro del carbono a través de la fotosíntesis de nuestros pastizales respecto de lo que se emite".

En cuanto a la situación del rodeo bovino en encierres a corral, el experto aclaró que "no es el porcentaje, sino el tiempo" que los animales pasan en pastizales antes de ser llevados a engorde en feedlot. "La vaca de cría eternamente está sobre pastizales, que es la mitad o más de la ganadería argentina". Este enfoque resalta la importancia de considerar el ciclo completo de producción en lugar de centrarse únicamente en las emisiones.

Buenos Aires bajo el agua

Sobre el plan de ayuda anunciado por el gobierno nacional, indicó que se está formando una mesa de trabajo que busca coordinar esfuerzos locales. "Sé que se bajó maquinaria; la Provincia hace un tiempo que había aportado, y Nación estaba bajando maquinaria tanto en 9 de julio, Casar es Bolívar y Bragado, por ejemplo". Sin embargo, subrayó la necesidad de acelerar los procesos y concretar las ayudas reales.

Finalmente, mencionó que se está trabajando en un presupuesto destinado al nodo Bragado, aunque se reconoce que "hace falta más: se deben licitar y ejecutar obras complementarias para mitigar inundaciones, que son un problema cíclico en la región. Hay que ejecutarlo con mayor velocidad. Entendemos que van a llegar más dragas ahora creo que en enero, pero hace falta acelerar eso".

El rechazo de CRA

Desde CRA rechazaron el intento de imponer una “tasa al metano bovino”. En una gacetilla dada a conocer ayer, expresaron que "una diputada impulse cobrar un impuesto por los gases que emiten las vacas no es una discusión ambiental: es otra muestra de la capacidad de daño de dirigentes que, lejos de comprender cómo se produce en Argentina, vuelven a atacar al sector que sostiene al país. Como señaló CARBAP, cobrar por respirar a las vacas no reduce emisiones, reduce producción.

La entidad expresó que la ganadería argentina alimenta al mundo, genera miles de empleos y moviliza economías regionales. "Inventar una Tasa Ambiental sobre el Metano (TAMBA) es simplemente seguir esquilmando al que produce, cargando más impuestos sobre quienes ya enfrentan una de las presiones fiscales más altas del planeta. Y, para colmo, sin aportar ninguna solución técnica seria o viable".

Finalmente sostuvieron que desde CRA van a seguir defendiendo la producción, el trabajo y la gente que todos los días sostiene al país, "frente a políticas que solo buscan frenar, castigar y asfixiar a quienes producen". radio Cadena3

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Hay productores que emiten menos GEI: ¿Quiénes son y cómo lo logran?

Un informe de la Red de Carbono de Aapresid revela los puntos en común entre los manejos de mayor eficiencia ambiental. Además: los cultivos que más emiten y las estrategias de mitigación.

La nueva edición del Informe de la Red de Carbono de Aapresid deja un mensaje contundente: los productores que integran la red generan sistemáticamente menos emisiones de gases de efecto invernadero que la media nacional construida en base a información de monitoreos en más de dos millones de hectáreas en todo el país.

En un escenario global donde la huella climática comienza a definir accesos a mercados, precios y exigencias de trazabilidad, contar con evidencia local que demuestre la performance de los sistemas agrícolas argentinos resulta estratégico.

El Informe 2025 de la Red sintetiza la cuantificación de emisiones GEI y balance de carbono de los suelos sobre más de 700 mil hectáreas distribuidas en 16 zonas agroecológicas. Se cuantificaron las emisiones directas e indirectas generadas tranqueras adentro asociadas al manejo agrícola: uso de combustibles fósiles, fertilización, descomposición de residuos, aplicación de insumos y consumo de energía.

EL dato: cuando se comparan las emisiones por hectárea y tonelada generadas los productores Aapresid y un índice nacional en base a 2 millones de hectáreas se observa una diferencia sistemática y favorable para los primeros en prácticamente todos los cultivos.

“Esta brecha se asocia a manejos más eficientes, fertilización ajustada al diagnóstico, menor cantidad de labores y decisiones agronómicas que permiten sostener mayores niveles de productividad con igual o menor uso de insumos”, explica el Informe.

Emisiones según cultivo: ranking y fuentes

En términos generales, las emisiones por tonelada de rinde varían según el cultivo: el trigo se lleva el primer puesto como el cultivo que más emite, seguido por la cebada.

En cuanto a las fuentes de emisión, también varían según el cultivo: en maíz, trigo y girasol están explicadas mayormente por el manejo de la fertilización nitrogenada, mientras que en soja y legumbres, por las labores y el uso de fitosanitarios.

A medida que el rinde aumenta la intensidad de emisiones disminuye. Así, los sistemas que logran convertir más biomasa con la misma inversión tecnológica emiten menos.

Sin embargo, el Informe aclara que “el incremento del rendimiento no constituye por sí mismo una estrategia de mitigación, sino que la mejora ambiental se logra con mayor eficiencia productiva: buenos diagnósticos, optimización del uso de insumos, manejo adaptado al ambiente, planificación de rotaciones, eficiencia en el manejo de plagas y estabilidad productiva en el tiempo”.

¿Qué pasa con el carbono del suelo?

El análisis se complementa con la evolución del carbono orgánico del suelo, un indicador clave de salud y resiliencia. Si bien los incrementos de carbono son modestos incluso en rotaciones intensificadas, gran parte de los sistemas evaluados muestran estabilidad en los niveles de carbono, lo que confirma la capacidad de la Siembra Directa y de las rotaciones diversas para sostener la fertilidad y la estructura de los suelos en el largo plazo. Las mayores pérdidas se registran en esquemas dominados por monocultivos o por secuencias exclusivamente gramíneas o leguminosas, mientras que los mejores resultados se observan en planteos que combinan cultivos de verano e invierno, incorporan cultivos de servicio y mantienen una cobertura continua del suelo.

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Ruralistas piden por las obras de la cuenca del Salado antes de 2030

La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) lanzó un fuerte reclamo político hacia los gobiernos municipal, provincial y nacional, en medio de una inundación que ya lleva nueve meses y que afecta gravemente al corazón productivo bonaerense.

En un comunicado, CARBAP responsabilizó directamente a las autoridades por la falta de obras y advirtió que la situación evidencia “promesas incumplidas, demoras injustificadas y absoluta falta de voluntad política”.

Según un relevamiento realizado sobre imágenes satelitales del 11 al 13 de noviembre, en la cuenca del río Salado -que abarca unas 17 millones de hectáreas- 2 millones aparecen inundadas o anegadas y 3,8 millones están afectadas de manera tal que quedaron fuera de producción: sin piso, sin caminos transitables y sin posibilidad de ingreso de maquinaria.

La entidad ruralista fijó un objetivo tan claro como urgente: las obras del Plan Maestro del Río Salado deben completarse por completo antes de 2030. Y definió esa meta como “innegociable”.

“No es un slogan ni un deseo. Es una obligación moral, productiva y social”, afirmó CARBAP.

La organización recordó que el plan no exige tecnologías complejas ni obras extraordinarias: “Hablamos de canales, puentes y obras hidráulicas básicas, para las cuales Argentina tiene ingenieros, técnicos y maquinaria. La capacidad existe: lo que falta es decisión política”.

CARBAP también cuestionó el argumento oficial de la falta de recursos. “Frente a quienes repiten ‘no hay plata’, la respuesta es simple: en esta cuenca sí hay plata; la generan los productores y la recaudan los tres niveles del Estado todos los años”.

Por eso, la entidad exigió compromisos públicos y verificables tanto del Gobierno actual como de los futuros gobernantes para garantizar que el plan se ejecute íntegramente.

El comunicado concluye con una advertencia: “Las inundaciones no esperan. La producción no espera. La familia rural, la educación, la salud, la seguridad y el futuro del interior productivo tampoco pueden seguir esperando”.

FUENTE: Noticias Agropecuarias.

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