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VIERNES SANTO

15 de abril de 2022

En el Viernes Santo, el padre Obispo Gabriel nos ofrece tres puntos para reflexionar: 1. La SOBRIEDAD del Viernes Santo 2. Nos salva el AMOR de Cristo 3. La pasión sucede HOY

Viernes Santo – Acción Litúrgica de la Pasión del Señor
Primera lectura: Is 52,13-53-12 | Salmo: Sal 30,2.6.12-13.15-17.25 | Segunda lectura: Heb 4,14-16; 5,7-9 | Evangelio: Jn 18,1-19,42

El Viernes Santo es el único día del año que la liturgia de la Iglesia Católica no celebra la Santa Misa. En este día se conmemora la Pasión del Señor que tiene tres partes principales: la lectura del relato de la Pasión según el Cuarto Evangelio, la adoración de la Santa Cruz y la distribución de la Sagrada Comunión. Esta liturgia es parte del Triduo Pascual y ya nos dispone para la celebración de la Pascua de Cristo que es nuestra Pascua. El relato del Evangelio de Juan nos dispone a celebrar la Pasión en clave de Glorificación: Cristo realmente muere en la Cruz pero resucita venciendo a la muerte de una vez para siempre. A pesar de este tinte de Cruz glorificada no deja de ser un día de silencio.

Los textos bíblicos y de las oraciones litúrgicas poseen una gran riqueza que nos permite entrar humildemente en este misterio de nuestra fe. De los muchos puntos que podríamos tomar en cuenta propongo aquí tres para nuestra meditación que los sintetizo en tres palabras: SOBRIEDAD, AMOR, HOY.

  1. La SOBRIEDAD del Viernes Santo
  2. Nos salva el AMOR de Cristo
  3. La pasión sucede HOY
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  1. La SOBRIEDAD del Viernes Santo

La liturgia de este día es muy SOBRIA. Nos habla del despojo de Cristo en su muerte y muerte de Cruz. Los adornos son SOBRIOS, la luz es reducida, los cantos no son festivos. Toda esta SOBRIEDAD nos hace entrar en el misterio de la muerte de Cristo y en el silencio interior que esto provoca. Podemos decir sin temor a equivocarnos que Dios ha muerto. Sin miedo porque esto es parte del misterio de la redención. La muerte de Cristo nos hace vivir esta conmemoración con SOBRIEDAD y silencio, liberándonos de todo posible aturdimiento para que desde el abismo y la oscuridad de la muerte podamos tomar carrera para llegar con el Señor a la cumbre de la vida en la resurrección.

¿Qué implica para mí hoy la SOBRIEDAD de la conmemoración del Viernes Santo? ¿Dejo que el silencio de este día me estimule a orar, pensar, reflexionar y mirar más serenamente mi interioridad? ¿Soy capaz de valorar los momentos más SOBRIOS de la vivencia de mi fe? ¿O siempre necesito estar exigiéndole a Dios signos grandilocuentes? ¿Qué brota de mi corazón al contemplar la Cruz del Señor?

2. Nos salva el AMOR de Cristo

A la luz de los textos bíblicos y litúrgicos de esta conmemoración queda bien en claro que el sufrimiento de la cruz en sí mismo no es lo que redime. Lo que nos salva es el AMOR de Jesús que obediente hasta la muerte acepta el suplicio de la cruz. Esto es central en nuestra fe y no hay que invertirlo nunca. Es el AMOR lo que dan sentido a la cruz y no al revés. Si no se entiende bien esto corremos el riesgo de tener una imagen deformada del mismo Dios. La cruz de Jesús es un verdadero misterio de la fe, y solo podemos comenzar a acceder a su sentido desde el AMOR y la obediencia a los inescrutables designios del Padre. Jesús por amor entrega su vida. El Jueves Santo lo celebramos con el lavatorio de pies. Hoy lo conmemoramos en su entrega en la Cruz. Mañana lo celebraremos en la Eucaristía, la Santa Cena del Señor que resucita para darnos vida en su nombre. Todo por AMOR.

¿Miro la cruz de Jesús desde la óptica correcta? ¿Puedo tener una mirada «masoquista» de la cruz del Señor? ¿Capto que lo más importante es el AMOR y la obediencia de Jesús a los designios misteriosos del Padre? ¿Me dejo transformar por el AMOR gratuito y generoso del Señor que me salva?

3. La pasión sucede HOY

La cruz de Cristo termina en la resurrección. Son dos caras de una moneda. La una reclama necesariamente a la otra. Para nosotros, como creyentes, la resurrección es la plenitud de la vida que en su perfección máxima solo hallaremos en el Cielo. Pero que ya degustamos imperfectamente en la tierra. Y, en la tierra, nos acompaña siempre la cruz del Señor en el HOY de nuestras vidas. En el dolor, en el sufrimiento, en la enfermedad propia o de las personas que amamos, en las injusticias, en todo tipo de mal padecido… En estas circunstancias quedamos asociados misteriosamente a la cruz de Jesús y podemos decir con propiedad que la pasión sucede HOY. Debemos aprender a vivir con fe esta cercanía y esta identificación. No padezcamos nuestras cruces sin Cristo. Aprendamos a vivir HOY nuestras pequeñas o grandes cruces con el Señor, sabiendo que, misteriosamente, como dice San Pablo, nos asociamos a Él. El texto bíblico del gran Apóstol dice literalmente: “completo en mi carne lo que falta a la pasión de Cristo” (Col 1,24).

¿Cómo me dispongo HOY a asumir las pequeñas o grandes cruces de mi vida? ¿Cuál es mi actitud dominante ante ellas? ¿Busco ofrecerle mis sufrimientos y dolores al Señor? ¿Acepto que estoy invitado a compartir sus padecimientos y completar en nuestra carne su misma pasión? ¿Ayudo a mis hermanos para que puedan integrar sus cruces en la realidad de sus vidas? ¿Qué significa para mí afirmar que la pasión sucede HOY?

+Mons. Gabriel Mestre
Obispo de Mar del Plata
Argentina

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FASTA otorga el título de Doctor Honoris Causa a José María del Corral

El profesor del Corral es fundador y actual director mundial de Scholas Occurrentes. Ha dedicado su vida a la educación y la integración social a través de esta institución, que tiene presencia en más de 190 países de los 5 continentes, conectando a escuelas y redes educativas de todas las culturas y religiones. Su labor ha sido fundamental en la promoción de la paz, el entendimiento mutuo y la inclusión de los jóvenes en la sociedad global.

Fundó el proyecto interreligioso “Escuela de Vecinos” para transformar la educación integrando alumnos de diferentes credos y niveles sociales. Fue presidente del consejo general de educación del Arzobispado de Buenos Aires bajo Jorge Bergoglio y dirigió el programa Buenos Aires, “Ciudad Educativa”.

Además, su liderazgo ha inspirado numerosos proyectos de innovación educativa que buscan transformar la educación y adaptarla a los desafíos del siglo XXI. Ha recibido premios de UNICEF, el Pacto Global de Naciones Unidas, y otros.

Durante la misa de inauguración del pontificado del Papa Francisco en 2013, fue convocado para lanzar Scholas Occurrentes internacionalmente, una organización presente en los cinco continentes con más de 450 mil escuelas y redes educativas.

Honoris Causa

La locución “honoris causa” proviene del latín y significa literalmente “por causa del honor” o “a razón del honor”. El Doctorado Honoris Causa es un título que pueden otorgar principalmente las universidades a personalidades destacadas en determinada rama de la investigación.

El título honoris causa es un honor simbólico que destaca la excelencia y el impacto de una persona en su campo, y es una forma en que las instituciones académicas reconocen y celebran a individuos que han hecho contribuciones significativas a la sociedad o a su disciplina.

A todo esto, el Concejo Deliberante otorgará un reconocimiento a José María del Corral, destacándolo como Visitante Notable de la ciudad de Mar del Plata, y reconociendo el Compromiso Educativo y Social de Scholas Occurrentes en la ciudad. La ceremonia tendrá lugar el próximo martes 13 de agosto a las 14:00 horas en el edificio del Concejo Deliberante, ubicado en Hipólito Yrigoyen 1627.

Del Corral recibirá la distinción hoy lunes 12 de agosto a las 18.30, en el Auditorio Emilio Botín de la Universidad Fasta, ubicado en Avellaneda 3341 de esta ciudad

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Portada digital del día 12/8/2024

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