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‘Vuelvo con Tuti’
13 de octubre de 2021
Yésica Yolanda Bopp es una mujer resiliente. Siempre lo fue. Desde adolescente, cuando tuvo claro que no le “atraía jugar con muñecas” y quiso arrancar con el boxeo, a los 16 años, en una época donde había muy pocas mujeres boxeadoras dentro de un deporte eminentemente machista. A los 24 ya era campeona del mundo y hoy, a los 37, ya está en el Libro Guinness como la boxeadora con mayor permanencia de un título mundial (desde 2008 a hoy, 12 años y siete meses). Pero, claro, es habitual que en su vida –y en su carrera- se presenten contratiempos que deba superar. Hace meses tuvo uno que la golpeó y cambió su realidad, como fue la cancelación del Preolímpico de boxeo y, por ende, de su sueño olímpico. Y ahora, hace 25 días, sumó la segunda derrota de su trayectoria (36-2, con 16 nocauts). En su primera pelea en casi dos años y medio, perdió en Misiones con la santafesina Juliana Basualdo. Justo cuando está a días de defender su cetro minimosca de la AMB, en Colombia.
Pero ella, como siempre, mantiene su temple. “Lo del Preolímpico fue un golpe, tenía mucha ilusión de estar en Tokio y traer una medalla para nuestro país. Pero la derrota de septiembre no, porque es parte del proceso, de volver al ring, para retomar el ritmo, luego de mucho tiempo sin pelear. Mi objetivo está en el 22, en retener el título en la velada íntegramente de boxeo femenino que se hará por segunda vez en la historia”, cuenta quien enfrentará a la venezolana Johana Zuniga. Pero la Tuti, además, no deja de ser esa mujer “que quiere ser más que una boxeadora”. Madre, psicóloga social, entrenadora y permanente en el trabajo solidario, en esta nota cuenta cómo sigue su vida fuera del ring…
-Volviste y perdiste, pero no se te nota preocupada. Al contrario.
-No, primero porque lo tomé más como un regreso al ring y segundo porque volví en una categoría que no era la mía, dando ventajas de peso (NdeR: calcula que peleó con 4 kilos menos que su rival), contra una boxeadora de brazos más largos y en un combate a seis rounds cuando yo estoy acostumbrada a ir a 10. Todo lo teníamos en cuenta, podía pasar, pero la prioridad era hacer una pelea previa antes de ir por el título.
-Siempre se aprende de las derrotas, ¿qué aprendiste en este caso?
-Tal cual, es así. Aprendí que, a mi edad, tengo que darle más importancia a los dolores, a la recuperación… A veces creo que todo lo puedo, que cuando caliento todo se pasa, y no es así. Ahora sufrí por una fascitis plantar, peleé infiltrada y durante la pelea me agarró un tirón que no me dejaba pisar bien. Y yo, que soy un 80% piernas, me vi limitada. No quiero que me vuelva a pasar, por suerte ya estoy entrenando sin dolores.
-¿Cómo te afectó la cancelación del Preolímpico?
-Y, fue un golpe duro, porque tenía mucha ilusión de ser olímpica, de vivir esa experiencia, de traer una medalla para el país… Era la gloria poder estar en el primer Juego con boxeo femenino, yo había apostado a eso. Hacía meses que había cambiado la forma de entrenar, porque una cosa es el boxeo profesional y otro el amateur. En el segundo se necesita mucha cantidad de golpes sin fuerza, tal vez al revés de lo que yo estaba acostumbrada. Tuvimos mucho tiempo entrenando, incluso concentrando en el Cenard, y cuando se cayó el sueño, tuve que reacomodar todo, volver al ámbito profesional, retomar ese tipo de entrenamiento…
-¿Cómo llegás entonces para defender el título?
-Primero muy ilusionada porque volveremos a vivir una velada totalmente de boxeo femenino, como pasó en La Guaira (Venezuela) en 2016. Ahora serán cinco o seis peleas profesionales en Colombia. Y en lo físico estoy bien, ya sin dolores, y afinando todo para llegar bien al peso, en mi categoría (hasta 49 kilos). Nada puede fallar. Toda las ganas, toda la bronca, se la va a llevar de regalo la boxeadora venezolana (se ríe). Vuelvo con Tuti (se ríe más fuerte).
-¿Con qué sueño?
-Sigo queriendo tener mi chance en Las Vegas.
-Y fuera del ring, ¿cómo sigue tu vida?
-Acompañando a mi marido, el Cuervo Silva, que ganó en septiembre, retuvo el título y ahora va por el récord argentino, siendo mamá de mi nena cada día más grande (Ariadna, de 6 años) y reabriendo mi gimnasio en el club El Progreso en Sarandí. No estoy ejerciendo de psicóloga social pero sí sigo metida en charlas de liderazgo y ahora estoy comenzando un nuevo proyecto solidario con la Huella Saint-Gobain, este programa que ya lleva 11 años ayudando a lugares carenciados y yo estoy desde 2015.
-¿Qué lugar elegiste ahora?
-Es un hogar transitorio para chicos y chicas (hasta 17 años) en situaciones de emergencia, que tiene como objetivos dar contención, escuchar las problemáticas de adolescentes que están lejos de sus casas, y buscar opciones de una revinculación familiar y social. Fuimos a entregar materiales de la empresa para mejorar toda la parte exterior del edificio y asistimos a la capacitación de las personas que lo van a hacer, que es otro aporte del programa. No sólo la donación sino también el enseñar, dejar una huella de esa forma. Parece menor pero poner más lindo un lugar así es importante para quienes viven, aunque sea temporalmente.
-Y con qué te encontraste en el lugar, a ustedes los embajadores les gusta interactuar con la gente, conocer realidades.
-Sí, siempre te pasa algo especial cuando vas a alguno de los lugares que elegimos cada año para ayudar y pasa que seguís conectado. Me pasa a mí, con el gimnasio de boxeo que refaccionamos en Concordia y otro en La Plata. Continuamos en contacto para seguir ayudando. Y acá, en este centro, me pasó con me encontré con dos chicos de 14 y 15 años que practican boxeo y me conmovió. Estuve charlando con ellos, trajeron sus guantes, hicimos una foto y les di algunos consejos. También me puse a disposición del lugar para hacer ahí una escuelita de boxeo.
-¿Qué es lo principal que les transmitiste?
-Que si quieren ser exitosos, se tienen que enfocar en hacer lo que mejor que puedan, dar todo buscando la mejor versión y no quedarse a mitad de camino. Lo importante es tener una pasión, hacer algo que te gusta y darlo todo, porque si en la vida no encontrás un sueño, una meta, podés terminar en el peor camino… Le comenté a la encargada del lugar sobre la importancia de canalizar a través del deporte, sobre todo en chicos y chicas que ya, a temprana edad, han tenido problemas familiares. El deporte te permite canalizar mucho, te motiva, te lleva a otra vida, a un trayecto de objetivos y cuidados, en lo físico, en la alimentación, en los descansos… El deporte te organiza y te da un motivo para el día a día. Lo he visto mucho en el boxeo y me gusta mucho transmitirlo.

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PSG se consagró campeón de la Copa Intercontinental 2025
PSG y Flamengo empataron 1-1 y en la tanda de penales se lució el arquero ruso Matvey Safonov atajando cuatro disparon para que su equipo se consagre campeón de la Copa Intercontinental 2025 por un escueto 2-1. El gol del conjunto parisino lo marcó Khvicha Kvaratskhelia y lo igualó Jorginho en el complemento.
Con una enorme convocatoria en en el Estadio Áhmad bin Ali en Qatar, los de Luis Enrique levantaron un nuevo trofeo y lograron el sextete en 2025.
El encuentro comenzó con ambos equipos estudiándose, pero sin lastimarse en lo más mínimo.Los dos mostraron su típica presión alta y constantes salidas jugando desde abajo, pero en esto el Mengao lo hacía de una forma más arriesgada.
Debido a esto y desde una mal posicionamiento, Fabián Ruíz había marcado el 1-0 a los 11 minutos, pero el VAR lo anuló.
PSG continuó creciendo con el correr de los minutos y una jugada aislada por derecha, culminó con un centro de Joan Neves que Agustín Rossi no pudo despejarla y Kvaratskhelia la mandó adentro para el 1-0 a los 38 minutos.
En el complemento el conjunto de Felipe Luis salió con otra actitud y empezó a inquietar a los campeones de la última Champions League.
En uno de sus embates, Marquinhos le cometió un infantil penal a Giorgian De Arrascaeta y Joginho lo cambió por gol a los 62 minutos.
El tramo final de los 90 minutos fue dominado, en parte, por Gonzalo Plata que empezó a ser un factor en ataque, pero su equipo no pudo culminar ninguna jugada.
En la última jugada del partido Marquinhos tuvo la victoria, pero su disparo no salió hacia el arco y le quedó a Rossi que estaba lejos de los tres palos.
El primer tiempo del alargue fue íntegro del PSG ante un Flamengo que se quedó sin pierdas, pero que encontró en su arquero las respuestas para mantenerse en partido.
El segundo tiempo extra continuó con la misma tónica con los de Luis Enrique siendo los amplios dominadores.
Las constantes fallas de los delanteros del equipo francés en el último tercio de la cancha hicieron que todo se definiera en los penales.
En los disparos desde los doce pasos Safonov se los atajó a Saúl Ñíguez, Pedro, Leo Pereira y Luiz Araújo. El único que le marcó fue Nicolás de la Cruz.
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Horacio Zeballos es campeón del mundo de dobles
Este miércoles, la Federación Internacional de Tenis (ITF) proclamó al marplatense Horacio Zeballos y el español nacido en Barcelona, Marcel Granollers Campeones del Mundo de dobles masculino. Nunca antes tenistas de Argentina y España habían recibido esta tan prestigiosa distinción.
Durante el 2025, Zeballos y Granollers ganaron sus dos primeros títulos de Grand Slam, triunfando en Roland Garros y el Abierto de los Estados Unidos. Además, la pareja obtuvo otros tres títulos en el ATP Tour (Bucarest, Madrid y Basilea) y alcanzó las semifinales de Wimbledon.

Este reconocimiento le llega a Zeballos -nacido en Mar del Plata- a los 40 años y con 22 como tenista profesional. El catalán Marcel Granollers no le va en saga, en abril cumplirá 40 y también es profesional desde el 2003.
La ITF también consagró Campeones del 2025 en singles a la bielorrusa Aryna Sabalenka y al italiano Jannik Sinner, mientras que en dobles femeninos las italianas Sara Errani y Jasmine Paolini repitieron la distinción del año pasado.
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Thiago Passeri se consagró subcampeón mundial Sub-16 en Perú
Thiago Passeri se consagró subcampeón Sub-16 en el Mundial Junior de Surf 2025, y repitió presencia en el podio tras el bronce conseguido en 2024 y se consolidó como la nueva figura del surf argentino.
Desde la costa de Mar del Plata hasta las olas de Perú, la historia de Thiago se escribe con determinación y disciplina. Hijo del legendario Martín Passeri, el multicampeón nacional y referente del surf argentino, Thiago no se limita a heredar un apellido: lo hace propio, sumando esfuerzo, constancia y madurez a cada maniobra.
“Tal vez sea todo demasiado rápido, quizás inesperado, por enfrentarme a gente más grande, con más experiencia. Pero lo disfruto y aprendo, y me motivo”, confesó, lejos de cualquier queja, con la tranquilidad de quien sabe que el resultado es apenas un reflejo de un proceso.
El torneo en Punta Rocas fue un desafío de principio a fin. En la final compartió la batería decisiva con dos australianos y un brasileño. Comenzó relegado, pero reaccionó con olas que rozaron la perfección, alcanzando un puntaje de 16,57 y quedando apenas detrás del australiano Ocean Lancaster. Un resultado que, más que un premio, confirmó su camino: un joven que no sólo compite, sino que aprende, se supera y mantiene la calma en el epicentro de la competencia mundial.
Desde sus primeros pasos en el surf a los 12 años, Thiago ha seguido un recorrido de crecimiento constante. En 2024 compitió en nueve países, tomó 26 aviones, participó en 21 torneos, alcanzando 24 finales y 16 primeros puestos. Cada viaje, cada entrenamiento y cada caída fueron asumidos como parte de un aprendizaje que combina pasión y responsabilidad. Junto a su padre y entrenador, Martín, Thiago ha construido una relación que trasciende la técnica: “Yo estoy para guiarlo y ayudarlo a levantarse cuando se caiga. Thiago entiende esta relación”, explicó Martín, y Thiago confirmó: “No siento presiones por quién fue mi papá. Al contrario, es un faro”.

El surf de Thiago combina potencia, control y lectura de la ola. Desde Mar del Plata hasta Punta Rocas, sus movimientos reflejan instinto, inteligencia y un trabajo minucioso. Cada maniobra es parte de un proceso que incluye psicólogo, nutricionista, movilidad y prevención de lesiones: un adolescente que vive como profesional, con la madurez de quien sabe que el éxito llega de la constancia, no de la casualidad.
El vínculo con su ciudad natal también pesa en su formación: Mar del Plata no es solo su cuna, es la base de una identidad que se refleja en la calma con la que encara cada competencia. Allí están sus amigos, su familia y la memoria de un padre que abrió puertas al profesionalismo argentino, dejando una huella imborrable. Thiago, con cada ola, honra esa historia y proyecta la propia.

Su rendimiento internacional y su compromiso ya despertaron la atención de marcas y referentes: Quiksilver y DC Shoes lo acompañan desde los nueve años, confiando en su talento y en la guía de Martín. Cada viaje, cada torneo, cada medalla es una pieza más de un rompecabezas que tiene un objetivo: llegar al Championship Tour, al circuito profesional donde compiten los 34 mejores del mundo, y más allá, representar a Argentina en Los Ángeles 2028, cuando el surf será olímpico.
Pero más allá de proyecciones y récords, Thiago muestra algo que trasciende el deporte: humildad, madurez y disfrute del momento. Cada abrazo con su padre, cada ola dominada, cada podio alcanzado son reflejos de un camino que comenzó en las playas de Mar del Plata y que, ahora, lo proyecta hacia el mundo. La medalla de plata en Punta Rocas no es solo un logro: es la confirmación de una saga familiar, de un joven que respeta la herencia y al mismo tiempo escribe su propia historia.

Thiago Passeri no es solo un surfista. Es un hijo de Mar del Plata que cabalga olas, desafíos y sueños, un adolescente que ha aprendido que el talento se combina con disciplina y que la grandeza llega con esfuerzo, paciencia y pasión. Cada campeonato, cada viaje y cada ola superada no son finales, sino capítulos de un relato que recién comienza, y que promete brillar con la fuerza de un mar inagotable. DIB

