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Sociedad

Jugarse la vida en la montaña

7 de septiembre de 2021

“Algunas personas rezan por la victoria.

Algunas rezan por la paz.

Algunas rezan por tiempo extra.

Algunas rezan por una dulce liberación.

Algunas rezan por salud y felicidad.

Otras por riquezas y renombre.

Pero nada de esto importará mucho…si las aguas no caen…”

La balada Rezando por la lluvia, endulzada por la voz de Don Henley, ubica las cosas en perspectiva, deslizando cómo lo realmente primordial no es en lo primero que pensamos cuando pedimos un deseo. Así en el campo como en la montaña, esta canción podría resumir lo que sintieron miles de personas en el sur argentino durante semanas, porque el agua en la ciudad es la nieve en la montaña y en este invierno tan difícil, en el que durante casi tres meses el clima dio la espalda a lo que muchos necesitan, generó una preocupación popular, sobre todo en las ciudades -con cerros- que viven del turismo. Porque si no hay nieve, no hay temporada, y entonces no hay trabajo ni dinero. El clima condiciona hasta los humores, sobre todo en estos tiempos de una pandemia que tanto nos han golpeado… Pero, claro, todo cambia cuando el pronóstico se modifica. Y, de repente, la Madre Naturaleza regala y la paciencia tiene recompensa. Cuando ya nadie espera, ni el más conocedor de los locales, la nevada cae. Uno, dos, tres días. Con fuerza. El manto blanco cubre las montañas y las laderas se llenan de gente. Entonces, la tristeza y preocupación dan paso a la motivación y la felicidad..

Natalucci es crack en obstáculo: como salir volando de un refugio abandonado en el medio de la montaña.

En San Martín de los Andes, puntualmente en las cabañas de Jorge Belardi, rider histórico (47 años) del snowboard argentino, hay saltos y gritos. Los celulares filman la nevada detrás del vidrio y la ansiedad invade la intimidad. El team de las marcas Quiksilver, Roxy y DC prepara todo para el otro día subir con todo al cerro. Está Iñaki Odriozola (25), snowboarder de nivel internacional y avezado habitante de la alta montaña. También Fernando Natalucci (39), quien combina la creatividad sobre la tabla y la experiencia de tantos inviernos por el mundo. Y, como en el 2020, se sumó Jenny Somweber (36), hija de padre austríaco que dejó a su esposo e hijo para un nuevo desafío hacia lugares tal vez no desconocidos pero sí impredecibles, como varios rincones de la montaña. Todo con la idea de compartir momentos en equipo y disfrutar conjuntamente de la pasión que les cruza la vida. No están solos: cinco personas más integran la delegación de invierno, con el fotógrafo Julián Lausi y el filmer Martín Campi como los obreros de lujo del grupo.

“La experiencia fue muy enriquecedora. Todos los miembros del team son muy profesionales y eso hace que todo sea fluido. La buena predisposición y la energía de unión en el grupo se sintió desde nuestro encuentro”, inicia Jenny. “Disfrutamos mucho el haber podido hacer el viaje pese a todo los obstáculos y compartirlo con un colectivo hermoso de personas. Venía siendo una temporada de poca nieve y pensamos que el tour no se haría. Pero de repente, de un día para el otro, las condiciones se pusieron muy buenas”, comparte Fernando. “Sí, apareció una tormenta increíble: pasamos de no tener nada de nieve, de estar suplicando al cielo que nos regale unos copos, a estar cubiertos y ver cómo nos podríamos trasladar. Así de mágico resultó el cambio”, agrega Somweber.

Claro, uno propone y el clima dispone. Ellos más que nadie saben que están a merced de las inclemencias y que hay que adaptarse. Por eso, cuando el panorama cambió, el Team tuvo que ir por vehículos que estuvieran a la altura de esos terrenos y esa condición -las camionetas Ford: Bronco y Ranger-. Y, de ahí, al Cerro Chapelco. Una forma de decir, porque los riders profesionales se mueven en los fuera de pista. Donde terminan los medios de elevación, ellos siguen subiendo. El famoso backcountry, el patio de atrás de la montaña. Pero, como siempre, “la Naturaleza dicta su ritmo y nosotros somos simples espectadores. Se aprovecha sólo cuando el clima lo permite”. Los primeros días, mientras la nieve caía incesantemente en San Martín, el team aprovechó el bosque y algunos obstáculos de street, como barandas y rampas, para hacer maniobras y trucos divertidos. Y cuando el manto blanco se había formado, ya en La Angostura, el equipo decidió jugarse y subir hasta el Cerro Inacayal, buscando una bajada en nieve virgen.

Crédito Martín Campi.

Ya arriba, tras horas de caminata,  cuando todos estaban listos para tirarse, una nube grande se instaló, nunca se fue y una tormenta amenazó al grupo, que tuvo que recurrir nuevamente a la filosofía paciente de montaña  para mantener la calma y la positividad. “Por unos segundos sentimos la frustración, pero enseguida entendimos que la montaña es así de cambiante y rápidamente hay que adaptarse a lo que propone”, reconoce Jenny. La visibilidad pasó a ser prácticamente nula y cuando parte del team prendió las alarmas, sintió inseguridad y hasta miedo en un terreno pedregoso, con vientos, hielo y nieve, los profesionales mostraron su temple y experiencia. “Yo, en esas condiciones, siempre y cuando sepa que estoy en lugar seguro, tengo un plan y cuento con todos los elementos de seguridad (sonda, pala y arva), me siento seguro. Es más, a veces me gusta, me motiva que la montaña me cague un poco a palos”, admite Natalucci, quien es capaz de subir 2000 metros, con nieve onda, en una hora cuando a un mortal le llevaría el triple de tiempo.

“Siguiendo los pasos de subida hacia abajo no sentí miedo ni inseguridad ya que varias veces pasa en la montaña: de pronto no se ve nada y hay que mantener la calma y seguir la intuición para bajar de la mejor forma”, cuenta Somweber. Claro, sólo con ellos no se corre el riesgo. El fuera de pista no es para cualquiera. Hay que conocer el terreno, dónde vas a dar tu próximo paso porque un accidente o una avalancha puede hacerte perder la vida a apenas metros del último puesto de control. “Es como leer un Brayle, sobre todo luego de una primera gran nevada. Tenés que ver cómo sopló el viento la noche anterior, dónde la nieve quedó acartonada o se cortó una placa por un cambio de temperatura, porque debajo de la nieve pueda haber una piedra o un tronco… Ellos los ubican, mientras vos sólo ves un manto blanco. Esa experiencia se consigue con años bajando la montaña, compartiendo con colegas y participando en rescate de personas. Ellos son bichos de montaña, esos lugares no son para un amateur”, cuenta Juan Cruz Lanzinetti, director de logística de la misión.

“Hay que saber leer la montaña y tomar las mejores decisiones, sobre todo tras una nevada así. El panorama es tentador, pero a veces el fuera de pista no es la mejor opción, porque la nieve polvo está, pero sin una base sólida. Por eso arrancamos haciendo cositas en lugares más seguros y luego fuimos a buscar más”, explica Natalucci. “A la montaña abierta no salís con cualquiera. Porque tu vida puede estar en manos de ellos, o al revés. Así se forma un vínculo fuerte y genuino. Una comunidad”, agrega Lausi, el fotógrafo. “El espíritu de solidaridad es grande. Comparten conocimientos, te cuentan cosas y ayudan, siempre”, cierra Lanzinetti.

Tras seis días juntos en la montaña, cada uno repasa las sensaciones. “El poder hacer la travesía pese a todo, el reencontrarnos y el trabajar juntos, compartiendo la misma pasión, hizo muy especial este trip”, opina Natalucci, quien tiene una combinación de alegría, carisma y tranquilidad que lo hacen distinto. “Yo siento la misma pasión que el día que conocí la montaña, por eso subo en todas las condiciones y disfruto de cada estilo de snowboard, el freestyle, el freeride y el street, sea con profesionales, amigos o mi hijo. Cuando me pongo la tabla me conecto con el presente y soy otro…”, relata. Jenny lo escucha y amplía esa filosofía de montaña que cautiva. “Caminar horas para hacer una bajada de segundos es parte de nuestra pasión, de nuestra búsqueda a esos instantes gloriosos, pero a medida que pasa el tiempo te das cuenta que esa subida se transforma también en goce, es el sudor de un premio gigante, parte de la aventura, el disfrutar el camino tanto como el destino, y a medida que te alejas más del centro de ski, de los ruidos y la gente se siente cada vez más esa unión con la montaña que te envuelven de armonía, esa que te hace vivir instantes plenos de presencia absoluta…”, agrega.

Los riders no son los únicos. Los obreros del team, enamorados también de la montaña y su filosofía de vida, disfrutan a su manera. “Yo nací, me crié y vivo en Buenos Aires, pero cuando descubrí la montaña, me hice adicto al snowboard. Entonces busqué la forma de pertenecer a este mundo. Lo logré con la fotografía y eso me cambió la vida en estos 25 años. Me convertí en una persona más respetuosa y humilde. Porque si a la montaña no la respetás, terminás mal… Yo me pegué un palazo contra un árbol en el 2000, bajando más fuerte de lo que debía por un bosque, y me destruí la rodilla. Hoy tengo cuatro tornillos, pero aprendí. Siendo humilde y paciente evitás problemas y en la ciudad a veces no podés, es al revés, seguís a mil… También aprendí a valorar el concepto de amistad, de grupo, de equipo, porque si bien las bajadas son individuales, las operaciones son en equipo y uno debe ponerse en segundo lugar. Todas estas enseñanzas y cambios me sirvieron en otros ámbitos”, se sincera. En la montaña, Lausi encontró otra profundidad, otra vida. “Sensaciones de plenitud que te llenan el alma, como deslizarse sobre nieve onda, que sacan lo mejor de vos. Acá encontré un diferencial, desaceleré mi personalidad y soy feliz. Y encontré, en la fotografía, mi mejor versión, una forma de pertenecer a un grupo e inmortalizar instantes únicos. Con mi cámara congelo momentos de felicidad y aprendizaje. Así disfruto”, cierra.


Cada uno a su manera. Siendo profesionales pero con espíritu amateur.

Sociedad

Cayó un helicóptero en una cancha de tenis en Palermo

Un helicóptero se precipitó este jueves a la noche sobre las canchas de tenis del Parque Manuel Belgrano (ex KDT), ubicado en el barrio porteño de Patermo y los tres ocupantes resultaron heridos.

Fuentes policiales revelaron a Noticias Argentinas que se trata de dos hombres y una mujer, que están “fuera de la aeronave, conscientes y con vida”, al tiempo que “son asistidos por personal de Bomberos y del SAME”.

De acuerdo a lo informado por los voceros policiales en el lugar, el helicóptero se precipitó “a raíz de un desperfecto técnico sobre las canchas de tenis del ex circuito KDT”, ubicado en Avenida Salguero al 3700.

Los ocupantes de la aeronave, dos hombres y una mujer, fueron asistidos y trasladados por el personal de Bomberos de la Ciudad y del SAME para luego ser trasladados al Hospital Fernández.

“Los ocupantes salieron de la aeronave por sus propios medios y la situación se encontraba controlada”, precisaron las fuentes consultadas.

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Sociedad

POR LA INCLUSIÓN

Cada 3 de diciembre, el mundo conmemora el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una jornada que invita a reflexionar y a reafirmar el compromiso con la dignidad, los derechos y el bienestar de todas las personas. Para la Obra Don Orione, presente en 34 países en el mundo, esta conmemoración es un motivo central, ya que el trabajo con las personas con discapacidad ha sido, desde siempre, la esencia de su carisma, su identidad y su día a día.

Los Pequeños Cottolengos materializan el deseo y el apostolado de San Luis Orione, quien los concibió como un auténtico proyecto de inclusión social, con la profunda convicción de que no podía haber personas desechables, ni vidas sobrantes. Tal como lo anhelaba el Apóstol de la Caridad, cada Pequeño Cottolengo aspira ser un “faro de civilización”, luz testimonial en la construcción de un mundo más justo e incluyente.

Este año en que celebramos los 90 años del inicio de la creación de Pequeños Cottolengos en Argentina, Paraguay y Uruguay, la Familia Orionita continúa trabajando incansablemente para brindar, siempre en un espíritu de familia, las mejores posibilidades de promoción y desarrollo para cada uno de sus residentes.

Para estar a la cabeza de los tiempos: Del asistencialismo a los derechos.

Históricamente, el modelo asistencial fue el que más se desarrolló en el trabajo con las personas con discapacidad. Este enfoque de protección parte de la base de que el otro requiere ayuda constante, sin necesariamente preguntarle cómo, dónde o de qué manera desea recibirla.

Sin embargo, en 2006, la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas (suscripta por Argentina en 2007 y refrendada por la Ley 23.678 en 2008) marcó un cambio de enfoque fundamental: pasar de la protección y la asistencia al reconocimiento de los derechos plenos de las personas con discapacidad. Este nuevo paradigma plantea que, en lugar de asistencia, se deben brindar apoyos, y que estos deben ser definidos por las propias personas con discapacidad. Es el salto definitivo hacia un modelo inclusivo.

En este pasaje del modelo asistencial-protectivo al modelo de inclusión social, la Obra Don Orione viene dando pasos significativos para transformar su trabajo institucional:

  • Readecuación edilicia y de equipamiento: Una tarea costosa, pero necesaria para garantizar la accesibilidad.
  • Conformación de equipos profesionales: Necesarios para aplicar el nuevo enfoque.
  • Reformulación de la tarea cotidiana: Cambiando formas de hacer y pensar arraigadas en una larga historia.

Hace tiempo se inició un largo proceso para estar “a la cabeza de los tiempos”, tal como decía Don Orione. Este camino implicó la categorización de las tareas, la elaboración de programas integrados y la puesta en marcha de una migración ardua: del asistencialismo a un modelo orientado a la rehabilitación, la inserción social y la promoción humana de los residentes.

Un camino de caridad, respeto e inclusión

Estos cambios se tradujeron en una mejor calidad de vida para los residentes. Un ejemplo claro es que cada persona pasó a tener una o varias ocupaciones. A través de estas actividades, estimuladas por los orientadores, no solo se fomenta el desarrollo individual, sino que se reduce la cantidad de problemas de diversa índole. La profesionalización de la tarea y el trabajo conjunto en los Equipos de Conducción han enriquecido la toma de decisiones, poniendo los talentos personales al servicio del residente.

Un acento especial se ha puesto en la inclusión y la integración social, promoviendo talleres, programas y salidas que -en la medida de lo posible- hagan que los residentes de los Cottolengos se integren en actividades y grupos con la comunidad en la que se encuentran.

“Socialmente existe un impacto muy favorable -destaca una de las terapístas de Don Orione- porque mucha gente tiene la idea que los Cottolengos son sitios aislados, oscuros, feos. Cuando ven a nuestros residentes participando activamente, a la gente le cambia la mirada y ve que las personas que viven en el Cottolengo son su prójimo, que se puede integrar y participar.”

La Familia Orionita celebra el camino emprendido y mira hacia el futuro, donde los próximos pasos incluyen:

  • Consolidar los Equipos de Conducción y el trabajo profesional.
  • Transitar hacia una reformulación de los servicios, a la luz de los nuevos paradigmas.
  • Conformar hogares para personas de alta dependencia, lo que permitirá trabajar diferencialmente con quienes pueden desarrollar mayor autonomía.
  • Desarrollar modelos de “viviendas asistidas” para que las personas con mayores posibilidades de promoción e inclusión puedan, alguna vez, egresar del Cottolengo.

Es un trabajo que ya ha comenzado y que requerirá esfuerzo, pero así también el Pequeño Cottolengo soñado por Don Orione seguirá siendo un “faro de civilización”.

Principios Clave de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

La Obra Don Orione se guía por los principios de la Convención, entre los que se destacan:

  • El respeto de la dignidad inherente y la autonomía individual.
  • La no discriminación.
  • La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad.
  • El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad humana.
  • La igualdad de oportunidades y la accesibilidad.

“La Puerta del Pequeño Cottolengo Argentino 
no preguntará a quien la cruce si tiene un nombre, 
sino solamente si tiene un dolor” 
San Luis Orione

Prensa Don Orione

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Sociedad

Alarma: 6 de cada 10 chicos están expuestos al juego online

El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina presentó los resultados de un estudio sobre apuestas online y adolescencia con el objetivo de conocer cómo son sus hábitos de consumo en esta temática. Para llevarlo adelante, se realizaron 11.421 encuestas a adolescentes entre 13 y 18 años en todo el país. Además, el área de Juventud de la organización está desarrollando una caja de herramientas práctica y accesible para que las y los adolescentes cuenten con recursos concretos que les permitan informarse, cuidarse y fortalecer su bienestar.

“Desde el Observatorio Humanitario impulsamos investigaciones que nos permitan comprender mejor la realidad y fortalecer nuestra acción humanitaria. Los datos que arroja la investigación muestran claramente el riesgo al que están expuestos niños y niñas de 13 a 18 años. El uso de billeteras digitales y publicidad permanente son las principales puertas de ingreso a las apuestas online, sin distinguir plataformas legales a ilegales. El 75% de los y las adolescentes que entrevistamos pide controles más estrictos sobre plataformas”, señaló José Scioli, Director del Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina 

Cruz Roja Argentina acompaña a jóvenes de todo el país a través de programas orientados a su desarrollo integral y a la promoción de la salud física y mental, siempre desde un enfoque de cuidado, sin juicio ni estigma. En el último tiempo, docentes, familias y las propias juventudes expresaron su preocupación por el avance de esta problemática. 

En esta línea, Luciana Marino, Coordinadora de Juventud agregó: “Estos resultados nos dan información muy valiosa para acompañar mejor a las y los jóvenes. Estamos impulsando talleres y espacios de prevención entre pares, que promueven la reflexión y el cuidado. También estamos elaborando materiales para familias y escuelas, porque creemos en redes de apoyo que realmente escuchen y acompañen”. 

Principales hallazgos

  • Alta exposición al fenómeno: 6 de cada 10 adolescentes están expuestos al juego online, ya sea por participación directa (16%) o vínculos cercanos que apuestan (45%). Las amistades aparecen como principal vía de acceso y circulación ya que el 57% de quienes apuestan ingresó por recomendación de pares, y 78% de quienes no juegan se enteró a través de amigos/as o conocidos/as. Además, el 40% de adolescentes con experiencia directa en apuestas reportó tener personas adultas cercanas que apuestan.
  • Riesgos percibidos y efectos en la salud mental: el 79% de quienes apuestan reconoce riesgo de adicción y 1 de cada 8 quedó endeudado (12%). Además, el 69% reporta ansiedad y malestar, y el 47 y 49% afectación de hábitos de sueño y rendimiento escolar vinculados a la práctica.
  • Inicio temprano y brecha de género marcada: la edad de ingreso se ubica entre los 13 y 14 años, con participación creciente hasta los 17/18 años. Además, se registra una brecha de género marcada en la que los varones apuestan tres veces más que las mujeres (24% vs 8%), y presentan mayor frecuencia e intensidad.
  • Ecosistema digital como puerta de entrada: entre 71% y 79% de las y los adolescentes estuvo expuesto a publicidad o contenidos de apuestas online, aún sin participar.
  • Acceso facilitado y sin controles efectivos: 83% de quienes apuestan utiliza billeteras virtuales como medio de pago y 43% accedió a través de intermediarios que les facilitaron el acceso a la práctica.
  • Confusión entre sitios legales e ilegales: entre 51% y 66% de los y las adolescentes no logra diferenciar plataformas de apuestas legales de las ilegales. En los dominios simulados (.bet.ar y .com), la opción “no estoy seguro/a” concentra la mayoría de las respuestas, lo que evidencia falta de información clara sobre la regulación vigente.
  • Regulación percibida como insuficiente: el 80% de las adolescencias considera que las medidas actuales para impedir el acceso de menores no funcionan, lo que evidencia una brecha entre la regulación formal y la realidad digital. 
  • Demanda de prevención y acompañamiento: en promedio, el 75% de las y los jóvenes pide controles más estrictos sobre plataformas, y 4 de cada 10 solicitan talleres y campañas educativas. Las demandas prioritarias son conocer: riesgos, comprender cómo operan los algoritmos de captación y recibir información sobre dónde pedir ayuda. 



Cruz Roja Argentina es una asociación civil, humanitaria y de carácter voluntario, con presencia en el territorio argentino y parte integrante del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, la red humanitaria más grande del mundo.

Su misión es contribuir a mejorar la vida de las personas, en especial de aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Para eso, trabaja a través de 63 filiales, 33 Servicios Educativos y su Sede Central, en conjunto con las comunidades. Su labor está orientada por los 7 Principios Fundamentales del Movimiento de la Cruz Roja y la Media Luna Roja: Humanidad, Independencia, Imparcialidad, Neutralidad, Unidad, Voluntariado, Unidad y Universalidad.

El Observatorio Humanitario de Cruz Roja Argentina es un espacio de investigación para la acción que, a través del conocimiento y la sensibilización, favorece la comprensión y el abordaje de las distintas situaciones que emergen en la sociedad desde una perspectiva humanitaria. El Observatorio forma parte del Consorcio de Investigación del Movimiento de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (RC3) y es uno de los 30 Centros de Referencia de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC) la red humanitaria más grande del mundo, de la que también es miembro Cruz Roja Argentina.

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